Fármacos novedosos en cartera para el tratamiento de Esquizofrenia y TEPT

5 de febrero de 2024

A continuación se exponen una serie de fármacos novedosos, algunos todavía en investigación y otros ya presentados en la FDA, a la espera de aprobación, que tratan de dar respuesta a necesidades no cubiertas:


karxt (nuevo tratamiento para la esquizofrenia)

Karxt es una combinación de 2 moléculas, xanomelina y trospio.

La xanomelina es un agonista selectivo de los receptores colinérgicos muscarínicos (mAChR por sus siglas en inglés) M1 y M4. No tiene actividad directa en ningún receptor de dopamina y supuestamente reduce la dopamina en el estriado ventral mediante actividad presináptica en el sistema muscarínico colinérgico (receptor M4), lo que resulta en una disminución de la liberación de dopamina presináptica.

Para disminuir los efectos adversos de xanomelina se añade otra molécula, trospio (un antagonista de los receptores colinérgicos muscarínicos periféricos). De esta manera se mantienen los beneficios centrales del agonismo de los receptores muscarínicos de la xanomelina mientras que el trospio amortiguaría los efectos adversos, antagonizando los receptores muscarínicos periféricos.

Presentado a la FDA para su aprobación


Emraclidina (nuevo tratamiento para la esquizofrenia)

Al igual que KarXT, la emraclidina se dirige al sistema muscarínico colinérgico sin afinidad por ningún receptor de dopamina.

Se caracteriza por su alta afinidad por los receptores muscarínicos M4 (sin actividad significativa en los receptores M1, M2, M3 o M5) aunque no está claro si esto es un beneficio o limita su eficacia clínica.

Actualmente se encuentra en desarrollo, a la espera de los resultados de los ensayos de fase 2.


Iclepertin (Para el tratamiento de los síntomas cognitivos en la esquizofrenia)

Iclepertin es un inhibidor potente y selectivo del transportador de glicina GlyT1, lo que incrementa los niveles de glicina en el espacio intersináptico. La glicina es un coagonista obligatorio del receptor NMDA, necesario para la activación del sistema glutamatérgico.

Sería un gran paso adelante si iclepertin demostrara eficacia clínica estadística en la mejora de los síntomas cognitivos en la esquizofrenia, que sigue siendo una importante necesidad insatisfecha.

Actualmente con estudios en fase III.

 

Roluperidona (síntomas negativos en la esquizofrenia)

La roluperidona es una molécula novedosa que tiene antagonismo en los receptores adrenérgicos 5-HT2A, sigma-2 y a-1A. Fue diseñado específicamente para evitar la actividad de los receptores de dopamina.

Pendiente aprobación por la FDA


Evenamida (aumento de la esquizofrenia resistente al tratamiento)

Se ha demostrado que la evenamida , un inhibidor selectivo de los canales de Na+ dependientes de voltaje, normaliza la liberación de glutamato, lo que demuestra mejoras en modelos animales de psicosis tanto como monoterapia como como complemento de los antipsicóticos de primera y segunda generación, incluida la clozapina.

Se encuentra en una etapa muy temprana de desarrollo.


Terapia asistida por MDMA (para el trastorno de estrés postraumático)

La investigación actual respalda un modelo que implica principalmente psicoterapia, pero que incluye de 2 a 3 sesiones desde el principio, en las que el paciente también recibe 3,4-metilendioximetanfetamina (MDMA) junto con terapia manualizada con terapeutas capacitados. La MDMA es un empatógeno que produce la liberación presináptica de serotonina, así como la liberación de neurohormonas oxitocina, prolactina y cortisol.

Solicitada aprobación por la FDA de la combinación de MDMA con psicoterapia para el trastorno de estrés postraumático.

