Neurofarmacología de la ketamina y su uso en el tratamiento del trastorno depresivo mayor

14 de mayo de 2025

La ketamina representa un avance importante en el tratamiento de la depresión, ofreciendo un inicio de acción rápido, altas tasas de respuesta y un mecanismo de acción novedoso en comparación con los tratamientos antidepresivos tradicionales.

Sus principales efectos se deben al antagonismo del receptor N-metil-D-aspartato (NMDAR), aunque han cobrado fuerza las hipótesis sobre la importancia de su impacto en la señalización monoaminérgica, la señalización del BDNF, el agonismo del receptor opioide y la neuroinflamación. En comparación con los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los antidepresivos tricíclicos (ATC), la ketamina demuestra una mayor eficacia, un inicio de acción significativamente más rápido y, en general, efectos secundarios más tolerables. Sin embargo, sus beneficios se ven contrarrestados por una duración mucho menor de los efectos antidepresivos y limitaciones de accesibilidad. En un ensayo comparativo, en comparación con la terapia electroconvulsiva (TEC), la ketamina mostró una eficacia similar en la depresión no psicótica, a la vez que proporcionó un alivio clínicamente significativo con mayor rapidez. Si bien la ketamina ofrece una eficacia similar a la TEC en la depresión no psicótica, con menos efectos secundarios cognitivos permanentes, se necesita más investigación para aclarar su seguridad a largo plazo y su uso óptimo en diferentes subtipos de depresión. La utilidad clínica de la ketamina se ve limitada por la corta duración de sus efectos antidepresivos y las dificultades de accesibilidad.

Clínicamente, se debe considerar el uso de ketamina en pacientes con depresión resistente al tratamiento, en particular en aquellos con tendencias suicidas, considerando su inicio rápido y la disponibilidad de datos de seguridad a largo plazo, aún incompletos. 

Si bien el uso de la ketamina en el tratamiento de la depresión resistente es prometedor, se necesita más investigación para optimizar la pauta posológica de la ketamina, mejorar su accesibilidad y comprender mejor sus posibles inconvenientes, como la toxicidad vesical y el potencial adictivo. Además, estudiar los mecanismos que subyacen a la acción antidepresiva de la ketamina puede proporcionar una comprensión más profunda de la neurobiología de la depresión.

Por Alfredo Calcedo 26 de diciembre de 2025
Noticia publicada en Redacción Médica : La OMS ha calificado a los agonistas del receptor GLP-1 , presentes en medicamentos como Wegovy, Mounjaro y Ozempic como fármacos esenciales. Sin embargo, según Irene Bretón, coordinadora del Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), España no está preparada para financiar ni implementar de forma generalizada los nuevos tratamientos farmacológicos para el tratamiento de la obesidad. Sería un gran reto por "el alto coste económico, la falta de recursos asistenciales y la necesidad de un abordaje multidisciplinar" en esta enfermedad tan multifactorial y compleja.
Por Alfredo Calcedo 26 de diciembre de 2025
Los autores exploran cómo reconstruir la narrativa científica de la depresión mayor (MDD, por su sigla en inglés) para reflejar un enfoque más fiel a los conocimientos actuales en neurobiología y comunicación clínica. El texto parte del reconocimiento de que el paradigma dominante de “desequilibrio químico” —particularmente el déficit de serotonina— se ha arraigado tanto en la comunidad médica como en el público general, pese a su debilidad empírica. Este modelo simplista ha fomentado expectativas excesivamente farmacocéntricas y ha generado desconfianza cuando diversas revisiones —como la llevada a cabo por Moncrieff— han cuestionado la validez de la hipótesis de la serotonina. Frente a ello, los autores proponen una reconstrucción del marco conceptual basado en la neuroplasticidad : los factores heterogéneos que contribuyen al TDM convergen en mecanismos de disfunción sináptica que conducen a una actividad y conectividad desadaptativas en regiones cerebrales cognitivas y emocionales clave, lo que encierra al cerebro en una espiral de sesgo de negatividad e inflexibilidad cognitiva. El tratamiento del TDM requiere la activación de la neuroplasticidad para alterar las sinapsis y reconfigurar los circuitos cerebrales, ayudando a los pacientes a superar el bloqueo. En este contexto, explican cómo diversas intervenciones —farmacológicas y no farmacológicas— actúan potenciando la plasticidad neural, restaurando la funcionalidad sináptica, los patrones de activación en redes cerebrales, y facilitando procesos adaptativos emocionales y cognitivos personalizados. Este enfoque neuroplástico no solo abarca los antidepresivos convencionales (monoaminérgicos), sino también tratamientos más recientes —como ketamina y psicodélicos—, así como enfoques psicoterapéuticos y neuromodulatorios. La convergencia de dichos tratamientos demuestra que la mejora no depende exclusivamente de principios neurotransmisores, sino de una acción más profunda sobre la capacidad del cerebro para reorganizarse. El reto para los médicos e investigadores es resumir este conjunto de evidencia de forma que ofrezca una alternativa precisa y accesible a la hipótesis del déficit de serotonina. La comunicación científica enseña que las metáforas son formas poderosas de transmitir información El clínico puede explicar cómo la interacción entre estrés, genética, inflamación y plasticidad cerebral puede inducir un “cerebro atrapado” en las rutinas del sesgo de negatividad y la inflexibilidad cognitiva y emocional, y cómo diversas intervenciones pueden “desatascarlo”.
Por Alfredo Calcedo 26 de diciembre de 2025
La desprescripción es fundamental para una buena práctica de prescripción, pero puede ser compleja y la guía disponible es limitada. En septiembre de 2025, la Universidad de Australia Occidental publicó una nueva guía clínica para la desprescripción de medicamentos en personas mayores . Si bien la desprescripción es relevante para pacientes de todas las edades, la guía se centra en las personas mayores porque enfrentan un mayor riesgo de daños relacionados con los medicamentos debido a la mayor prevalencia de multimorbilidad, polifarmacia y medicamentos potencialmente inapropiados. Se ofrecen recomendaciones y buenas prácticas para más de 30 clases de fármacos comúnmente utilizados por personas mayores, que complementan las guías terapéuticas existentes para cada fármaco y enfermedad. También se incluyen recomendaciones y buenas prácticas que abordan la polifarmacia o el uso de múltiples clases de fármacos. En total, hay 185 recomendaciones y 70 declaraciones de buenas prácticas. La guía promueve la toma de decisiones compartida, involucrando al paciente y a su médico de cabecera u otro especialista, para garantizar que las decisiones de desprescripción se ajusten a las preferencias, objetivos y plan de tratamiento general del paciente. Comentado en Australian Prescriber