Por Alfredo Calcedo
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13 de octubre de 2025
Esta es una serie de tres artículos sobre el nuevo panorama clínico de la enfermedad de Alzheimer publicados en Lancet. Disponibles en abierto en: https://www.thelancet.com/series-do/alzheimers-disease 1. Nuevo panorama del diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer En este primer artículo de la serie, revisamos las prácticas diagnósticas de vanguardia y la experiencia típica del paciente en entornos especializados, donde los médicos realizan un diagnóstico diferencial para establecer si la patología de Alzheimer (depósito cerebral de β-amiloide y tau hiperfosforilada) contribuye al deterioro cognitivo. Los biomarcadores que indican desregulación de la homeostasis de β-amiloide y tau, medidos con PET y análisis de líquido cefalorraquídeo, permiten un diagnóstico a nivel molecular, un paso obligatorio para definir la elegibilidad para los tratamientos antiamiloide recientemente aprobados. Prevemos que los biomarcadores sanguíneos de fácil acceso, ya disponibles en algunos países, conducirán a una nueva revolución diagnóstica y provocarán cambios importantes en los sistemas de atención sanitaria en todo el mundo. 2. Tratamiento de la enfermedad de Alzheimer En este segundo artículo de la serie, ofrecemos consejos prácticos y realistas sobre cómo priorizar las estrategias farmacológicas y no farmacológicas para mejorar el deterioro cognitivo y los síntomas conductuales y psicológicos de la demencia. En este entorno clínico, los especialistas en demencia se enfrentan al reto de integrar de forma holística los tan esperados y, en algunos aspectos, controvertidos anticuerpos monoclonales anti-β amiloide. En este artículo, presentamos el escenario actual de aprobación de los anticuerpos monoclonales, nuestra perspectiva sobre cómo podrían contribuir a mejorar la calidad de vida de los pacientes y cómo podrían integrarse perfectamente con las mejores opciones de atención existentes. 3. Perspectivas de la enfermedad de Alzheimer: controversias y direcciones futuras Por primera vez, se han logrado reducciones en la carga patológica cerebral de β-amiloide y la tasa de deterioro cognitivo y funcional en la enfermedad de Alzheimer mediante intervención farmacológica en ensayos controlados aleatorizados. Sin embargo, los resultados de los ensayos controlados aleatorizados de fase 3 de anticuerpos monoclonales anti-β-amiloide se interpretan de diferentes maneras: algunos expertos respaldan un efecto modificador de la enfermedad clínicamente significativo, mientras que otros consideran insuficiente la relación beneficio-riesgo y se oponen a la autorización de comercialización. En el artículo final de esta serie, analizamos estas opiniones contrapuestas, todas ellas con el objetivo de contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas con o en riesgo de padecer Alzheimer.