La medicina soviética y el problema de la confianza pública en los médicos: 1921-1929

16 de abril de 2025

El artículo examina cómo la relación entre médicos y pacientes en la Unión Soviética se vio afectada por la desconfianza pública durante la década de 1920. Tras la Revolución Bolchevique de 1917, el gobierno soviético implementó un sistema de salud universal basado en principios socialistas, prometiendo atención médica para todos los ciudadanos. Sin embargo, esta promesa generó altas expectativas y cambios sistémicos que desestabilizaron la relación médico-paciente.

Durante los años 20, los profesionales de la salud se enfrentaron a un público desconfiado y, a menudo, violento. Las revistas médicas de la época documentaban casos de médicos, enfermeras y asistentes maltratados por pacientes o sus familias. Estos relatos promovían la imagen de médicos asediados por un público mal informado y frecuentemente armado. Ejemplos como el de un esposo que amenazó con disparar al cirujano de su esposa si la operación no tenía éxito, alimentaron una narrativa de vulnerabilidad médica y se utilizaron para abogar por protecciones adicionales.

A mediados de la década, el término "epidemia" se utilizaba para describir el nivel de agresión contra los médicos. En respuesta, las instituciones médicas retiraron objetos pesados de las salas para evitar que los pacientes los usaran como armas. Algunos médicos llevaban armas y otros abordaban a sus pacientes con cautela, temiendo acusaciones de mala praxis.

Un caso destacado de esta atmósfera tensa fue el asesinato en 1927 de la doctora Evgeniia Esterman en Járkov, Ucrania. Esterman fue asesinada por Neonila Kochetova, una tipógrafa cuya hija murió bajo el cuidado de la doctora. Kochetova acusó a Esterman de diagnosticar erróneamente la condición de su hija y de tardar demasiado en llamar a un especialista. Justificó su acto como una forma de evitar que Esterman tratara a otros pacientes en el futuro. El juicio resultante, que se llevó a cabo ante una multitud en el club local de trabajadores metalúrgicos, terminó con un veredicto de culpabilidad y una sentencia de cinco años de prisión.

Además, los médicos judíos y aquellos educados antes de la revolución enfrentaron sospechas avivadas por el antisemitismo y las campañas periódicas del régimen contra los enemigos de clase. Un evento notable fue el "juicio de los médicos" de 1929 en Járkov, donde los acusados fueron señalados por promover el nacionalismo ucraniano, conspirar para envenenar a sus pacientes comunistas y explotar la confianza fundamental otorgada a ellos como sanadores. Este ambiente de miedo disuadió a algunos ciudadanos soviéticos de buscar atención médica, exacerbando la desconfianza en el sistema de salud.

La desconfianza pública en la medicina soviética durante este período tuvo profundas implicaciones políticas y sociales, afectando tanto la práctica médica como la percepción pública de los profesionales de la salud.

El caso de los médicos soviéticos nos recuerda hoy que ganarse y mantener la confianza es un proceso continuo de negociación que solo está parcialmente controlado por la comunidad médica.

