El psiquiatra tratante como testigo experto

12 de diciembre de 2024

Muchos autores han considerado los dilemas éticos que plantea el hecho de que un médico sea al mismo tiempo médico tratante y testigo experto en un litigio.

Tradicionalmente, se ha argumentado que los psiquiatras tratantes no deben proporcionar testimonio experto debido a posibles sesgos y conflictos de interés que podrían afectar la relación terapéutica. Gran parte de este debate parece arraigarse en la ética de la no maleficencia. Sin embargo, los autores de este artículo exploran una perspectiva diferente, desde el otro extremo de este dilema ético.

Ellos argumentan que la independencia de los expertos ha sido sobrevalorada y que los sesgos pueden existir tanto en los expertos independientes como en los tratantes. Además, señalan que los psiquiatras tratantes pueden ofrecer una visión más completa y precisa del paciente, basada en una relación clínica establecida antes del litigio. En última instancia, asumir el manto de ambos roles se está volviendo cada vez más inevitable.

Por lo tanto, los autores sostienen que, aunque existen desafíos, asumir este doble papel puede ser una parte importante del tratamiento holístico, la gestión de riesgos y la búsqueda del principio ético de la justicia.

El artículo también discute cómo la evidencia de expertos independientes puede ser costosa y, a veces, menos informada debido a evaluaciones breves y falta de conocimiento del historial completo del paciente. Los autores sugieren que, con el consentimiento informado del paciente, los psiquiatras tratantes pueden proporcionar un testimonio valioso sin comprometer la relación terapéutica.

En resumen, aunque existen desafíos y dilemas éticos, los autores abogan por una reevaluación de las guías actuales, proponiendo que los psiquiatras tratantes pueden desempeñar un papel crucial como testigos expertos, contribuyendo a una justicia más efectiva y holística.

Por Alfredo Calcedo 18 de junio de 2025
El deterioro cognitivo y la osteoporosis a menudo coexisten y hay alguna evidencia que sugiere una relación causal. Sin embargo, no hay datos sobre la relación longitudinal entre el deterioro cognitivo, la pérdida ósea y el riesgo de fractura, independientemente del envejecimiento. Este estudio prospectivo multicéntrico tuvo como objetivo determinar la asociación entre el deterioro cognitivo y la pérdida ósea . Los resultados indican que en las mujeres la tasa de deterioro cognitivo se asoció significativamente con la pérdida ósea, independientemente de la edad, la educación, las comorbilidades y los factores de estilo de vida. Cabe destacar que la relación entre la pérdida ósea y el deterioro cognitivo fue bidireccional, sin evidencia de que uno precediera al otro. Además, un deterioro cognitivo significativo durante 5 años se asoció con un mayor riesgo no solo de fracturas de cadera y vertebrales, sino también de fracturas no vertebrales ni de cadera durante los 10 años posteriores. Es importante destacar que el riesgo de fractura pareció estar mediado solo parcialmente por el aumento concomitante de la tasa de pérdida ósea. Los hombres, al igual que las mujeres, experimentaron un deterioro cognitivo significativo y pérdida ósea durante el seguimiento del estudio. Sin embargo, el tamaño de la muestra fue demasiado pequeño para determinar con precisión la relación entre las trayectorias de la masa ósea y la función cognitiva. Estos estudios sugieren que la relación entre la pérdida ósea, el deterioro cognitivo y el riesgo de fractura en mujeres se debe a factores de riesgo compartidos. Se necesitan más vías mecanicistas para comprender la compleja relación entre la osteoporosis y la demencia, así como los factores que contribuyen al riesgo de fractura en personas con deterioro cognitivo. Este estudio no logró demostrar una relación entre el deterioro cognitivo y la pérdida ósea en la cohorte relativamente pequeña de hombres. Por lo tanto, se necesitan más estudios con cohortes más amplias de hombres para confirmar o refutar cualquier asociación.
Por Alfredo Calcedo 18 de junio de 2025
Guía de práctica clínica (GPC) para el manejo de pacientes con trastornos de ansiedad en atención primaria (AP) . Actualiza la GPC previa publicada en el año 2008. Esta GPC actualizada se dirige principalmente a los profesionales implicados en la asistencia sanitaria de estos pacientes en el ámbito de la AP, con el objetivo de proporcionarles las herramientas apropiadas para el abordaje y tratamiento de esta patología, disminuir la variabilidad en su práctica clínica, así como facilitar la coordinación entre el ámbito de AP y atención especializada en Salud Mental.
Por Alfredo Calcedo 18 de junio de 2025
El propósito de este estudio fue identificar los mecanismos subyacentes a los efectos del café sobre la cognición en el contexto de las redes cerebrales. Se investiga la conectividad funcional antes y después de beber café utilizando el análisis de teoría de grafos de la electroencefalografía (EEG. 21 adultos sanos participaron voluntariamente en este estudio. Los datos del EEG en estado de reposo y los resultados de las pruebas neuropsicológicas se adquirieron consecutivamente antes y 30 minutos después del consumo de café. Se realizaron análisis de grafos y se compararon antes y después del consumo de café. Se llevaron a cabo análisis de correlación para evaluar la relación entre los cambios en las medidas de los grafos y los de las pruebas de función cognitiva. La conectividad funcional (CF) se reorganizó hacia propiedades de red más eficientes después del consumo de café. El rendimiento en las pruebas de span de dígitos y la parte B de la prueba de creación de senderos mejoró después del consumo de café, y la mejora del rendimiento en la función ejecutiva se correlacionó con los cambios en las medidas de los grafos, lo que refleja un cambio hacia propiedades de red eficientes. Los efectos beneficiosos del café sobre la función cognitiva podrían atribuirse a la reorganización de la CF hacia propiedades de red más eficientes. Con base en estos hallazgos, los patrones de reorganización de la red podrían utilizarse como marcadores cuantitativos para dilucidar los mecanismos subyacentes a los efectos beneficiosos del café sobre la cognición, especialmente la función ejecutiva.
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