La salud mental de los profesionales sanitarios

18 de enero de 2024

Artículo sobre la salud mental de los médicos en el sistema nacional de salud de España. Algunos datos presentados:


El 86,4% de los 925 médicos que recurrieron al Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (Paime) en 2022 (último año con cifras oficiales) lo hicieron por problemas relacionados con la salud mental (depresión, ansiedad, trastornos adaptativos y del estado de ánimo, falta de sueño...). Este dato es mucho más alto que el del resto de consultas (alcoholismo, adicciones a sustancias tóxicas, patología dual...). Además, ese porcentaje no ha dejado de crecer en la última década, y se ha disparado de forma espectacular desde 2019, el año previo al inicio de la pandemia.



En una encuesta realizada por la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo (AEEMT) a más de 4.300 especialistas en 2023, el 60% era usuario real o potencial de servicios de apoyo psicológico o de atención a la salud mental (públicos y privados) en el año 2022, frente al 24% que declaraba serlo en 2020. El 38% de los médicos se siente sobrepasado y el 43% dice sufrir burnout, cifras ambas muy superiores a las autopercibidas en el periodo prepandémico.

Por Alfredo Calcedo 16 de julio de 2025
Revisión sistemática y metaanálisis que investiga la incidencia y naturaleza de los síntomas después de la interrupción de los antidepresivos . Resultados: en promedio, los participantes que suspendieron los antidepresivos experimentaron más síntomas de interrupción que quienes suspendieron el placebo o continuaron con los antidepresivos. El síntoma más común en las dos primeras semanas tras la suspensión de los antidepresivos fue el mareo (seguido de náuseas, vértigo y nerviosismo). La suspensión de los antidepresivos no se asoció con síntomas depresivos. Conclusiones: las personas que interrumpieron los antidepresivos experimentaron más síntomas en comparación con las que interrumpieron el placebo o continuaron tomando un antidepresivo, pero el número medio de síntomas estuvo por debajo del valor de corte para el síndrome de interrupción clínicamente importante. El empeoramiento del estado de ánimo no se asoció con la discontinuación; por lo tanto, la aparición tardía de depresión tras la discontinuación es indicativa de una recaída.
Por Alfredo Calcedo 16 de julio de 2025
Muchos suicidios ocurren en lugares públicos, generalmente al saltar desde alturas o usar el transporte público. Investigaciones previas se han centrado principalmente en la eficacia de las barreras físicas en lugares de uso frecuente. No existen estudios sobre la intervención humana para prevenir suicidios en lugares públicos. El objetivo de este estudio fue identificar los componentes esenciales de una intervención eficaz por parte de un ciudadano para evitar el suicidio de una persona. Método. Se realizaron entrevistas cualitativas exhaustivas con personas a quienes un desconocido les impidió suicidarse en un lugar público (n=12) o a quienes se intervino para evitar que un desconocido se quitara la vida en un lugar público (n=21). En conjunto, ambos grupos relataron 50 incidentes de rescate por suicidio. Conclusiones: Este es el primer estudio empírico que examina el papel de los desconocidos que pasan por el lugar en la prevención de suicidios en lugares públicos. Demuestra que no se necesitan habilidades especiales. Los interventores fueron personas comunes, distinguidas solo por un alto nivel de conciencia social, combinado con una disposición para la acción social. Los hallazgos también sugieren que las personas no necesitan un guion y no deben tener miedo de decir "algo incorrecto". Lo que dijeron los interventores fue mucho menos importante que cómo hicieron sentir a la persona suicida, es decir, segura, conectada y validada ("Yo importo"). Los interventores lograron esto simplemente siendo ellos mismos, respondiendo con autenticidad, calma y compasión. Es necesario alentar a los miembros del público a reconocer y acercarse a aquellos que pueden estar en riesgo de suicidio en lugares públicos, pero deben estar preparados para un encuentro prolongado e intenso que puede dejarlos con emociones perturbadoras.
Por Alfredo Calcedo 16 de julio de 2025
A pesar de la alta prevalencia del trastorno por consumo de alcohol (TUA), solo una minoría de pacientes recibe los tratamientos farmacológicos recomendados, posiblemente debido a la incertidumbre sobre la eficacia real de estos medicamentos. En este estudio de registro , se analizan datos de registros nacionales para investigar la asociación entre los medicamentos aprobados para el TUA (naltrexona, acamprosato, disulfiram y nalmefeno) y el riesgo de hospitalizaciones relacionadas con el alcohol en personas con TUA. Resultados La exposición a naltrexona o disulfiram, o una combinación de ambos, se asoció significativamente con un menor riesgo de hospitalizaciones relacionadas con el alcohol, mientras que el acamprosato y el nalmefeno no. En la actualidad, los tratamientos farmacológicos están infrautilizados entre las personas con trastorno por consumo de alcohol. Limitaciones La estimación de los períodos de exposición se basó en datos de prescripción. Sólo se consideraron en los análisis aquellos individuos que tuvieron contacto con el sistema de salud y recibieron un diagnóstico de TUA.
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