El XXX Congreso Nacional de la SEPL reúne en Palma a más de 350 profesionales

10 de junio de 2022

Palma acoge desde hasta el sábado 11 de junio, el XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Psiquiatría Legal (SEPL), que se celebra  bajo el lema “La Responsabilidad en Psiquiatría”.

Más de 350 psiquiatras procedentes de toda España se dan cita estos días para participar en el evento en el que se están abordando cuestiones de máxima actualidad entre las que figuran la elaboración de los informes periciales para la propuesta de medidas de apoyo para la discapacidad; el presente y futuro de la criminología; la prevención en el ámbito de la psiquiatría penitenciaria; la eutanasia y trastorno mental; separaciones contenciosas y su repercusión en la asistencia a los menores.



El presidente de la SEPL, el Dr. José Carbonell, ha sido el encargado de inaugurar el congreso junto a Sonia Vidal, decana de los Juzgados de Palma, y Miquel Roca, decano de la Facultad de Medicina de la UIB, quienes han destacado el record de asistencia en la treintava edición del congreso y el excelente trabajo que realiza la SEPL con la organización de eventos en los que se tratan cuestiones que están en el punto de mira y que necesitan de un profundo debate.



El Congreso se ha iniciado esta mañana con dos talleres, el primero sobre Responsabilidad Social en Psiquiatría, en el que ha intervenido Javier Moreno Alemán, socio fundador de MBE abogados, quien ha destacado que entre el 50 y 70% de los eventos adversos en servicios sanitarios son evitables y ha señalado una notable caída de negligencias médicas y, por tanto, de reclamaciones.



En el segundo taller, sobre Hospitalización Psiquiátrica: coerción y derechos fundamentales, han intervenido la Dra.Blanca Morera Pérez, vicepresidenta de la SEPL, y Magíster en Psiquiatría Legal UCM y la Dra. Julia Cano Valero, psiquiatra en práctica privada y Magíster en Psiquiatría Legal UCM.



En su intervención, la Dra. Morera ha puesto de manifiesto que el ingreso psiquiátrico involuntario es una circunstancia excepcional, realizada siempre por indicación médica, y que la involuntariedad no supone la limitación de otros derechos fundamentales de la personas con trastorno mental.



En este sentido ha destacado que el ingreso voluntario debe ser siempre la primera opción y los psiquiatras tienen una preocupación cada vez mayor por preservar los derechos de los pacientes.



La jornada ha continuado por la tarde con una mesa redonda sobre Informes periciales para la propuesta de medidas de apoyo para la discapacidad, en la que han intervenido Javier Pallarés Neila, Director de Apoyos y Ámbito Penitenciario, Fundación Manantial; y el Dr. Alfredo Calcedo Barba, Psiquiatra, Profesor Titular de Psiquiatría UCM, Hospital Gregorio Marañón, y Director del Magister en Psiquiatría Legal UCM.



En dicha mesa se han analizado los cambios que supone la Ley 8/2021 por la que se reforma la legislación civil y procesal para el apoyo a las personas con discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica, basándose los cimientos de la nueva ley en el principio de respeto de voluntad, deseos y preferencias de la persona frente al principio que primaba anteriormente del superior interés de la persona con discapacidad.



A continuación ha tenido lugar la conferencia Criminología: presente y futuro, que ha pronunciado Santiago Redondo Illescas,  Catedrático de Psicología de la Universidad de Barcelona y criminólogo, quien ha cerrado la primera jornada del congreso. Redondo ha destacado en su intervención que España tiene una criminalidad media-baja y una de las tasas comparativas más bajas del mundo. Ha asegurado que la convivencia humana supone un dilema constante y los mejores protectores de la violencia son la empatía y el autocontrol.







