La DEA propone reclasificar el cannabis como sustancia controlada

17 de mayo de 2024

La Administración de Control de Drogas (DEA) propondrá reclasificar el cannabis de la Lista I a la Lista III bajo la Ley de Sustancias Controladas.

La lista I incluye sustancias sin uso médico actualmente aceptado y con un alto potencial de abuso. Esa clase incluye heroína, LSD y éxtasis.

Los medicamentos de la Lista III tienen un potencial de dependencia física y psicológica de moderado a bajo y tienen un uso médico actualmente aceptado. Esta clase incluye ketamina, codeína, buprenorfina y los esteroides anabólicos.

La reclasificación de la marihuana a la Lista III reconoce los usos médicos aceptados de la marihuana, legalizándola efectivamente a nivel nacional para uso con receta. Este cambio fomentará la investigación médica, ya que las drogas de la Lista III enfrentan menos obstáculos regulatorios.

En su informe a la DEA sobre la reclasificación de la marihuana, la FDA tuvo cuidado de señalar que la recomendación de la agencia "no pretende implicar que se haya establecido la seguridad y eficacia de la marihuana que respaldaría la aprobación de la FDA de un medicamento de marihuana para una indicación particular".

Es importante recordarle a la gente que los medicamentos de la Lista III, por definición, tienen riesgos de adicción y otros efectos secundarios. El cannabis a menudo se presenta como divertido e inofensivo en películas y conversaciones pero sabemos que eso no es cierto.

Hay que recordar que el cannabis está relacionado con un mayor riesgo de manía, trastornos de ansiedad y esquizofrenia. Además, en personas que presentan un trastorno mental, no hay evidencia que el consumo de cannabis pueda ayudarles pero si hay evidencia que puede perjudicarles.

Por Alfredo Calcedo 12 de septiembre de 2025
El estudio OPTIMUN sobre los resultados del tratamiento de la depresión resistente en ancianos encontró que combinar, en lugar de cambiar los antidepresivos, es probablemente más efectivo para la depresión resistente al tratamiento. En este estudio, la suplementación del antidepresivo actual con aripiprazol obtuvo un resultado superior que cambiar el antidepresivo a bupropión, en las mediciones de bienestar psicológico. Además, más pacientes (aunque numéricamente, no estadísticamente) alcanzaron la remisión con la suplementación con aripiprazol o bupropión que con el cambio a bupropión. Comentado en Psychiatric Times.
Por Alfredo Calcedo 12 de septiembre de 2025
Se ha establecido que las alteraciones microbianas intestinales son una posible patogénesis de los trastornos mentales. Sin embargo, las características y diferencias en pacientes con esquizofrenia (ESC) o trastorno bipolar (TB) en la adultez emergente, así como sus subtipos, han sido poco estudiadas. En este estudio se han caracterizado e identificado diferentes composiciones de la microbiota intestinal en adultos emergentes con TB, SCH y sus subtipos. Cabe destacar que los marcadores microbianos intestinales podrían ser útiles para clasificar el TB y el SCH, así como sus subtipos con síntomas similares. Estos hallazgos proporcionan evidencia adicional de que el eje microbiota-intestino-cerebro está involucrado en la patogénesis del TB y el SCH y sientan las bases para un mayor desarrollo del diagnóstico clínico basado en microbios para el TB y el SCH.
Por Alfredo Calcedo 12 de septiembre de 2025
El delirium afecta al 23% de los adultos en unidades médicas, al 31% en UCI y al 75% de los pacientes de UCI con ventilación mecánica. La Guía Práctica de la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) para la Prevención y el Tratamiento del Delirium revisa las intervenciones farmacológicas y no farmacológicas basadas en la evidencia para prevenir o tratar el delirium en adultos. Además, incluye recomendaciones sobre la evaluación y la planificación del tratamiento, que son parte integral de la atención centrada en el paciente. La guía describe estrategias para implementar recomendaciones y sugerencias en la práctica clínica. Al proporcionar información actualizada, la guía busca ayudar a los profesionales clínicos a sentirse más seguros en la prevención, el reconocimiento y el tratamiento del delirium, mejorando así la atención y el bienestar de sus pacientes. Comentado en Psychiatric Times