Intrusismo en la profesión médica, un riesgo para la Salud Pública
Artículo que denuncia el creciente problema del ejercicio ilegal de la medicina por personas sin la formación ni acreditación necesarias, y alerta sobre sus consecuencias para la salud pública.
Describe algunos casos concretos sucedidos en Bilbao y las Palmas de Gran Canaria y el caso de la falsa doctora del hospital de Berga (Barcelona).
Se hace hincapié en que el intrusismo no solo vulnera la legalidad, sino que pone en riesgo la salud de los pacientes, al carecer estos “profesionales” de conocimientos, ética y supervisión. Además, se alerta sobre la proliferación de anuncios engañosos en redes sociales y plataformas digitales, que ofrecen tratamientos médicos sin control alguno.
Considera que las penas son insuficientes y poco proporcionadas para su gravedad y destaca el valor de la colegiación médica como garantía para la ciudadanía por su labor de vigilancia y denuncia, actividad que los colegios médicos han intensificado en los últimos años.
El artículo también describe el perfil del médico intruso y señala el alto intrusismo en la medicina estética.
Finalmente, la salud mental, que se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la sociedad, es otro ejemplo de intrusismo. El aumento gradual de los problemas psicológicos en los últimos años, sumado a las largas listas de espera y la escasez de psicólogos clínicos en la sanidad pública, ha propiciado la aparición de numerosas personas que ofrecen servicios de ayuda psicológica. Entre ellos se encuentran coaches, pseudoterapeutas y “falsos” psicólogos, que actúan principalmente en redes sociales sin contar con la titulación oficial en Psicología que los habilite para ello. Desde este colectivo profesional también se persigue el intrusismo profesional.