Por Alfredo Calcedo 31 de octubre de 2025
La enfermedad de Alzheimer (EA) se diagnostica con mayor frecuencia en mujeres, comprender el papel del sexo se ha convertido en una prioridad clave en la investigación de la EA. Sin embargo, a pesar de que el envejecimiento es el principal factor de riesgo para la EA, sigue sin estar claro si los hombres y las mujeres difieren en el grado de deterioro cerebral con la edad. Utilizando resonancias magnéticas cerebrales longitudinales se examinaron las diferencias de sexo en los cambios estructurales del cerebro a lo largo del tiempo, controlando las diferencias en el tamaño de la cabeza. Resultados: Los hombres mostraron una mayor disminución del grosor cortical (GC) en las regiones cuneus, lingual, parahipocampal y pericalcarina; una disminución del área de superficie en las regiones fusiforme y postcentral; y en los adultos mayores, una mayor disminución subcortical en el núcleo caudado, el núcleo accumbens, el putamen y el pálido. En cambio, las mujeres solo mostraron una mayor disminución de la superficie cerebral en los márgenes del surco temporal superior y una mayor dilatación ventricular en adultos mayores. Estos resultados sugieren que las diferencias sexuales en el deterioro cerebral relacionado con la edad probablemente no contribuyan a la mayor prevalencia de diagnósticos de Alzheimer en mujeres, lo que hace necesario investigar explicaciones alternativas.
Por Alfredo Calcedo 31 de octubre de 2025
La epilepsia extática es una forma rara de epilepsia focal, denominada así porque los primeros síntomas de las crisis consisten en una experiencia extática/mística, que incluye una mayor autoconciencia, claridad mental y una sensación de unidad con todo lo que existe, acompañada de una sensación de felicidad y bienestar físico. En este artículo de opinión, se describe en primer lugar la fenomenología de las crisis extáticas, se aborda su contexto histórico y se describe la principal estructura cerebral implicada en la génesis de estas peculiares crisis epilépticas: la ínsula anterior . En la segunda parte del artículo, se analizan las posibles bases neurocognitivas de las crisis extáticas. En resumen, se ha identificado la ínsula anterior como una estructura clave en la generación de este estado. Se confirma esta localización mediante registros con electrodos intracerebrales profundos en pacientes, y la reproducción o inducción de fenómenos extáticos con la estimulación eléctrica de la ínsula anterior dorsal en varios pacientes proporciona evidencia adicional que lo respalda. Las perspectivas futuras son: (i) demostrar la implicación de la ínsula anterior dorsal en experiencias místicas de otros orígenes (prácticas de meditación, psicodélicos); (ii) identificar posibles rasgos disposicionales que predisponen a la persona al estado extático, ya que la experiencia extática/mística solo se presenta en un subgrupo de pacientes con epilepsia de la ínsula anterior dorsal. y (iii) comprobar la hipótesis de que las diferencias interindividuales en la actividad de la ínsula anterior podrían constituir la posible base neurológica de la tolerancia a la incertidumbre en los sistemas perceptivo y cognitivo-afectivo. En última instancia, una mejor comprensión del papel de la ínsula anterior en los estados de éxtasis podría abrir nuevas perspectivas de tratamiento (neuromodulador) en trastornos neuropsiquiátricos, como la depresión grave o el trastorno de estrés postraumático.
Por Alfredo Calcedo 31 de octubre de 2025
Este estudio compara las alucinaciones visuales que ocurren en dos contextos distintos: cuando se usan psicodélicos serotonérgicos (SPs) y en enfermedades con cuerpos de Lewy (LBDs, p ej; enfermedad de Parkinson y la demencia con cuerpos de Lewy). Si bien estas afecciones difieren en su etiología, la superposición de fenomenología y mecanismos neuronales sugiere vías compartidas. El objetivo es explorar las similitudes y diferencias entre ambas condiciones para ayudar a descubrir cómo funciona el cerebro cuando se producen estas alucinaciones. Resultados Se encontraron tres características similares en el cerebro en ambos casos: Activación anormal (muy baja o muy alta) en áreas sensoriales y de asociación. Menor respuesta del cerebro a estímulos visuales. Un desequilibrio entre excitación e inhibición, con más excitación de lo normal. También se destaca el papel de ciertos receptores de serotonina (5-HT2A y 5-HT1A) en la aparición de alucinaciones. En concreto, se sugiere que la activación del receptor 5-HT2A puede bloquear el procesamiento visual básico, lo que podría desencadenar alucinaciones. En el caso de los psicodélicos, este bloqueo visual es temporal y puede hacer que otras partes del cerebro se vuelvan más activas para compensar, lo que contribuye a las alucinaciones. En las enfermedades con cuerpos de Lewy, el bloqueo es crónico y puede dañar el sistema visual del cerebro, haciendo que las alucinaciones sean más persistentes. Estudiar las alucinaciones inducidas por psicodélicos y compararlas con las de otras enfermedades podría ayudar a entender mejor estos mecanismos y a desarrollar nuevos tratamientos que mejoren la calidad de vida de los pacientes con LBD.