Por Alfredo Calcedo 2 de mayo de 2025
Nueva guía británica (NHS) sobre mejores prácticas para la evaluación, formulación y gestión de la seguridad de las personas con riesgo suicida . Esta guía promueve un cambio hacia un enfoque más holístico y centrado en la persona, en lugar de basarse en la predicción del riesgo, la cual es poco fiable debido a la rapidez con la que los pensamientos suicidas pueden cambiar. En su lugar, recomienda utilizar un método basado en la comprensión de la situación de cada persona y la gestión de su seguridad.
Por Alfredo Calcedo 2 de mayo de 2025
Artículo publicado en Psychiatric Times acerca de la práctica en psiquiatría , que a pesar de ser una disciplina pragmática que busca aliviar el sufrimiento de los pacientes con diversas herramientas, a menudo se ve obstaculizada por la rigidez de sus modelos teóricos y el tribalismo entre diferentes enfoques (psicoanalítico, farmacológico, etc.). Esta división puede llevar a la aplicación inflexible de etiquetas diagnósticas y tratamientos, ignorando la complejidad individual de cada paciente. El autor ilustra este punto con tres historias conmovedoras: Ray Osheroff: Un nefrólogo con depresión que fue mal diagnosticado y tratado exclusivamente con terapia psicoanalítica en Chestnut Lodge, lo que empeoró su condición hasta que fue trasladado y tratado con antidepresivos, revelando la arrogancia de un enfoque único. Susannah Cahalan: Una joven con una rara enfermedad autoinmune que causó psicosis, inicialmente diagnosticada erróneamente con problemas psiquiátricos y tratada con antipsicóticos, hasta que un neurólogo investigó más a fondo, exponiendo los peligros del reduccionismo psiquiátrico. Laura Delano: Una joven que fue diagnosticada con múltiples trastornos psiquiátricos y medicada durante 14 años desde la adolescencia, hasta que decidió dejar la medicación y recuperó una vida plena, cuestionando la tendencia a la patologización excesiva. Los autores concluyen que estas historias son lecciones de humildad para la psiquiatría. En lugar de defender rígidamente un solo paradigma, los profesionales deben adoptar un enfoque más flexible, pragmático y escéptico, combinando diferentes herramientas terapéuticas según las necesidades del paciente y reconociendo las limitaciones del campo ante la complejidad del sufrimiento humano. La clave está en la adaptabilidad y la capacidad de cuestionar las propias creencias para evitar el exceso de confianza que puede eclipsar la realidad con el paciente.
Por Alfredo Calcedo 2 de mayo de 2025
Artículo de opinión publicado en Redacción Médica sobre las dificultades para distinguir los límites que separan lo normal y lo patológico en salud mental. Destaca la difusa frontera entre lo normal y lo patológico, agravada por la subjetividad inherente a la condición humana y la relevancia de la psique en las relaciones interpersonales. A esto se suma una intolerancia cultural hacia la incomodidad, que fomenta la medicalización de experiencias humanas normales, como el duelo, la inseguridad laboral o la irritación ante problemas sociales, llevando a un consumo excesivo de psicofármacos. Los autores critican un abordaje superficial de estos problemas en el sistema sanitario, centrado en tratar síntomas y no en las causas profundas, lo que contribuye a la iatrogenia y al abuso de medicamentos. Destacan que la reciente aprobación de un nuevo plan de salud mental por el consejo interterritorial busca, entre otros objetivos, reducir este abuso promoviendo un enfoque comunitario. El plan incluye el refuerzo de recursos humanos en salud mental y la incorporación de psicólogos y acceso a psicoterapia. Sin embargo, advierte que una implementación acrítica podría aumentar la "psicologización" inadecuada. Sugiere que sería más efectivo permitir a los profesionales de atención primaria consultar a psicólogos en lugar de derivar directamente a los pacientes. Aunque se valora el énfasis del plan en alternativas a la institucionalización, los autores critican su falta de atención a la medicalización en salud mental y señala que propuestas como la "prescripción social" no abordan las causas reales de la demanda. Proponen, en cambio, un enfoque genuinamente comunitario, que promueva políticas públicas saludables en educación, trabajo, vivienda y ocio, implicando sectores más allá del sanitario para abordar las fuentes de malestar y desigualdad. Finalmente, el texto aboga por estrategias intersectoriales como las sugeridas por la OMS en su iniciativa "Salud en todas las políticas" y podría ser un paso positivo si fomenta la prevención de la medicalización inadecuada y fortalece la atención primaria y comunitaria para promover la salud colectiva en colaboración con otros sectores sociales.
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