La colaboración entre científicos rivales ayuda a superar el estancamiento científico
El artículo describe cómo la colaboración entre “científicos rivales”, permite a los investigadores con teorías opuestas trabajar juntos para diseñar estudios que puedan reconciliar sus diferencias y resolver situaciones de estancamiento científico.
Un ejemplo destacado es el de los psicólogos de la Universidad de Cornell, Wendy Williams y Stephen Ceci, quienes se unieron a los economistas Shulamit Kahn y Donna Ginther para investigar el sesgo contra las mujeres en la ciencia. Mientras que Williams y Ceci argumentaban que la ciencia se había vuelto más justa para las mujeres, Kahn y Ginther encontraban evidencia de sexismo explícito. En lugar de continuar con la disputa, decidieron colaborar en un estudio conjunto.
Este tipo de colaboración, aunque rara, puede acelerar la resolución de controversias científicas al evitar años de publicaciones combativas. Los resultados del estudio conjunto de Williams, Ceci y Kahn mostraron que, aunque existía sexismo en áreas como las disparidades salariales, no se encontraba en la financiación de becas y la contratación.
La colaboración adversarial requiere tiempo, esfuerzo y habilidades interpersonales, pero los defensores argumentan que los investigadores suelen terminar más amistosos y con una comprensión más precisa de la evidencia científica. Además, estos proyectos pueden reducir la polarización en la comunidad científica y en las redes sociales, donde las publicaciones individuales suelen recibir críticas intensas.

