Asociaciones entre las trayectorias de biomarcadores plasmáticos para la enfermedad de Alzheimer, las estructuras cerebrales y la función cognitiva
Este estudio de cohorte prospectivo, realizado con datos del UK Biobank, investigó cómo las trayectorias longitudinales de ciertos biomarcadores plasmáticos relacionados con la enfermedad de Alzheimer (EA) se asocian con cambios en la estructura cerebral y el funcionamiento cognitivo. Además, se exploró el papel de la reserva cognitiva en estas asociaciones.
Participantes y metodología
- Muestra: 1270 adultos (edad media: 59.7 años; 58.9% mujeres).
- Biomarcadores analizados:
- Ratio de amiloide-β 42/40 (Aβ42/40)
- Proteína ácida fibrilar glial (GFAP)
- Cadena ligera de neurofilamentos (NfL)
- Tau fosforilada en la posición 181 (p-tau181)
- Evaluaciones:
- Biomarcadores plasmáticos (2014–2020)
- Resonancia magnética cerebral y pruebas cognitivas (seguimiento en 2021–2022)
Principales hallazgos
- Asociaciones estructurales:
- Niveles elevados de GFAP y NfL al inicio se asociaron con atrofia cerebral y alteraciones en la microestructura de la sustancia blanca.
- Incrementos longitudinales en GFAP se vincularon con deterioro acelerado en velocidad de procesamiento y atención visual.
2. Función cognitiva:
- GFAP y NfL mostraron correlaciones significativas con el declive cognitivo, especialmente en dominios como la velocidad de procesamiento.
- La ratio Aβ42/40 y p-tau181 tuvieron asociaciones más débiles con los cambios cognitivos.
3. Reserva cognitiva:
- Se utilizó el nivel educativo como indicador de reserva cognitiva.
- Los individuos con mayor reserva cognitiva (educación universitaria o superior) mostraron menor impacto de los biomarcadores en el deterioro cognitivo.
- Esto sugiere un efecto protector de la educación frente a los cambios neurodegenerativos.
Implicaciones
GFAP y NfL podrían servir como biomarcadores periféricos útiles para detectar cambios estructurales cerebrales y declive cognitivo en etapas tempranas de la EA.
La educación y otras formas de reserva cognitiva podrían mitigar los efectos negativos de la patología de Alzheimer sobre la cognición.
Este estudio refuerza la importancia de considerar factores individuales como la reserva cognitiva en el seguimiento y prevención de la EA.
Conclusión
El estudio demuestra que los biomarcadores plasmáticos GFAP y NfL están estrechamente relacionados con la salud cerebral estructural y cognitiva, y que la reserva cognitiva puede modificar significativamente estas trayectorias. Estos hallazgos tienen implicaciones importantes para la detección temprana y la intervención personalizada en la enfermedad de Alzheimer.





