Los edulcorantes presentes en alimentos procesados, en el punto de mira por su vinculación como acelerador del deterioro cognitivo

23 de septiembre de 2025

El consumo de edulcorantes bajos en calorías o sin calorías (EBC) se ha asociado con consecuencias adversas para la salud. Sin embargo, se sabe poco sobre su relación con la cognición.

Este estudio observacional longitudinal investiga la asociación entre el consumo de EBC y el deterioro cognitivo.

Los edulcorantes artificiales examinados en el estudio fueron el aspartamo, la sacarina, el acesulfamo-K, el eritritol, el xilitol, el sorbitol y la tagatosa.

Conclusiones del estudio: El consumo de EBC se asoció con una tasa acelerada de deterioro cognitivo durante los 8 años de seguimiento. Los hallazgos sugieren la posibilidad de daños a largo plazo en la función cognitiva por el consumo de edulcorantes artificiales y alcoholes de azúcar. Las limitaciones del estudio incluyen datos dietéticos autodeclarados, sesgo de selección por deserción y factores de confusión residuales derivados de conductas de salud coexistentes.

Comentado en el Diario El Mundo.

Por Alfredo Calcedo 7 de noviembre de 2025
El artículo expone cómo ciertos diagnósticos psiquiátricos fueron creados sin base científica, con fines de control social, político o moral, y en muchos casos, profundamente marcados por prejuicios racistas, sexistas o ideológicos. Se mencionan ejemplos históricos como: Drapetomanía y disestesia etiópica , creados por Samuel Cartwright en el siglo XIX para justificar la esclavitud, patologizando el deseo de libertad de los esclavos negros. Dromomanía , definida como una “locura por viajar”, que reflejaba más un fenómeno social que una enfermedad. Síndrome post-aborto, promovido por sectores conservadores para deslegitimar el aborto, sin respaldo científico. Síndrome de alienación parental, utilizado en contextos judiciales para desacreditar denuncias de abuso infantil, especialmente en casos de violencia de género. Homosexualidad , incluida como trastorno en el DSM-I (1952) y posteriormente eliminada en 1973 (DSM) y 1990 (OMS), tras décadas de tortura y persecución. El artículo concluye con una reflexión ética sobre el papel de la psiquiatría en la historia y la necesidad de recordar estos errores para no repetirlos. Muchos de estos “diagnósticos” sirvieron para legitimar el poder, castigar la disidencia y perpetuar sistemas de opresión.
Por Alfredo Calcedo 7 de noviembre de 2025
La Organización Médica Colegial (OMC) ha presentado el Estudio de Demografía Médica 2025, un análisis exhaustivo sobre la situación actual y futura de la profesión médica en España. La OMC sostiene que no hay escasez de médicos en términos absolutos, sino una mala distribución territorial y falta de planificación estratégica. España cuenta con 275.963 médicos colegiados en activo, superando la media europea en densidad médica. Sin embargo, hay desigualdades entre comunidades autónomas, con algunas regiones muy por encima de la media y otras claramente por debajo. El estudio también revela que el 59,3% de los médicos en activo son mujeres, y que el 71% de los estudiantes de Medicina son mujeres, lo que anticipa un cambio estructural en la profesión. La edad media de los médicos es de 47,5 años, y se estima que 69.000 médicos se jubilarán entre 2025 y 2035, lo que exige una planificación urgente para el relevo generacional. España líder mundial en número de facultades de Medicina por habitante, pero aún está por debajo de la media de la OCDE en graduados (13,6 por cada 100 000 habitantes frente a 14,5). La sanidad privada sigue creciendo, representando ya el 28,4% del gasto sanitario total. En resumen, el artículo defiende que la clave no está en aumentar el número de médicos, sino en planificar mejor, redistribuir equitativamente, y ofrecer incentivos adecuados para garantizar un sistema sanitario sostenible y justo en todo el territorio nacional.
Por Alfredo Calcedo 7 de noviembre de 2025
Reportaje acerca de los tristes episodios de suicidios masivos que ocurrieron en las ciudades alemanas al final de la II Guerra Mundial. Solo en Berlín, se calcula que más de diez mil personas se quitaron la vida. El caso de Demmin, una ciudad agrícola del nordeste donde el Partido Nazi tenía gran influencia, es especialmente trágico. En solo tres días, entre el 30 de abril y el 2 de mayo de 1945, se desató una epidemia de suicidios masivos en el que murieron más de mil de sus quince mil habitantes. Familias enteras se aniquilaron utilizando cuchillas de afeitar, ahorcamientos, disparos, con cianuro o lanzándose al río atados a pesadas piedras. Entre los factores que influyeron en esta epidemia de suicidios esta la propaganda nazi. Tras doce años de dictadura, los nazis les habían repetido que era "todo o nada; o se ganaba o se perdía, se vivía o se moría". Por ello, al hacerse evidente la derrota, la población sintió que el mundo había terminado y que no había futuro. Además, el terror al inminente Ejército Rojo, pues los habitantes sabían de las atrocidades soviéticas gracias a los miles de alemanes que se refugiaban allí huyendo del Este. Y a la desesperación se unió al sentimiento de traición y abandono por parte de las autoridades locales –el alcalde, líderes partidistas, oficiales y soldados de las SS y la policía– que huyeron. En resumen, un triste episodio más de muerte y destrucción por las guerras y que demuestra lo vulnerable e influenciable que es el ser humano frente a su gran enemigo, el ser humano.