Aproximadamente el 15 % de los pacientes con COVID siguen teniendo efectos a largo plazo de la infección a pesar de su recuperación.
Entre los síntomas más frecuentes de la clínica post-covid están los síntomas cognitivos, en particular lo que se llama “niebla mental” caracterizada por dificultades para pensar con claridad o poner atención a las cosas de forma satisfactoria.
Ahora hay una posible explicación para estos síntomas.
Investigadores en Alemania han descubierto que la proteína espiga del virus permanece en el cerebro mucho tiempo después de que el virus desaparezca.
El hallazgo sugiere que estos fragmentos de virus se acumulan, se quedan en el cerebro y desencadenan una inflamación que causa los síntomas prolongados de COVID.
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