Medicina de género juvenil: Diferencias entre Europa y EEUU

14 de diciembre de 2023

Artículo de Leor Sapir, miembro del Instituto Manhattan, doctor en ciencias políticas y experto en cuestiones de identidad de género y transgénero. Artículo basado en la entrevista que realiza a la dra. Riittakerttu Kaltiala, psiquiatra jefe de una clínica de género pediátrica y una de las mayores expertas en medicina de género de Finlandia.


La entrevista pone de manifiesto las diferencias que existen entre el establishment médico estadounidense y sus homólogos europeos cuando se aborda el tratamiento de menores que rechazan su sexo.


A continuación, se exponen algunos fragmentos del artículo:

De acuerdo con las declaraciones de la Dra. Kaltiala, “la evidencia de un total de 12 estudios hasta la fecha demuestra que cuando se deja que los niños con comportamiento transgénero o variante de género se desarrollen naturalmente, la gran mayoría (cuatro de cada cinco) llegan a un acuerdo con sus cuerpos y aprenden a aceptar su sexo…


La noción de que ningún ser humano debería experimentar jamás ninguna incomodidad asociada con la encarnación masculina o femenina, incluso durante el turbulento período de la pubertad, es la promesa utópica que alimenta gran parte de la industria de la transición de género.


En cuanto a los adolescentes, Kaltiala distingue entre la minoría cuya disforia comenzó en la infancia y se intensificó durante la pubertad y aquellos cuya disforia apareció por primera vez después del inicio de la pubertad. Para los miembros del primer grupo, Kaltiala sugirió que la discordancia de identidad de género puede ser más estable, aunque se debe enfatizar que no hay estudios longitudinales controlados que confirmen esta observación, y algunos expertos creen que medicalizar a los adolescentes incluso en esta cohorte crea una profecía autocumplida. En cuanto a los adolescentes cuya disforia comenzó en la pubertad, se trata, principalmente de mujeres con tasas extremadamente altas de problemas de salud mental concurrentes. Dado que “el fenómeno es nuevo” y “no hay conocimiento científico sobre la constancia de esta experiencia”, sería irresponsable consolidar su autoidentificación de género en documentos estatales.


Los defensores del enfoque “afirmativo” estadounidense tienden a ignorar las tendencias más amplias de los problemas de la salud mental entre los adolescentes en las últimas décadas, una tendencia profundamente preocupante que parece afectar a las niñas en particular y está vinculada al uso de las redes sociales. 

El autismo parece ser especialmente común en jóvenes que se identifican como transgénero y buscan una transición médica. Un estudio de 2019 sobre pacientes de la clínica de género pediátrica más grande del Reino Unido encontró que el 48% estaba en el rango de autismo.


En cuanto a la cuestión del suicidio, que se ha convertido prácticamente en el único argumento que los activistas de la “afirmación de género” esgrimen en apoyo de su práctica preferida, Kaltiala afirma que es “desinformación intencionada, y difundirla es irresponsable” … Si bien hay evidencia de que los adolescentes que se identifican como transgénero tienen tasas elevadas de suicidio y tendencias suicidas, no hay evidencia de que su elevado riesgo se deba a una identidad de género no afirmada o que la transición social y médica reduzca su riesgo de autolesión. 



La Sociedad Finlandesa de Pediatría, se ha manifestado en contra del apoyo gubernamental a la autoidentificación de género en menores en una declaración ante el parlamento finlandés. Asimismo, la Asociación Médica Finlandesa aconseja limitar el reconocimiento legal de género a los adultos. Estas declaraciones van directamente en contra de la política de la Academia Estadounidense de Pediatría que desde 2018, recomienda una “afirmación” inmediata y acrítica de los menores, independientemente de su edad. También entra en conflicto con la práctica de facto en las escuelas estadounidenses de que los niños en transición social lo soliciten, a menudo sin el conocimiento o consentimiento de los padres.

