Señales tempranas de la pérdida de capacidad financiera

26 de junio de 2025

Este estudio de casos y controles analiza si los datos bancarios pueden revelar conductas tempranas de deterioro en la capacidad financiera, especialmente en personas mayores. Se centra en 16.742 individuos del Reino Unido que registraron un poder notarial bancario (PoA) por pérdida de capacidad financiera, comparándolos con un grupo de control de 50.226 personas sin ese registro.

Durante los 5 años previos al registro del PoA, en comparación con el grupo de control, se encontraron los siguientes hallazgos en la población que había registrado un poder notarial bancario (PoA):

- Reducción de la actividad diaria: El grupo con pérdida de capacidad mostró una disminución progresiva en la frecuencia de transacciones y en la variedad de lugares donde realizaban compras. Los donantes tenían cada vez menos probabilidades de gastar en actividades cotidianas (ropa, viajes, ej., hoteles, pasatiempos, ej., jardinería).

- Mayor permanencia en casa: Se observó un aumento en el tiempo pasado en el hogar (p. ej., incremento en las facturas de gas y electricidad del hogar), lo que sugiere una reducción en la movilidad o participación social.

- Vulnerabilidad financiera creciente: Hubo señales de deterioro económico, como

aumento en las frecuencias de solicitudes de restablecimiento de PIN (número de identificación personal), mayor casos de fraude, aumento del número de tarjetas de crédito o débito perdidas o robadas. Una menor atención a las finanzas en comparación con el grupo de control a través de una menor actividad en la banca en línea

- Cambios sutiles pero consistentes: Estos patrones comenzaron a manifestarse hasta 10 años antes del registro formal del PoA, lo que indica que el deterioro financiero puede ser un marcador temprano de declive cognitivo o funcional.

Conclusión: 

Los datos bancarios ofrecen señales conductuales valiosas que pueden anticipar la pérdida de capacidad financiera. Estos hallazgos abren la puerta a nuevas estrategias de detección temprana y protección financiera para adultos mayores.

Por Alfredo Calcedo 26 de diciembre de 2025
Noticia publicada en Redacción Médica : La OMS ha calificado a los agonistas del receptor GLP-1 , presentes en medicamentos como Wegovy, Mounjaro y Ozempic como fármacos esenciales. Sin embargo, según Irene Bretón, coordinadora del Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), España no está preparada para financiar ni implementar de forma generalizada los nuevos tratamientos farmacológicos para el tratamiento de la obesidad. Sería un gran reto por "el alto coste económico, la falta de recursos asistenciales y la necesidad de un abordaje multidisciplinar" en esta enfermedad tan multifactorial y compleja.
Por Alfredo Calcedo 26 de diciembre de 2025
Los autores exploran cómo reconstruir la narrativa científica de la depresión mayor (MDD, por su sigla en inglés) para reflejar un enfoque más fiel a los conocimientos actuales en neurobiología y comunicación clínica. El texto parte del reconocimiento de que el paradigma dominante de “desequilibrio químico” —particularmente el déficit de serotonina— se ha arraigado tanto en la comunidad médica como en el público general, pese a su debilidad empírica. Este modelo simplista ha fomentado expectativas excesivamente farmacocéntricas y ha generado desconfianza cuando diversas revisiones —como la llevada a cabo por Moncrieff— han cuestionado la validez de la hipótesis de la serotonina. Frente a ello, los autores proponen una reconstrucción del marco conceptual basado en la neuroplasticidad : los factores heterogéneos que contribuyen al TDM convergen en mecanismos de disfunción sináptica que conducen a una actividad y conectividad desadaptativas en regiones cerebrales cognitivas y emocionales clave, lo que encierra al cerebro en una espiral de sesgo de negatividad e inflexibilidad cognitiva. El tratamiento del TDM requiere la activación de la neuroplasticidad para alterar las sinapsis y reconfigurar los circuitos cerebrales, ayudando a los pacientes a superar el bloqueo. En este contexto, explican cómo diversas intervenciones —farmacológicas y no farmacológicas— actúan potenciando la plasticidad neural, restaurando la funcionalidad sináptica, los patrones de activación en redes cerebrales, y facilitando procesos adaptativos emocionales y cognitivos personalizados. Este enfoque neuroplástico no solo abarca los antidepresivos convencionales (monoaminérgicos), sino también tratamientos más recientes —como ketamina y psicodélicos—, así como enfoques psicoterapéuticos y neuromodulatorios. La convergencia de dichos tratamientos demuestra que la mejora no depende exclusivamente de principios neurotransmisores, sino de una acción más profunda sobre la capacidad del cerebro para reorganizarse. El reto para los médicos e investigadores es resumir este conjunto de evidencia de forma que ofrezca una alternativa precisa y accesible a la hipótesis del déficit de serotonina. La comunicación científica enseña que las metáforas son formas poderosas de transmitir información El clínico puede explicar cómo la interacción entre estrés, genética, inflamación y plasticidad cerebral puede inducir un “cerebro atrapado” en las rutinas del sesgo de negatividad y la inflexibilidad cognitiva y emocional, y cómo diversas intervenciones pueden “desatascarlo”.
Por Alfredo Calcedo 26 de diciembre de 2025
La desprescripción es fundamental para una buena práctica de prescripción, pero puede ser compleja y la guía disponible es limitada. En septiembre de 2025, la Universidad de Australia Occidental publicó una nueva guía clínica para la desprescripción de medicamentos en personas mayores . Si bien la desprescripción es relevante para pacientes de todas las edades, la guía se centra en las personas mayores porque enfrentan un mayor riesgo de daños relacionados con los medicamentos debido a la mayor prevalencia de multimorbilidad, polifarmacia y medicamentos potencialmente inapropiados. Se ofrecen recomendaciones y buenas prácticas para más de 30 clases de fármacos comúnmente utilizados por personas mayores, que complementan las guías terapéuticas existentes para cada fármaco y enfermedad. También se incluyen recomendaciones y buenas prácticas que abordan la polifarmacia o el uso de múltiples clases de fármacos. En total, hay 185 recomendaciones y 70 declaraciones de buenas prácticas. La guía promueve la toma de decisiones compartida, involucrando al paciente y a su médico de cabecera u otro especialista, para garantizar que las decisiones de desprescripción se ajusten a las preferencias, objetivos y plan de tratamiento general del paciente. Comentado en Australian Prescriber