Por Alfredo Calcedo 4 de julio de 2025
Artículo de opinión que aborda las profundas implicaciones clínicas, éticas y culturales de la legalización de la muerte asistida (MAID o eutanasia) para personas con sufrimiento psicológico, especialmente en países como Países Bajos, Suiza y Canadá. Por ejemplo, en 2024, los Países Bajos registraron un récord de 219 muertes por eutanasia por sufrimiento psicológico, un aumento del 60% respecto al año anterior. La psiquiatra Hannah Spier, autora del artículo, expresa una preocupación creciente por cómo esta tendencia está transformando la práctica de la psiquiatría y el valor que la sociedad otorga a la vida humana. Denuncia un cambio en los valores médicos, de priorizar la curación y la esperanza, se ha pasado a exaltar la autonomía, la dignidad y la elección personal como valores supremos. Esto ha llevado a que el suicidio, antes considerado un síntoma de enfermedad mental, ahora pueda ser validado como una decisión racional. Como consecuencia clínica, se plantea una contradicción: si el sufrimiento psicológico es tan válido como el físico, ¿cómo se puede negar la eutanasia a quien padece depresión crónica? Esto obliga a los psiquiatras a decidir si un paciente suicida está enfermo o simplemente es “realista”. Por otro lado, es más que cuestionable la capacidad del sistema psiquiátrico para determinar con certeza quién está en su sano juicio para tomar esta decisión irreversible. Señala también el posible impacto en los profesionales y allegados. Se relatan casos de personas emocionalmente afectadas por acompañar a seres queridos en procesos de suicidio asistido, incluso sin tener antecedentes psiquiátricos. El sufrimiento de quienes rodean al paciente suele ser silenciado por el lenguaje clínico y legal que rodea al “derecho a morir con dignidad”. La autora advierte que la mera existencia de la eutanasia como opción puede ejercer presión sobre personas vulnerables, especialmente ancianos o discapacitados, que podrían sentirse como una carga. Se denuncia una cultura utilitarista que valora la vida solo si es productiva, autónoma y libre de sufrimiento. El artículo concluye con una crítica a la cultura contemporánea que trivializa la muerte como una opción más, y a un sistema que espera que los psiquiatras prevengan el suicidio mientras se legaliza su facilitación. La autora defiende la necesidad de preservar el valor intrínseco de la vida humana y de resistir la presión cultural que convierte la desesperación en una elección válida.
Por Alfredo Calcedo 4 de julio de 2025
El artículo explora cómo los trastornos del sueño y las enfermedades psiquiátricas están profundamente entrelazados , influyéndose mutuamente de forma compleja. Esta relación bidireccional complica tanto el diagnóstico como el tratamiento, y exige un enfoque clínico integrado. Insomnio: Es el trastorno más común y se asocia fuertemente con ansiedad y depresión. El insomnio crónico triplica el riesgo de desarrollar trastornos del estado de ánimo. La terapia cognitivo-conductual para el insomnio (CBT-I) es el tratamiento de primera línea y ha demostrado prevenir recaídas depresivas. Narcolepsia y trastornos del ritmo circadiano: A menudo se confunden con trastornos psiquiátricos como el trastorno bipolar o la esquizofrenia. Requieren una evaluación cuidadosa para evitar diagnósticos erróneos y tratamientos inadecuados. Parasomnias y síndrome de piernas inquietas: Son frecuentes en pacientes psiquiátricos y pueden agravar síntomas como la ansiedad o la irritabilidad. Su tratamiento específico puede mejorar tanto el sueño como la salud mental general. Apnea obstructiva del sueño (AOS): Se vincula con depresión, deterioro cognitivo y fatiga diurna. El tratamiento con CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias) puede mejorar significativamente el estado de ánimo y la función cognitiva. Desafíos diagnósticos Muchos síntomas del sueño se solapan con los de trastornos psiquiátricos, lo que puede llevar a confusión clínica. La falta de formación específica en medicina del sueño entre psiquiatras contribuye a diagnósticos incompletos o erróneos. Enfoques terapéuticos integrados Se recomienda una atención colaborativa entre psiquiatras, neurólogos y especialistas en medicina del sueño. El tratamiento efectivo de los trastornos del sueño puede mejorar la respuesta a psicofármacos y reducir la recurrencia de síntomas psiquiátricos. Los trastornos del sueño no deben considerarse síntomas secundarios, sino condiciones clínicas que merecen atención propia. Su abordaje adecuado puede transformar el pronóstico de muchos pacientes con enfermedades mentales.
Por Alfredo Calcedo 4 de julio de 2025
Estudio que investiga cómo los rasgos de la tríada oscura (narcisismo, maquiavelismo y psicopatía) se relacionan con la depresión y la flexibilidad de afrontamiento, utilizando el Modelo de los Cinco Grandes (FFM) y análisis de redes para identificar rasgos adaptativos y desadaptativos. Los rasgos de la tríada oscura son el maquiavelismo, el narcisismo y la psicopatía. Estos rasgos suelen estar vinculados a la manipulación, la autoimportancia y la falta de empatía, respectivamente. Los hallazgos sugieren que algunos rasgos de personalidad tradicionalmente considerados socialmente aversivos podrían, en realidad, cumplir funciones psicológicas protectoras y adaptativas en algunos contextos, dependiendo de cómo influyan en las estrategias de afrontamiento. Por ejemplo, las personas con alta capacidad de acción maquiavélica pueden ser asertivas, seguras de sí mismas y orientadas a objetivos. En cambio, rasgos como el antagonismo narcisista (sensación de derecho, la falta de empatía y la arrogancia) y el neuroticismo, comunes a múltiples dimensiones de la tríada oscura, suelen considerarse desadaptativos debido a su relación con el malestar emocional y las conductas conflictivas. Comentado en Psypost
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