De la Antipsiquiatría a la Psiquiatría "Woke"
Ensayo publicado en el blog del profesor Alfredo Calcedo que explora la relación entre el movimiento Woke y la antipsiquiatría. Examina los orígenes de ambos, principios y objetivos, así como las convergencias y divergencias en sus críticas a las estructuras de poder y en la defensa de grupos históricamente marginados.
Un pequeño resumen:
Movimiento Woke y Antipsiquiatría comparten un trasfondo de cuestionamiento de las normas establecidas, una preocupación por la justicia social – incluida la justicia en salud mental – y la denuncia de prácticas consideradas opresivas o patologizantes. Asimismo, presentan aspectos diferentes: sus contextos históricos, enfoques y algunas tensiones ideológicas. Finalmente, se reflexiona sobre la influencia mutua en la actualidad, en particular cómo la sensibilidad woke está incidiendo en la forma en que concebimos la salud mental y cómo ciertos planteamientos antipsiquiátricos reaparecen en discursos progresistas contemporáneos.
El análisis de la relación entre el movimiento Woke y la antipsiquiatría revela un entramado rico en coincidencias históricas y conceptuales, sin dejar de lado las distinciones importantes. Pese a surgir en contextos distintos – la antipsiquiatría en la contracultura de los años 60-70 y el fenómeno Woke en las luchas sociales del siglo XXI – ambos comparten un espíritu de crítica al poder establecido y defensa de la dignidad humana frente a la opresión.
Gracias al diálogo entre el pensamiento Woke y el legado antipsiquiátrico, hoy estamos más preparados para detectar injusticias en el ámbito de la salud mental y trabajar para corregirlas. Se ha ampliado la conversación para incluir a quienes antes eran pacientes mudos, ahora participantes activos; se cuestionan los diagnósticos con empatía y sin ingenuidad; se exige que la salud mental sea un derecho y no un privilegio, y que el trato sea con respeto y no con temor. En última instancia, ambos movimientos nos recuerdan la centralidad de la humanidad compartida: despiertos y críticos ante la injusticia, pero también compasivos y solidarios con quienes sufren, sea en la sociedad o en su propia mente. En esa intersección de conciencia social y comprensión de la psique es donde la relación entre Woke y antipsiquiatría encuentra su mayor sentido y potencial transformador.





