¿Puede la masturbación regular los síntomas del TEPT en los casos de abuso sexual infantil?

16 de mayo de 2025

El abuso sexual infantil (ASI) es un problema de salud pública con efectos profundos y duraderos en el bienestar emocional, psicológico y sexual de los sobrevivientes. Si bien una amplia investigación ha examinado los desafíos sexuales interpersonales asociados con el ASI, se sabe menos sobre su asociación con conductas sexuales solitarias como la masturbación, en particular los motivos o razones subyacentes.

Este estudio investiga sobre la compleja interacción entre el abuso sexual infantil, el TEPT y los motivos de la masturbación. En concreto, tres motivos específicos de masturbación: mejora del estado de ánimo, relajación/alivio del estrés y disminución de la excitación sexual.

Una muestra de 624 adultos (M = 29,51 años, SD = 10,23) completó una encuesta en línea que evaluaba el historial de ASI, los síntomas de TEPT, la frecuencia de masturbación y los motivos de la masturbación.

Resultados: el abuso sexual infantil (ASI) se asoció con mayores síntomas de TEPT, los cuales, a su vez, se vincularon con mayores niveles de motivación para la masturbación, relacionados con la mejora del estado de ánimo, la relajación y la disminución de la excitación sexual. Cabe destacar que las asociaciones directas entre el ASI y la motivación para la masturbación no fueron estadísticamente significativas. Estos hallazgos sugieren que la masturbación puede servir como mecanismo de afrontamiento, ya sea como regulación emocional adaptativa o, en ocasiones, como una respuesta desadaptativa que implica evitación o angustia.

Por Alfredo Calcedo 30 de junio de 2025
El consumo de cannabis ha ido aumentando en los EE. UU., pero se sabe poco sobre los patrones de consumo (formas, frecuencia y razones) y los factores asociados con el consumo de cannabis en veteranos mayores (≥65 años). En este estudio transversal se investiga la prevalencia y las correlaciones del consumo de cannabis y el trastorno por consumo de cannabis (CUD) entre personas mayores de 65 años. Resultados De los 4503 participantes (85,4% hombres y edad media de 73,3 años), el 58,2% había consumido alguna vez cannabis, el 28,9% de los cuales informó consumir cannabis por razones médicas, más comúnmente para el dolor (56,4%), el estado de ánimo o la salud mental (18,4%) y el sueño (16,0%). Más de 1 de cada 10 personas reportaron haber consumido cannabis en los últimos 30 días (10,3 %) y el 52,4 %) de estas personas consumieron cannabis durante 20 días o más; fumar (72,4 %) y consumir comestibles (36,9 %) fueron las formas de consumo más comunes. Las características asociadas con el consumo en los últimos 30 días incluyeron una edad más joven (65-75 años), dificultades económicas, consumo de tabaco y drogas ilegales, y residir en un estado donde el cannabis es legal para uso recreativo. Entre quienes habían consumido cannabis en los últimos 30 días, el 36,3 % dio positivo en la prueba de cribado de trastorno por uso de cannabis (TUC), con mayor probabilidad entre los encuestados más jóvenes, quienes reportaron ansiedad, quienes presentaban uno o más déficits en las actividades de la vida diaria, quienes consumían drogas ilegales, quienes consumían cannabis frecuentemente y quienes consumían cannabis recreativamente. El consumo de cannabis inhalado en los últimos 30 días, en comparación con el consumo exclusivo de comestibles, se asoció con una mayor probabilidad de cualquier TUC. Conclusiones. En este estudio transversal sobre el consumo de cannabis en veteranos mayores, el consumo fue frecuente y más de un tercio de quienes lo consumieron en los últimos 30 días presentaron algún trastorno por consumo de cannabis. La prevalencia del consumo de cannabis en los últimos 30 días fue similar a la del consumo de tabaco, y los factores de riesgo para el consumo de cannabis fueron similares a los observados en otras poblaciones. El consumo frecuente e inhalado de cannabis se asoció con una mayor probabilidad de cualquier trastorno por consumo de cannabis. Es necesario realizar pruebas de detección rutinarias del consumo de cannabis en los entornos clínicos de la Administración de Salud de Veteranos para identificar a los adultos mayores con consumo de cannabis.
Por Alfredo Calcedo 30 de junio de 2025
Los adolescentes a menudo presentan conductas de riesgo en situaciones de crisis, principalmente riesgo para sí mismos, pero a veces riesgo para otros. La violencia adolescente es común y no es solo competencia de la psiquiatría para adolescentes. Los médicos pueden carecer de confianza para evaluar el riesgo de violencia y pueden descuidar áreas vitales que son esenciales para reducir el riesgo. El uso de evaluaciones estructuradas del riesgo de violencia permite a la red profesional multiinstitucional formular la presentación de un joven y su violencia de una manera holística y, en consecuencia, desarrollar planes específicos de gestión de riesgos que aborden áreas como la supervisión, las intervenciones y la gestión de casos para reducir el riesgo de violencia futura. De las diversas herramientas validadas desarrolladas para jóvenes, la Evaluación Estructurada del Riesgo de Violencia - Jóvenes (SAVRY™) es la más utilizada por los psiquiatras de adolescentes en Reino Unido. Este artículo describe la epidemiología, las causas y los propósitos de la violencia entre adolescente s; analiza los tipos de herramientas de evaluación de riesgos; explora la entrevista SAVRY; y presenta una formulación de riesgo ficticia.
30 de junio de 2025
Artículo que explora el concepto del “sanador herido” en el ámbito de la salud mental , analizando su evolución histórica, sus implicaciones éticas y profesionales, y su relevancia actual en los servicios de atención sanitaria. El término “sanador herido” fue popularizado por Carl Jung («el médico solo es eficaz cuando él mismo se ve afectado. Solo el médico herido sana”) para describir a profesionales que, habiendo atravesado experiencias personales de sufrimiento o enfermedad mental, utilizan ese conocimiento vivido como una herramienta terapéutica. Destaca también la experiencia de otros profesionales destacados, como Melanie Klein o John Bowlby. El artículo traza cómo la figura del “sanador herido” ha sido históricamente marginada o romantizada, y cómo en las últimas décadas ha ganado legitimidad dentro de los marcos de recuperación y atención centrada en la persona. Se examina cómo las personas con experiencia vivida han pasado de ser consideradas pacientes pasivos a convertirse en agentes activos dentro del sistema de salud mental, ya sea como pares, trabajadores de apoyo o incluso terapeutas. En conclusión, las investigaciones demuestran que reconocer la experiencia vivida de los profesionales clínicos tiene beneficios significativos en la atención y los resultados de la salud mental. Quizás una mayor aceptación de nuestros propios "sanadores heridos" sea el primer paso para incorporar verdaderamente la sabiduría de quienes tienen experiencias vividas en nuestros servicios de salud mental.
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