Enfoques preventivos para la depresión post-ictus

23 de enero de 2024

La depresión post-ictus ocurre en un tercio de los supervivientes de un ictus, lo que lleva a una disminución sustancial de la calidad de vida. así como retraso en la recuperación funcional y neurológica. La detección temprana de pacientes en riesgo y el inicio de medidas preventivas personalizadas pueden reducir la carga médica y socioeconómica asociada con el PSD.

En este estudio se hace una revisión sistemática de la evidencia actual sobre la prevención farmacológica y no farmacológica de la depresión post-ictus.

Resultados:

El conjunto actual de evidencia sobre intervenciones para prevenir la depresión post-ictus muestra una heterogeneidad sustancial. Esta observación fundamenta la necesidad de ensayos controlados aleatorios bien diseñados para probar la seguridad y eficacia de los regímenes de prevención farmacológicos y no farmacológicos, para minimizar el riesgo de la depresión post-ictus en los supervivientes de un accidente cerebrovascular.

Los datos proporcionados sugieren que las estrategias integradoras que combinan intervenciones no farmacológicas personalizadas, como apoyo educativo sobre salud mental y física, y estrategias farmacológicas como los ISRS, pueden ser el enfoque más prometedor. Sin embargo, a pesar de la falta de evidencia estadística clara, este enfoque integrador depende de la viabilidad local y el entorno clínico.

Por Alfredo Calcedo 15 de julio de 2025
El artículo explora el debate creciente entre profesionales de la salud mental sobre si el trastorno límite de la personalidad (TLP) debería ser reclasificado como un trastorno por trauma , específicamente como trastorno de estrés postraumático complejo (TEPT-C). Esta discusión surge del reconocimiento de que muchas personas diagnosticadas con TLP, especialmente mujeres, tienen antecedentes de abuso y trauma infantil. El TLP se caracteriza por dificultades emocionales, cambios de humor intensos, autolesiones, pensamientos suicidas y una imagen personal inestable. La doctora Karen Williams, que dirige una clínica especializada en trauma para mujeres, sostiene que el diagnóstico de TLP es profundamente marcado por el género, y que muchas mujeres con este diagnóstico han sufrido abusos. En contraste, los hombres con experiencias traumáticas similares suelen recibir el diagnóstico de TEPT. Williams afirma que no hay síntomas en el TLP que no estén también presentes en el TEPT. La profesora Jayashri Kulkarni y la doctora Eveline Mu están desarrollando tratamientos farmacológicos que apuntan a la neuroquímica alterada por el trauma, como el sistema de glutamato. Están probando el uso de memantina, un medicamento aprobado para el Alzheimer, en pacientes con TLP/TEPT-C. Su hipótesis es que el trauma crónico altera el funcionamiento cognitivo a través del sistema glutamatérgico. Williams critica los entornos hospitalarios tradicionales, donde las mujeres con síntomas agudos comparten espacios con hombres en crisis, lo que puede agravar el trauma. Su clínica ofrece un programa de tres semanas centrado en el autocuidado, el ejercicio y la educación sobre relaciones saludables. Los resultados han sido positivos, con pacientes que recuperan funcionalidad y autoestima. Mientras algunos expertos abogan por abandonar el término TLP por su carga moral y estigmatizante, otros como Chanen defienden su utilidad clínica. Él argumenta que el TLP refleja problemas de identidad y relaciones que no siempre derivan del trauma. Además, advierte que cambiar el nombre podría invalidar la experiencia de quienes no han sufrido abusos. La psiquiatra Loyola McLean sugiere que el TLP y el TEPT-C podrían representar aspectos distintos de una misma condición. Reconoce que el trauma temprano tiene un impacto profundo en el desarrollo físico y psicológico, y que la medicina occidental aún lucha por integrar cuerpo y mente
Por Alfredo Calcedo 15 de julio de 2025
La Audiencia de Badajoz ha condenado a un usuario a indemnizar a la empresa municipal de autobuses con 1.500 euros por simulación de delito a un ciudadano que denunció lesiones originadas tras un supuesto acelerón del conductor cuando iba en un autobús urbano.
Por Alfredo Calcedo 15 de julio de 2025
Estudio epidemiológico donde participaron 3.154 jóvenes de entre 15 y 25 años y que explora si el hábito de saltarse el desayuno se relaciona con síntomas depresivos en jóvenes, y si esta relación está mediada por el control atencional reducido. Resultados: Solo el 33% de los jóvenes encuestados consumía desayuno diariamente, mientras que el 14.2% lo omitía por completo. Saltarse el desayuno se asoció con mayor impulsividad, especialmente en el control atencional y autocontrol, así como con síntomas depresivos. La impulsividad atencional mediaba significativamente la relación entre omitir el desayuno y los síntomas depresivos, explicando el 34.2% del efecto total. La impulsividad por autocontrol no mostró efecto mediador significativo. Conclusiones Saltarse el desayuno está vinculado a mayores síntomas depresivos, y el déficit en el control atencional parece ser un mecanismo clave. Promover hábitos regulares de desayuno podría ser una estrategia útil en intervenciones de salud mental para jóvenes. Se sugiere incluir esta recomendación en políticas públicas de salud. Comentado en Psypost
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