De la perversión a la patología: una perspectiva histórica sobre la pedofilia
26 de septiembre de 2025
Artículo publicado en Psychiatric Times que ofrece una revisión exhaustiva de la evolución conceptual, diagnóstica y terapéutica de la pedofilia desde el siglo XIX hasta la actualidad.
Evolución conceptual
- En la antigüedad, ciertas conductas sexuales hoy consideradas problemáticas eran aceptadas socialmente, como las relaciones entre adultos y adolescentes en la Grecia clásica.
- A finales del siglo XIX, la pedofilias clasificó como una “perversión” del impulso sexual, influido por teorías hereditaristas y moralistas.
- Freud la consideró una aberración del objeto sexual, vinculada a conflictos psicoanalíticos como la ansiedad de castración.
- Durante el siglo XX, se formularon teorías psicodinámicas que relacionaban la pedofilia con traumas infantiles y vínculos maternos prolongados.
- Durante la última parte del siglo XX, las desviaciones sexuales comenzaron a verse a través del marco de la patología psiquiátrica (DSM).
Clasificación en el DSM
- El DSM-I (1952) y el DSM-II (1968) la incluyeron como desviación sexual dentro de los trastornos de personalidad, sin criterios diagnósticos claros.
- El DSM-III (1980) introdujo el término “parafilia” y definió la pedofilia como fantasías o actos sexuales con niños prepuberales, estableciendo criterios de edad y cronicidad.
- Las versiones posteriores (DSM-III-R, DSM-IV, DSM-IV-TR) ajustaron los criterios, especialmente en torno al malestar clínico y la conducta, generando debates sobre la distinción entre trastorno mental y criminalidad.
- El DSM-5 y DSM-5-TR diferencian entre una “parafilia”, (por ejemplo, pedofilia) definida como un patrón persistente, intenso y atípico de excitación sexual y un “trastorno parafílico”, por ejemplo, un trastorno pedofílico, reservando este último para casos con malestar, deterioro funcional o riesgo de daño a otros.
Tratamientos históricos y actuales
- En el siglo XIX surgieron tratamientos quirúrgicos como la castración, seguidos en el siglo XX por terapias hormonales (estrógenos, medroxiprogesterona, agonistas de la hormona luteinizante).
- Las terapias psicoanalíticas dominaron inicialmente, pero fueron reemplazadas por enfoques conductuales en los años 60 y 70, como la terapia aversiva y el condicionamiento clásico.
- Desde los años 80, la terapia cognitivo-conductual se convirtió en el estándar, abordando distorsiones cognitivas, empatía, habilidades sociales y excitación desviada.
- Los programas actuales integran prevención de recaídas y farmacoterapia, mostrando eficacia en la reducción de la reincidencia.
Rol del psiquiatra y desafíos éticos
- El artículo subraya el papel central del psiquiatra en el tratamiento del trastorno pedofílico, dada su formación en psicoterapia, farmacología y evaluación de riesgos.
- Señala que la medicalización ha sido cuestionada por el clima político y social, lo que ha dificultado la investigación y el acceso a tratamiento especializado.
- Reivindica la necesidad de mantener el trastorno pedofílico en el DSM como entidad clínica, para evitar estigmatizaciones y contribuir a la prevención del abuso sexual infantil.

