Agonistas muscarínicos para el tratamiento de la esquizofrenia
Este artículo explora el potencial de la activación de los receptores muscarínicos como una vía terapéutica novedosa para el tratamiento de la esquizofrenia. Contrariamente a la mayoría de los antipsicóticos actuales que actúan sobre los receptores de dopamina D2, y que a menudo conllevan efectos secundarios significativos y son ineficaces para los síntomas negativos y cognitivos de la enfermedad, el enfoque en los receptores muscarínicos emerge como una alternativa prometedora.
La FDA aprobó en septiembre de 2024 la combinación de xanomelina y cloruro de trospio para el tratamiento de adultos con esquizofrenia en EEUU. La xanomelina es un agonista selectivo de los receptores colinérgicos muscarínicos M1 y M4. No tiene actividad directa en ningún receptor de dopamina y supuestamente reduce la dopamina en el estriado ventral mediante actividad presináptica en el sistema muscarínico colinérgico (receptor M4), lo que resulta en una disminución de la liberación de dopamina presináptica.
Para disminuir los efectos adversos de xanomelina se añade otra molécula, trospio (un antagonista de los receptores colinérgicos muscarínicos periféricos). De esta manera se mantienen los beneficios centrales del agonismo de los receptores muscarínicos de la xanomelina mientras que el trospio amortiguaría los efectos adversos, antagonizando los receptores muscarínicos periféricos.
La aprobación de xanomelina y cloruro de trospio representa un avance significativo, ofreciendo una nueva esperanza para los pacientes con esquizofrenia, especialmente aquellos que no responden adecuadamente a los tratamientos convencionales o experimentan efectos secundarios intolerables.


