Actualización de la guía clínica canadiense para el tratamiento del trastorno depresivo mayor (CANMAT 2023)
23 de mayo de 2024
La Red Canadiense para el Tratamientos del Estado de Ánimo y la Ansiedad (CANMAT) ha editado una actualización de la guía clínica para el tratamiento de la depresión en adultos (CANMAT 2023).
Algunos de los aspectos más destacados de la guía (extraído de Medscape):
- Se recomienda ejercicio supervisado (es decir, intensidad baja a moderada, durante 30 a 40 minutos a la vez, 3 a 4 veces por semana, durante un mínimo de 9 semanas) como monoterapia de primera línea para la depresión leve y como complemento de segunda línea. Tratamiento para la depresión moderada.
- Para la depresión grave con síntomas psicóticos, se recomienda una combinación de medicamentos antidepresivos y antipsicóticos.
- La terapia cognitivo-conductual (TCC), la terapia interpersonal (IPT) y la activación conductual (BA) se recomiendan como tratamientos psicológicos de primera línea para el trastorno depresivo mayor.
- Hay 17 antidepresivos, incluidos los ISRS y los IRSN, recomendados como tratamiento de primera línea para la depresión.
- Se recomiendan aripiprazol (2 a 10 mg) y brexpripazol (0,5 a 2 mg) como mediaciones complementarias de primera línea para la depresión difícil de tratar.
- Se recomienda ampliar el mantenimiento de la farmacoterapia hasta 12 meses después de la remisión, con duraciones más largas para aquellos con mayor riesgo de recurrencia.
- La hierba de San Juan se recomienda como tratamiento alternativo complementario de primera línea para la depresión leve y como tratamiento de segunda línea para la depresión moderada.
- Los tratamientos emergentes como la esketamina, la infusión de ketamina y la estimulación magnética transcraneal repetitiva pueden ser útiles, particularmente en casos de depresión difícil de tratar.

Noticia publicada en Redacción Médica : La OMS ha calificado a los agonistas del receptor GLP-1 , presentes en medicamentos como Wegovy, Mounjaro y Ozempic como fármacos esenciales. Sin embargo, según Irene Bretón, coordinadora del Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), España no está preparada para financiar ni implementar de forma generalizada los nuevos tratamientos farmacológicos para el tratamiento de la obesidad. Sería un gran reto por "el alto coste económico, la falta de recursos asistenciales y la necesidad de un abordaje multidisciplinar" en esta enfermedad tan multifactorial y compleja.

Los autores exploran cómo reconstruir la narrativa científica de la depresión mayor (MDD, por su sigla en inglés) para reflejar un enfoque más fiel a los conocimientos actuales en neurobiología y comunicación clínica. El texto parte del reconocimiento de que el paradigma dominante de “desequilibrio químico” —particularmente el déficit de serotonina— se ha arraigado tanto en la comunidad médica como en el público general, pese a su debilidad empírica. Este modelo simplista ha fomentado expectativas excesivamente farmacocéntricas y ha generado desconfianza cuando diversas revisiones —como la llevada a cabo por Moncrieff— han cuestionado la validez de la hipótesis de la serotonina. Frente a ello, los autores proponen una reconstrucción del marco conceptual basado en la neuroplasticidad : los factores heterogéneos que contribuyen al TDM convergen en mecanismos de disfunción sináptica que conducen a una actividad y conectividad desadaptativas en regiones cerebrales cognitivas y emocionales clave, lo que encierra al cerebro en una espiral de sesgo de negatividad e inflexibilidad cognitiva. El tratamiento del TDM requiere la activación de la neuroplasticidad para alterar las sinapsis y reconfigurar los circuitos cerebrales, ayudando a los pacientes a superar el bloqueo. En este contexto, explican cómo diversas intervenciones —farmacológicas y no farmacológicas— actúan potenciando la plasticidad neural, restaurando la funcionalidad sináptica, los patrones de activación en redes cerebrales, y facilitando procesos adaptativos emocionales y cognitivos personalizados. Este enfoque neuroplástico no solo abarca los antidepresivos convencionales (monoaminérgicos), sino también tratamientos más recientes —como ketamina y psicodélicos—, así como enfoques psicoterapéuticos y neuromodulatorios. La convergencia de dichos tratamientos demuestra que la mejora no depende exclusivamente de principios neurotransmisores, sino de una acción más profunda sobre la capacidad del cerebro para reorganizarse. El reto para los médicos e investigadores es resumir este conjunto de evidencia de forma que ofrezca una alternativa precisa y accesible a la hipótesis del déficit de serotonina. La comunicación científica enseña que las metáforas son formas poderosas de transmitir información El clínico puede explicar cómo la interacción entre estrés, genética, inflamación y plasticidad cerebral puede inducir un “cerebro atrapado” en las rutinas del sesgo de negatividad y la inflexibilidad cognitiva y emocional, y cómo diversas intervenciones pueden “desatascarlo”.

La desprescripción es fundamental para una buena práctica de prescripción, pero puede ser compleja y la guía disponible es limitada. En septiembre de 2025, la Universidad de Australia Occidental publicó una nueva guía clínica para la desprescripción de medicamentos en personas mayores . Si bien la desprescripción es relevante para pacientes de todas las edades, la guía se centra en las personas mayores porque enfrentan un mayor riesgo de daños relacionados con los medicamentos debido a la mayor prevalencia de multimorbilidad, polifarmacia y medicamentos potencialmente inapropiados. Se ofrecen recomendaciones y buenas prácticas para más de 30 clases de fármacos comúnmente utilizados por personas mayores, que complementan las guías terapéuticas existentes para cada fármaco y enfermedad. También se incluyen recomendaciones y buenas prácticas que abordan la polifarmacia o el uso de múltiples clases de fármacos. En total, hay 185 recomendaciones y 70 declaraciones de buenas prácticas. La guía promueve la toma de decisiones compartida, involucrando al paciente y a su médico de cabecera u otro especialista, para garantizar que las decisiones de desprescripción se ajusten a las preferencias, objetivos y plan de tratamiento general del paciente. Comentado en Australian Prescriber


