Antipsicóticos y mortalidad en niños y adultos jóvenes

5 de diciembre de 2023

Estudio de cohorte retrospectivo nacional de EE. UU que investiga si el tratamiento antipsicótico de niños y adultos jóvenes (entre 5 y 24 años) sin enfermedades somáticas graves ni psicosis diagnosticada, se asocia con un mayor riesgo de muerte.


Resultado: En este estudio de cohorte de más de 2 millones de niños y adultos jóvenes sin enfermedad somática grave o psicosis diagnosticada, el tratamiento antipsicótico en dosis de 100 mg o menos de dosis equivalente de clorpromazina, en niños de 5 a 17 años, no se asoció con un mayor riesgo de muerte.


Para los niños de 5 a 17 años, ninguna dosis de antipsicótico se asoció con una mayor mortalidad. Por el contrario, los adultos jóvenes de 18 a 24 años tratados con dosis superiores a 100 mg equivalentes de clorpromazina tuvieron 127,5 muertes adicionales por cada 100.000 años-persona de exposición, lo que sugiere que se necesitan más investigaciones sobre la seguridad de los medicamentos antipsicóticos en esta población.


En más de la mitad de las muertes por sobredosis tanto en el grupo de control como en el grupo de tratamiento con equivalentes de clorpromazina superiores a 100 mg estaba asociado el consumo de opioides.


En 2016, la FDA incluyó medicamentos antipsicóticos en un recuadro negro advirtiendo contra el riesgo de sobresedación con el uso concomitante de medicamentos opioides y depresores del sistema nervioso central. Por lo tanto, se debe indicar precaución al recetar medicamentos antipsicóticos a adultos jóvenes sin psicosis que están recibiendo tratamiento con opioides o que tienen trastornos por uso de sustancias.


Tabla de dosis equivalentes a 100 mg de clorpromazina, según el estudio

Por Alfredo Calcedo 8 de mayo de 2025
Cuando pensamos en los neandertales, a menudo imaginamos que nuestros lejanos antepasados eran más bien brutos, que morían a una edad temprana y que al final acabaron extinguiéndose. Sin embargo, investigaciones recientes revelan que algunos neandertales vivieron hasta edades avanzadas y sufrieron enfermedades relacionadas con la edad, como lesiones degenerativas en la columna vertebral consistentes con la osteoartritis. Al igual que los humanos modernos, parece que los neandertales heridos recibían ayuda de otros miembros del grupo, lo que les permitía sobrevivir y alcanzar edades avanzadas. Esto desafía el estereotipo del neandertal bruto y violento, proponiendo una visión de respeto y admiración hacia ellos.
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Existen varias razones fisiológicas por las que los organismos biológicos duermen. Una clave se relaciona con el metabolismo cerebral Este artículo, publicado en Progress in Biophysics and Molecular Biology , propone una nueva función para la mielina. Además de acelerar la transmisión nerviosa, la mielina podría actuar como un posible condensador de protones involucrado en el almacenamiento de energía durante el sueño y el suministro de energía durante la vigilia. El artículo postula que durante el sueño, cuando la actividad neuronal general disminuye, la mielina podría facilitar el almacenamiento de energía. Este proceso se produciría a través de la acumulación de protones en las capas de mielina, actuando de manera análoga a la carga de un condensador eléctrico. La reducción de la demanda energética durante el sueño crearía un entorno propicio para esta acumulación de protones. Esta fase de almacenamiento sería fundamental para preparar al cerebro para las demandas energéticas del estado de vigilia. Durante la vigilia, cuando la actividad neuronal aumenta significativamente, la energía almacenada en la mielina en forma de protones podría liberarse para satisfacer las demandas metabólicas de las neuronas. Esta liberación de energía podría ocurrir a través de mecanismos que acoplan el flujo de protones con la producción de trisfosfato de adenosina (ATP), la principal molécula energética de la célula. La mielina, al estar estrechamente asociada con los axones, podría proporcionar una fuente de energía local y rápida para sustentar la actividad neuronal durante los períodos de alta demanda. En conclusión, el modelo presentado permite examinar la mielina como un componente glial que funciona como un condensador de protones, alineándose con la noción ampliamente aceptada de que el sueño (descanso) sirve para recargar con energía el sistema nervioso. La investigación futura será necesaria para validar esta intrigante propuesta y explorar sus ramificaciones.
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