Equilibrio entre el bienestar materno y fetal: problemas éticos en el manejo de la psicosis aguda durante el embarazo
El embarazo suele ser una etapa de bienestar y felicidad para la mayoría de las mujeres, sin embargo, para algunas es un momento de mayor vulnerabilidad a las enfermedades psiquiátricas. Las mujeres con antecedentes psiquiátricos son más vulnerables a los síntomas del estado de ánimo y la psicosis durante el periparto y el posparto. Estos tienen efectos perjudiciales tanto para la madre como para el hijo. El riesgo materno de suicidio, las conductas autolesivas y la psicosis es mayor en comparación con la población general. Esto representa una emergencia psiquiátrica y obstétrica, con desafíos clínicos y éticos implícitos. En este artículo se presenta el caso de una paciente con 33 semanas de embarazo y antecedentes psiquiátricos de trastorno bipolar I, quien fue detenida por la policía tras agredir a transeúntes en la calle. Proporcionó un nombre falso y tenía un supuesto historial de más de 19 hospitalizaciones en el último año. Inicialmente presentó catatonia, y posteriormente se observó que era agresiva y desorganizada. Intentó autoabortarse golpeándose, tirándose al suelo y poniéndose loción vaginal para facilitar la salida del bebé. La paciente recibió tratamiento con haloperidol, clozapina y fluoxetina. Este caso presenta las implicaciones éticas del tratamiento de mujeres embarazadas con psicosis aguda y el equilibrio entre beneficencia, no maleficencia, autonomía y justicia en un entorno hospitalario. Estos dilemas éticos surgen cuando las obligaciones del médico con la madre y el feto divergen.
Si bien los informes de casos y la experiencia clínica ofrecen información valiosa, la ausencia de directrices estandarizadas y basadas en la evidencia resalta la urgente necesidad de recomendaciones actualizadas y adaptadas a esta población. Una revisión sistemática de los protocolos de tratamiento actuales, junto con una mayor investigación sobre los factores de riesgo y las estrategias terapéuticas, sería valiosa para mejorar los resultados tanto para la madre como para el niño. Fortalecer la colaboración entre los equipos obstétricos y psiquiátricos sigue siendo crucial para optimizar la atención durante el período perinatal.


