Por qué las mujeres dan vueltas a todo y los hombres no
Según la psicóloga Olga Albaladejo, experta en bienestar y salud integrativa, el cerebro femenino y el masculino muestran patrones distintos de organización. Esas diferencias “influyen en cómo pensamos, sentimos, nos comunicamos y tomamos decisiones”, pero, al margen de esto, “lo más importante es entender que esas diferencias no son límites, sino formas distintas de procesar la realidad. Además, nuestras experiencias, valores y el contexto social pueden acentuar o suavizar esas características biológicas”.
Los cerebros femeninos tienen más conexiones entre los hemisferios, lo que facilita una integración emocional-lingüística más fluida. Eso significa que mientras hablamos, también sentimos y anticipamos por lo que no es fácil "parar la mente" cuando está todo interconectado. En cambio, los hombres “tienden más al pensamiento lineal y secuencial, esto, unido a un menor condicionamiento social hacia la sobrecarga emocional, les permite desconectar con mayor facilidad”.
