Contar con espacios verdes en las ciudades puede reducir ingresos por problemas de salud mental
El estudio analiza cómo la presencia de vegetación en el entorno se relaciona con las hospitalizaciones por trastornos mentales en siete países, a lo largo de dos décadas. Los investigadores encontraron que vivir en áreas más verdes se asocia con una menor probabilidad de ingreso hospitalario por problemas psiquiátricos, especialmente en trastornos como el abuso de sustancias, psicosis y demencia. En promedio, un incremento en la vegetación se vinculó con una reducción cercana al 7 % en las hospitalizaciones, aunque el efecto varía según el país y el tipo de trastorno.
Los beneficios fueron más evidentes en entornos urbanos, donde la falta de espacios verdes es más común. El estudio estima que aumentar la vegetación en ciudades podría evitar miles de ingresos hospitalarios cada año, lo que sugiere un impacto significativo en la salud pública. Sin embargo, también se observaron diferencias entre países: mientras Brasil, Chile y Tailandia mostraron efectos protectores consistentes, en Australia y Canadá hubo asociaciones menos claras e incluso adversas en algunos casos.
La relación entre vegetación y salud mental parece ser estable, lo que indica que cualquier incremento en áreas verdes podría aportar beneficios. Aun así, los autores advierten que el estudio es observacional y no prueba causalidad, por lo que se requieren más investigaciones para entender cómo influyen factores como la calidad, accesibilidad y tipo de vegetación.
En conclusión, el trabajo respalda la idea de que aumentar los espacios verdes no solo mejora el entorno urbano, sino que también puede ser una estrategia preventiva frente a ciertos trastornos mentales. Esto convierte la planificación urbana y la inversión en naturaleza en una herramienta potencial para reducir la carga de enfermedad mental, especialmente en ciudades densamente pobladas.
Comentado en Diario Médico.