Por Alfredo Calcedo 2 de mayo de 2025
Nueva guía británica (NHS) sobre mejores prácticas para la evaluación, formulación y gestión de la seguridad de las personas con riesgo suicida . Esta guía promueve un cambio hacia un enfoque más holístico y centrado en la persona, en lugar de basarse en la predicción del riesgo, la cual es poco fiable debido a la rapidez con la que los pensamientos suicidas pueden cambiar. En su lugar, recomienda utilizar un método basado en la comprensión de la situación de cada persona y la gestión de su seguridad.
Por Alfredo Calcedo 2 de mayo de 2025
Artículo publicado en Psychiatric Times acerca de la práctica en psiquiatría , que a pesar de ser una disciplina pragmática que busca aliviar el sufrimiento de los pacientes con diversas herramientas, a menudo se ve obstaculizada por la rigidez de sus modelos teóricos y el tribalismo entre diferentes enfoques (psicoanalítico, farmacológico, etc.). Esta división puede llevar a la aplicación inflexible de etiquetas diagnósticas y tratamientos, ignorando la complejidad individual de cada paciente. El autor ilustra este punto con tres historias conmovedoras: Ray Osheroff: Un nefrólogo con depresión que fue mal diagnosticado y tratado exclusivamente con terapia psicoanalítica en Chestnut Lodge, lo que empeoró su condición hasta que fue trasladado y tratado con antidepresivos, revelando la arrogancia de un enfoque único. Susannah Cahalan: Una joven con una rara enfermedad autoinmune que causó psicosis, inicialmente diagnosticada erróneamente con problemas psiquiátricos y tratada con antipsicóticos, hasta que un neurólogo investigó más a fondo, exponiendo los peligros del reduccionismo psiquiátrico. Laura Delano: Una joven que fue diagnosticada con múltiples trastornos psiquiátricos y medicada durante 14 años desde la adolescencia, hasta que decidió dejar la medicación y recuperó una vida plena, cuestionando la tendencia a la patologización excesiva. Los autores concluyen que estas historias son lecciones de humildad para la psiquiatría. En lugar de defender rígidamente un solo paradigma, los profesionales deben adoptar un enfoque más flexible, pragmático y escéptico, combinando diferentes herramientas terapéuticas según las necesidades del paciente y reconociendo las limitaciones del campo ante la complejidad del sufrimiento humano. La clave está en la adaptabilidad y la capacidad de cuestionar las propias creencias para evitar el exceso de confianza que puede eclipsar la realidad con el paciente.
Por Alfredo Calcedo 2 de mayo de 2025
Artículo de opinión publicado en Redacción Médica sobre las dificultades para distinguir los límites que separan lo normal y lo patológico en salud mental. Destaca la difusa frontera entre lo normal y lo patológico, agravada por la subjetividad inherente a la condición humana y la relevancia de la psique en las relaciones interpersonales. A esto se suma una intolerancia cultural hacia la incomodidad, que fomenta la medicalización de experiencias humanas normales, como el duelo, la inseguridad laboral o la irritación ante problemas sociales, llevando a un consumo excesivo de psicofármacos. Los autores critican un abordaje superficial de estos problemas en el sistema sanitario, centrado en tratar síntomas y no en las causas profundas, lo que contribuye a la iatrogenia y al abuso de medicamentos. Destacan que la reciente aprobación de un nuevo plan de salud mental por el consejo interterritorial busca, entre otros objetivos, reducir este abuso promoviendo un enfoque comunitario. El plan incluye el refuerzo de recursos humanos en salud mental y la incorporación de psicólogos y acceso a psicoterapia. Sin embargo, advierte que una implementación acrítica podría aumentar la "psicologización" inadecuada. Sugiere que sería más efectivo permitir a los profesionales de atención primaria consultar a psicólogos en lugar de derivar directamente a los pacientes. Aunque se valora el énfasis del plan en alternativas a la institucionalización, los autores critican su falta de atención a la medicalización en salud mental y señala que propuestas como la "prescripción social" no abordan las causas reales de la demanda. Proponen, en cambio, un enfoque genuinamente comunitario, que promueva políticas públicas saludables en educación, trabajo, vivienda y ocio, implicando sectores más allá del sanitario para abordar las fuentes de malestar y desigualdad. Finalmente, el texto aboga por estrategias intersectoriales como las sugeridas por la OMS en su iniciativa "Salud en todas las políticas" y podría ser un paso positivo si fomenta la prevención de la medicalización inadecuada y fortalece la atención primaria y comunitaria para promover la salud colectiva en colaboración con otros sectores sociales.
Más entradas