Por Alfredo Calcedo 
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 4 de noviembre de 2025 
 
 Este estudio analiza si los problemas de salud mental en los padres pueden influir en el desarrollo de problemas similares en sus hijos                                  . Para hacerlo, los investigadores usaron un método especial: compararon hijos de padres gemelos idénticos (monocigóticos), donde uno de los padres gemelos tenía un trastorno psiquiátrico y el otro no. Como los gemelos idénticos comparten los mismos genes y muchas experiencias familiares, esta comparación ayuda a entender si los problemas en los hijos se deben a la genética, al ambiente familiar o a algo más,                                                      Es un estudio de población sueca donde estudiaron a más de 15.000 hijos de gemelos idénticos nacidos en Suecia entre 1970 y 2000. Analizaron si los hijos desarrollaban trastornos psiquiátricos, problemas de conducta, intentos de suicidio o dificultades sociales (como bajo rendimiento escolar o desempleo). Compararon los resultados entre hijos de padres con y sin trastornos psiquiátricos.                                                      Resultados                                                                   En general, los hijos de padres con trastornos psiquiátricos tenían más riesgo de desarrollar problemas similares. Pero cuando se comparaban primos (hijos de gemelos idénticos), muchas de esas diferencias desaparecían.                                                           Esto sugiere que los genes y el ambiente familiar compartido explican gran parte del riesgo. Aun así, algunas asociaciones se mantenían, lo que indica que los problemas psiquiátricos en los padres pueden tener un efecto directo en los hijos, más allá de la genética.                                                                  Interpretación                                                                   Parte de la transmisión intergeneracional parece explicarse por factores familiares compartidos (genéticos o ambientales).                                                           No obstante, la persistencia de algunas asociaciones sugiere la posible existencia de efectos causales directos o factores no compartidos.                                                           Esto implica que tratar los trastornos psiquiátricos en los padres podría reducir el riesgo de problemas en los hijos, aunque no completamente.