Encefalitis por anticuerpos LGI1:

16 de mayo de 2024

Artículo que revisa las características clínicas de la encefalitis por anticuerpos LGI1 a través de varios casos clínicos.

Esta encefalitis autoinmune por anticuerpos 1-glioma inactivados ricos en leucina se caracteriza por síntomas cognitivos, psiquiátricos y neurológicos.

Las pistas que a veces se pasan por alto pueden ser convulsiones focales no motoras sutiles o breves sacudidas de la hemicara y/o del miembro superior y/o inferior ipsilateral, que a menudo se manifiestan antes del deterioro cognitivo, o episodios que pueden parecer síncopes e hiponatremia.

La memoria es el dominio cognitivo afectado con mayor frecuencia, con un patrón característico mixto anterógrado y retrógrado. Además, puede haber alteraciones del comportamiento.

La depresión/ansiedad, paranoia, alucinaciones y ansiedad ocurren en al menos el 50% de las personas.

La encefalitis LGI1 presenta clínica cognitiva y psiquiátrica, y puede imitar el deterioro cognitivo, la demencia rápidamente progresiva y la psicosis compleja en pacientes de edad avanzada. Conocer este tipo de encefalitis es relevante ya que existe una causa tratable y potencialmente reversible 

Por Alfredo Calcedo 27 de junio de 2025
Entrevista publicada en el periódico Nueva España a D. Juan José Martínez Jambrina , psiquiatra, miembro de la SEPL, director de Salud Mental en el área sanitaria de Avilés y referente internacional del ETAC (Equipo de Tratamiento Asertivo Comunitario), también conocido “Modelo Avilés”. Además, es el organizador de los congresos internacionales sobre el tratamiento asertivo comunitario en Avilés. E ste año es el 21 congreso y precisamente se celebra estos días (26-28 de junio). En la entrevista se destacan aspectos relacionados con la atención a adolescentes, prevención del suicidio, consumo de tóxicos y salud mental, y los problemas de financiación en salud mental.
Por Alfredo Calcedo 27 de junio de 2025
El artículo presenta los hallazgos de un metaanálisis en red (CNMA) que compara la eficacia y aceptabilidad de diversas intervenciones para adultos con TDAH. El estudio analizó 113 ensayos clínicos aleatorizados que abarcan tratamientos farmacológicos, terapias psicológicas, neuroestimulación y condiciones de control. Los tratamientos farmacológicos demostraron ser eficaces para reducir los síntomas principales del TDAH, aunque no se evidenció una mejora clara en la calidad de vida. Las intervenciones no farmacológicas, terapias psicológicas e intervenciones neuroestimuladoras, fueron calificadas como eficaces por los médicos pero no por los pacientes. El metanálisis se centró en medir la severidad de los síntomas a las 12 semanas, así como la aceptabilidad del tratamiento (medida por la tasa de abandono). También se consideraron resultados secundarios como disfunción ejecutiva, desregulación emocional y calidad de vida a largo plazo. Un aspecto innovador del estudio fue la inclusión de personas con experiencia vivida de TDAH en el diseño y ejecución del análisis, lo que permitió formular preguntas más relevantes y seleccionar resultados significativos desde la perspectiva del paciente. En el resultado principal de los síntomas centrales del TDAH a las 12 semanas, la atomoxetina y los medicamentos estimulantes fueron significativamente superiores al placebo, tanto en la evaluación del médico como en el autoinforme del paciente. La terapia de relajación fue menos efectiva que el placebo en las escalas autoevaluadas. La terapia cognitivo-conductual, la rehabilitación cognitiva, la atención plena, la psicoeducación y la estimulación transcraneal con corriente continua fueron superiores al placebo en las evaluaciones del médico, pero no en las escalas autoevaluadas. El artículo destaca la necesidad de comprender mejor la eficacia comparativa y la seguridad de las intervenciones disponibles para adultos con TDAH. Aunque los medicamentos siguen siendo una herramienta clave, el estudio subraya la importancia de enfoques integradores que incluyan la voz de quienes viven con el trastorno.
Por Alfredo Calcedo 27 de junio de 2025
Artículo que denuncia el creciente problema del ejercicio ilegal de la medicina por personas sin la formación ni acreditación necesarias , y alerta sobre sus consecuencias para la salud pública. Describe algunos casos concretos sucedidos en Bilbao y las Palmas de Gran Canaria y el caso de la falsa doctora del hospital de Berga (Barcelona). Se hace hincapié en que el intrusismo no solo vulnera la legalidad, sino que pone en riesgo la salud de los pacientes, al carecer estos “profesionales” de conocimientos, ética y supervisión. Además, se alerta sobre la proliferación de anuncios engañosos en redes sociales y plataformas digitales, que ofrecen tratamientos médicos sin control alguno. Considera que las penas son insuficientes y poco proporcionadas para su gravedad y destaca el valor de la colegiación médica como garantía para la ciudadanía por su labor de vigilancia y denuncia, actividad que los colegios médicos han intensificado en los últimos años. El artículo también describe el perfil del médico intruso y señala el alto intrusismo en la medicina estética. Finalmente, la salud mental, que se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la sociedad, es otro ejemplo de intrusismo. El aumento gradual de los problemas psicológicos en los últimos años, sumado a las largas listas de espera y la escasez de psicólogos clínicos en la sanidad pública, ha propiciado la aparición de numerosas personas que ofrecen servicios de ayuda psicológica. Entre ellos se encuentran coaches, pseudoterapeutas y “falsos” psicólogos, que actúan principalmente en redes sociales sin contar con la titulación oficial en Psicología que los habilite para ello. Desde este colectivo profesional también se persigue el intrusismo profesional.
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