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Comprender y tratar los delirios de persecución

feb 09, 2024

Artículo de Daniel Freeman, psicólogo de la Universidad de Oxford, donde expone algunas de las lecciones que ha aprendido sobre la comprensión y tratamiento de los delirios desde su experiencia en investigación y práctica clínica.

Un resumen:

1.    La paranoia como una dimensión: Los delirios de persecución son el extremo severo de una dimensión de paranoia que está presente en la población general. La paranoia es pensar que otros intentan dañarte deliberadamente cuando no es así. Las personas con ideas delirantes persecutorias severas están en el extremo de un continuo, y estas ideas no son “cualitativamente diferentes” de las experiencias paranoides menos severas.

2.    Paranoia como una batalla: Las ideas delirantes persecutorias son creencias de amenaza inexactas. Un individuo que percibe a los demás como que intentan dañarlo puede llegar a ver la vida como inherentemente conflictiva. Es una batalla en la que los pacientes normalmente se sienten vulnerables al daño: parten de una posición debilitada. Como en toda batalla, la persona intenta defenderse. Pero estas defensas (por ejemplo, evitar actividades, cerrar cortinas, evitar el contacto visual) impiden la recepción y el procesamiento de pruebas desconfirmatorias. En otras palabras, lo que las defensas acaban protegiendo no es al individuo sino a las ideas falsas.

3.    Esté abierto a la evidencia del engaño. Las creencias delirantes se mantienen debido a una evidencia poderosa para el paciente, que no responde a una evidencia racional en contra. Esta evidencia poderosa para el paciente puede incluir eventos negativos pasados, ansiedad actual, anomalías perceptuales y alucinaciones auditivas. Comprender estas fuentes de evidencia es crucial para el tratamiento efectivo de los delirios de persecución.

4.    Los peligros reales existen

5.   La causalidad es multifactorial. Se necesitan múltiples factores para explicar la paranoia, y estos pueden variar en cada caso individual.

6.    Desarrollar y utilizar mejores medidas de evaluación

7.    El antídoto es el aprendizaje de la seguridad. La recuperación de la paranoia implica aprender que el mundo es lo suficientemente seguro ahora. Este aprendizaje debe ser directo y practicado suficientemente para convertirse en la nueva narrativa dominante. Sin embargo, existen una serie de procesos psicológicos que pueden impedir dicho aprendizaje. La preocupación ansiosa, los sentimientos de vulnerabilidad y el uso de defensas pueden hacer que las situaciones seguras parezcan peligrosas.

8.    No subestimes a los pacientes

Hay motivos para ser optimistas en el tratamiento de la paranoia grave. El programa Feeling Safe, desarrollado durante dos décadas, conduce a la recuperación de los delirios de la mitad de los pacientes que no han respondido a la medicación antipsicótica. Otra cuarta parte de los pacientes obtienen el beneficio. Sin embargo, no podemos predecir quién responderá. Incluso los pacientes con las presentaciones de psicosis más graves pueden obtener beneficios. Por tanto, no debemos subestimar la capacidad de ningún paciente de volver a las actividades elegidas.

Dicho esto, todavía queda mucho por aprender sobre la paranoia y queda mucho trabajo por hacer para traducir e implementar estos avances en los servicios de salud mental.

Por Alfredo Calcedo 10 may, 2024
Metanálisis que investiga la relación entre el maltrato infantil y su impacto en la salud mental y el riesgo de suicidio a lo largo de la vida. Resultados: el maltrato infantil podría ser responsable del 21% de los trastornos depresivos y del 41% de las tentativas de suicidio en Australia. Se estima que más de 1,8 millones de casos de trastornos depresivos, de ansiedad y de uso de sustancias, podrían prevenirse si se erradicara el maltrato infantil. Esto indica que los esfuerzos para prevenir la exposición al maltrato infantil tienen el potencial de mejorar la salud mental a nivel poblacional. Es importante destacar que estos hallazgos se obtuvieron después de controlar variables de confusión genéticas y ambientales, lo que sugiere una asociación causal significativa entre el maltrato infantil y los trastornos de salud mental.
Por Alfredo Calcedo 10 may, 2024
Noticia publicada en El Español que informa de los riesgos del fármaco montelukast , utilizado en el tratamiento del asma en niños y adolescentes, por el riesgo de presentar reacciones neuropsiquiárticas, aunque poco frecuentes (las sufren menos del 1% de los pacientes), como pesadillas, insomnio, sonambulismo, ansiedad, comportamiento agresivo, depresión o irritabilidad. Como reacciones raras están la alteración de la atención y la memoria, o tener tics. Finalmente, como muy raras (ocurren en menos de 1 de cada 10.000 casos) estarían las alucinaciones, la desorientación, pensamientos y comportamientos suicidas, síntomas obsesivo-compulsivos o disfemia (tartamudez). Se ha llegado a relacionar el fármaco con trastornos tan extraños como el síndrome de Alicia en el País de las Maravillas, consistente en episodios breves de distorsión del tamaño, la forma o la distancia de objetos o el propio cuerpo. Aunque en Reino Unido han hecho una advertencia en niños y adolescentes, en España los avisos en el medicamento no especifican edades. En la gran mayoría de pacientes, montelukast "tendrá más beneficios que riesgos" pero los padres deben estar atentos, sobre todo si el niño es pequeño y aparecen cambios en el comportamiento, tendencia a la agresividad o alteraciones del sueño.
Por Alfredo Calcedo 10 may, 2024
La opinión general sobre la teoría de la depresión basada en la diátesis-estrés considera los factores estresantes y la vulnerabilidad genética como riesgos independientes.  Este estudio investiga el papel de los genes y los factores estresantes para ver si es válido clasificar la depresión como reactiva o endógena. Los investigadores tratan de responder a la siguiente pregunta: ¿El riesgo genético de depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia, TDAH, ansiedad y neuroticismo (un rasgo de personalidad) influye en la exposición de las personas a acontecimientos vitales estresantes? En este Estudio australiano sobre genética de la depresión, las personas con depresión respondieron encuestas sobre la exposición a acontecimientos vitales estresantes y analizaron el ADN de sus muestras de saliva para calcular su riesgo genético de sufrir un trastorno mental. Si los subtipos de depresión reactiva y endógena son válidos, es esperable que las personas con un componente genético más bajo en su depresión (el grupo reactivo) informarán de más eventos vitales estresantes, mientras que aquellos con un mayor componente genético (el grupo endógeno) informarán de menos eventos vitales estresantes. Sin embargo, después de estudiar a más de 14.000 personas con depresión se obtiene lo contrario: las personas con mayor riesgo genético de depresión, ansiedad, TDAH o esquizofrenia dicen haber estado expuestas a más factores estresantes. Conclusiones En primer lugar, se confirma que los genes y el entorno no son independientes. Los genes influyen en los entornos en los que terminamos y en lo que sucede después. Los genes también influyen en cómo reaccionamos ante esos eventos. En segundo lugar, los resultados del estudio no respaldan una distinción entre depresión reactiva y endógena. Los genes y el entorno tienen una interacción compleja. La mayoría de los casos de depresión son una mezcla de genética, biología y factores estresantes. En tercer lugar, las personas con depresión que parecen tener un componente genético más fuerte en su depresión informan que sus vidas están marcadas por factores estresantes más graves. En conjunto, los resultados sugieren que los esfuerzos para ayudar a las personas genéticamente vulnerables a afrontar el estrés podrían mejorar sus resultados y ayudar a romper el ciclo de depresión recurrente y eventos vitales estresantes acumulados. Comentado en The Conversation
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