El artículo es una revisión narrativa que explora los mecanismos neurobiológicos subyacentes a la terapia electroconvulsiva (TEC) en el tratamiento de la depresión resistente al tratamiento (TRD, por sus siglas en inglés). La TRD afecta al 30-40% de los pacientes con trastorno depresivo mayor (TDM) y se caracteriza por la falta de respuesta a al menos dos tratamientos antidepresivos adecuados. La TEC, introducida en los años 30, sigue siendo una de las intervenciones más eficaces para la TRD, especialmente en casos graves, con suicidio inminente, síntomas psicóticos o catatonía. A pesar de su eficacia, la TEC está subutilizada debido a preocupaciones sobre efectos secundarios cognitivos, como la amnesia anterógrada y retrógrada, y al estigma social. Sin embargo, los avances técnicos recientes —como la optimización de parámetros de dosis, colocación de electrodos y uso de agentes coadyuvantes— han mejorado su perfil de seguridad y eficacia. El artículo compara la TEC con otras terapias neuromoduladoras como la ketamina y la estimulación magnética transcraneal repetitiva (rTMS). La ketamina ofrece un inicio de acción más rápido y mejor perfil cognitivo, aunque con efectos secundarios disociativos. La rTMS, menos invasiva y sin necesidad de anestesia, muestra eficacia variable. La TEC sigue siendo superior en eficacia general, especialmente en pacientes mayores o con síntomas graves. En cuanto a los mecanismos de acción, la TEC actúa a través de múltiples vías: Modulación de neurotransmisores: Aumenta la disponibilidad de serotonina, dopamina y noradrenalina. Neurogénesis: Estimula la proliferación celular en el hipocampo. Cambios en la conectividad cerebral: Mejora la conectividad funcional entre regiones clave como la corteza prefrontal y el sistema límbico. Regulación de la respuesta inmune: Reduce marcadores inflamatorios, lo que puede estar relacionado con la mejoría clínica. Señalización neurotrófica: Aumenta factores como el BDNF, esenciales para la plasticidad sináptica. Cambios epigenéticos: Modula la expresión génica relacionada con el estrés y la neuroplasticidad. Respecto a los efectos cognitivos, aunque existen riesgos, la mayoría son transitorios y se resuelven en semanas o meses. La pérdida de memoria autobiográfica puede persistir en algunos casos, especialmente en pacientes mayores o con vulnerabilidades previas. La percepción de deterioro cognitivo a largo plazo parece estar más relacionada con síntomas depresivos residuales que con la TEC en sí. El artículo concluye que una mejor comprensión de los mecanismos de la TEC puede ayudar a identificar biomarcadores predictivos de respuesta y a personalizar los tratamientos. También se destaca la necesidad de más investigaciones que comparen la TEC con otras terapias neuromoduladoras y que exploren combinaciones terapéuticas para maximizar beneficios y minimizar efectos adversos.

La Sala de lo Social de Santander ha reconocido el grado absoluto de incapacidad de una mujer que padece síndrome postcovid que se manifiesta en dificultad respiratoria, taquicardia, fibromialgia, fatiga severa, trastorno cognitivo leve y síndrome ansioso-depresivo. El Tribunal entiende que “el estado clínico de la actora no solo limita para las fundamentales tareas de su profesión como administrativa, sino para toda actividad remunerada, pues las secuelas deben considerarse, al menos, previsiblemente definitivas, dada su tendencia a la cronicidad y el tiempo transcurrido desde el inicio del diagnóstico”.

El Fórum de Entidades Aragonesas de Salud Mental presenta el libro “Humanización de las medidas involuntarias en pacientes de salud mental tras la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad” , una obra dirigida principalmente a profesionales del ámbito hospitalario y residencial. Este estudio se enmarca en la “Campaña de Sensibilización en Materia de Salud Mental”, financiada por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y desarrollada en colaboración con el Gobierno de Aragón y el Ministerio de Sanidad. El texto aborda las medidas involuntarias en salud mental —como ingresos no voluntarios, tratamientos forzosos y contenciones (verbales, farmacológicas o mecánicas)—, que siguen siendo objeto de debate ético, legal y clínico. Estas prácticas, aunque relacionadas, no siempre se aplican conjuntamente, lo que exige una reflexión sobre su uso y regulación. Con la entrada en vigor de la Ley 8/2021, se produjo un cambio de paradigma al eliminar la figura de la incapacitación, promoviendo un enfoque basado en el apoyo a la persona y en el respeto a sus derechos humanos, alejándose de visiones paternalistas. El libro se centra en ofrecer una guía práctica para los profesionales, explicando el marco jurídico actual de estas medidas, que sigue siendo disperso y controvertido, y cuya reforma aún está pendiente por falta de consenso. Se analiza el papel del artículo 763 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, que regula el ingreso involuntario, pero deja sin resolver cuestiones clave como el tratamiento forzoso o el uso de contenciones. El texto también examina la jurisprudencia existente, destacando la falta de concreción en las resoluciones judiciales, lo que genera incertidumbre entre los profesionales sanitarios sobre la legalidad de sus actuaciones. El libro está estructurado en capítulos temáticos que abordan los distintos tipos de medidas involuntarias, incluyendo enlaces y resoluciones judiciales relevantes. Además, se ha diseñado con un índice interactivo para facilitar su consulta online o descarga gratuita desde la web del FÓRUM. En definitiva, esta publicación busca humanizar la atención psiquiátrica involuntaria, promoviendo prácticas respetuosas con los derechos de las personas con discapacidad, y ofreciendo herramientas útiles para los profesionales que deben tomar decisiones complejas en contextos clínicos y legales.


