Impacto del óxido nitroso en el deterioro neuropsiquiátrico en adolescentes:
El abuso de óxido nitroso (N₂O) representa un creciente problema de salud pública, en particular entre adolescentes y adultos jóvenes que lo consumen de forma recreativa. Esta revisión exploratoria investiga estudios recientes y fundamentales sobre los efectos neuropsiquiátricos a largo plazo asociados con el uso prolongado y frecuente de este gas volátil.
La búsqueda reveló que factores epidemiológicos como el bajo nivel socioeconómico, la influencia de los pares y el consumo simultáneo de alcohol o cannabis aumentan la probabilidad de abuso de N₂O.
El N₂O actúa a través del antagonismo del receptor N-metil-D-aspartato (NMDA) y la liberación endógena de opioides, alterando la dinámica de los neurotransmisores y provocando una posible dependencia. El consumo crónico altera el metabolismo de la vitamina B12 al oxidar la metilcobalamina, lo que afecta la producción de mielina y provoca una degeneración combinada subaguda de la médula espinal. Los estudios de neuroimagen revelan la desactivación del hipocampo y las cortezas visuales, lo que concuerda con los déficits observados en la memoria y el procesamiento sensorial.
Complicaciones neuropsiquiátricas como déficits cognitivos, psicosis, alteraciones del estado de ánimo, desregulación emocional y cambios de comportamiento se reportan con frecuencia en adolescentes. La adolescencia es un período crítico del desarrollo neurológico caracterizado por una mayor vulnerabilidad a los trastornos psiquiátricos y al deterioro funcional a largo plazo.
La intervención temprana mediante el cese del consumo, la suplementación con vitamina B12 y el uso de fármacos emergentes como la naltrexona y el aripiprazol puede mitigar los efectos adversos. Las iniciativas de salud pública, como las campañas educativas, el control legislativo y los programas de prevención en las escuelas, son fundamentales para frenar el consumo indebido continuo. A pesar de la creciente atención, persisten importantes lagunas en la comprensión de los resultados a largo plazo, los tratamientos eficaces y los patrones epidemiológicos globales. Es esencial realizar más investigaciones para desarrollar directrices clínicas basadas en evidencia y estrategias preventivas adaptadas a esta población en riesgo.


