El dilema ético del suicidio "autodeterminado"

16 de abril de 2024

El suicidio autodeterminado, a menudo referido en el contexto de la eutanasia y el suicidio asistido, plantea preguntas importantes sobre la autonomía individual y los límites éticos de la autodeterminación. La discusión ética se centra en el derecho de una persona a elegir la muerte cuando su vida es un sufrimiento prolongado, especialmente en casos de enfermedades terminales o dolor insoportable.

Este artículo, publicado en Medscape, está basado en la conferencia “Suicidio autodeterminado” impartida por el profesor Giovanni Maio en el congreso sobre Dolor y Cuidados Paliativos, organizado por la Sociedad Alemana de Medicina del Dolor.

Maio se pregunta si realmente queremos dejar de evaluar el suicidio como un hecho lamentable y simplemente aceptarlo como una decisión personal. Considera que el fallo del debate en torno al suicidio "autodeterminado" radica en que se centra exclusivamente en la autonomía. Pasa por alto el aspecto de lo que la medicina y la sociedad en general deberían hacer para ayudar a los individuos a superar su desesperación.

Los sentimientos de inutilidad o impotencia que subyacen al deseo de suicidio a menudo tienen su origen en la falta de interacción social. Una cultura asistencial podría ayudar a normalizar la dependencia mutua como un aspecto rutinario de la vida humana y reducir la carga que supone sentirse dependiente de los demás.

Un estudio sobre suicidio asistido en Múnich y el papel de las organizaciones de eutanasia y de los médicos implicados examinó 37 casos de suicidio asistido entre personas que experimentaban condiciones avanzadas e incurables. Los resultados invitan a la reflexión: ninguno de los individuos fue sometido a una consulta con un especialista de psiquiatría para descartar una depresión tratable. Además, según Horlemann, ninguno recibió cuidados paliativos suficientes.

Lo que es aún más preocupante: para la mayoría de los pacientes, todos los aspectos de la atención (desde la consulta inicial hasta el examen post mortem) fueron supervisados por un solo médico. Como resultado, el médico practicante efectivamente ejercía una autoridad ilimitada sobre asuntos de vida o muerte.

Por Alfredo Calcedo 3 de noviembre de 2025
En el Congreso de los Diputados, se ha propuesto una reforma legal que proteja mejor a los profesionales sanitarios frente al ciberacoso y amenazas derivadas del uso de inteligencia artificial (IA), como los deepfakes. Expertos en Derecho Sanitario, como el abogado Ricardo De Lorenzo, advierten que el avance tecnológico ha dejado a médicos y enfermeros vulnerables ante nuevas formas de agresión digital. Actualmente, el Código Penal no contempla claramente estas situaciones, lo que dificulta sancionar a quienes dañan el honor o la integridad de los sanitarios. De ahí que se considere “deseable” actualizar el Código Penal. En España ya se han dado casos como el de Susana Moreno, jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Gregorio Marañón, cuya imagen fue suplantada para promocionar pastillas para el adelgazamiento. Además del deepfake, se señala el problema del cyberstalking, donde pacientes pueden acosar a médicos fuera del contexto clínico, por ejemplo, a través de redes sociales o correos electrónicos.
Por Alfredo Calcedo 3 de noviembre de 2025
En EEUU la administración intravenosa repetida de ketamina se está adoptando cada vez más como tratamiento no autorizado para la depresión mayor en la práctica clínica habitual; sin embargo, la evidencia sólida de ensayos controlados con placebo para valorar la eficacia y seguridad de esketamina intravenosa a corto y largo plazo sigue siendo limitada. Este ensayo pragmático, aleatorizado, doble ciego y controlado con midazolam (ensayo KARMA-Dep 2), evalúa la eficacia, seguridad, tolerabilidad, rentabilidad y calidad de vida de los antidepresivos durante y después de infusiones seriadas de ketamina como complemento a la atención hospitalaria habitual. El seguimiento de los participantes tuvo una duración de 6 meses. Resultado: no se observaron diferencias estadísticamente significativas en el criterio de valoración principal, la puntuación en la escala de depresión de Montgomery-Åsberg (MADRS) al final del tratamiento, entre los grupos de ketamina y midazolam. Tampoco se observaron diferencias significativas en los criterios de valoración secundarios de eficacia, cognitivos, económicos o de calidad de vida. Conclusión: Las infusiones seriadas de ketamina no respaldan un efecto antidepresivo superior de las infusiones intravenosas seriadas de ketamina como terapia complementaria a la atención hospitalaria habitual para la depresión moderada a grave.
Por Alfredo Calcedo 3 de noviembre de 2025
Durante décadas, los neurocientíficos han teorizado que las "voces" que oyen las personas con esquizofrenia se originan en una confusión del cerebro entre su propio diálogo interno y sonidos externos. En este estudio se ha proporcionado evidencia directa que respalda esta hipótesis mediante el análisis de ondas cerebrales. Utilizando electroencefalografía (EEG) para monitorizar la actividad eléctrica del cerebro, los investigadores examinaron cómo las personas procesan su diálogo interno. Normalmente, cuando hablamos —en voz alta o en silencio— el cerebro anticipa el sonido de nuestra voz y suprime temporalmente la actividad en la corteza auditiva, el área responsable del procesamiento de los sonidos externos, para diferenciar los pensamientos propios de los estímulos externos. Sin embargo, en las personas que experimentan alucinaciones auditivas, este mecanismo predictivo falla. El estudio contó con 142 participantes, incluyendo personas con esquizofrenia que habían experimentado alucinaciones recientemente, otras con la enfermedad, pero sin alucinaciones recientes y un grupo de control sin diagnóstico. Se pidió a los participantes que mentalmente dijeran «bah» o «bih» mientras escuchaban estos sonidos a través de auriculares. En quienes oyeron voces, surgió un patrón sorprendente: sus cerebros mostraron una mayor actividad en la corteza auditiva cuando su habla imaginada coincidía con el sonido externo, en lugar de suprimirlo como se esperaba. Esto sugiere que el cerebro procesaba los pensamientos internos como si fueran voces externas. Esta clasificación errónea de los sentidos explica por qué las voces alucinatorias se perciben como vívidamente reales, revelándolas como un error neurológico y no como mera imaginación. Los hallazgos no solo profundizan nuestra comprensión de la esquizofrenia, sino que también abren el camino a la detección temprana de la psicosis, lo que podría permitir tratamientos más oportunos y eficaces.