Lo que la COVID prolongada puede enseñar a la psiquiatría y a sus críticos

21 de julio de 2025

El autor del artículo presenta el caso de la covid prolongada como ejemplo de una enfermedad que carece de criterios diagnósticos definitivos, biomarcadores y tratamientos establecidos. Esta ambigüedad recuerda a muchos trastornos psiquiátricos, que también carecen de pruebas objetivas pero generan sufrimiento significativo.

Algunos críticos sostienen que los trastornos psiquiátricos no son “reales” por no cumplir con criterios biomédicos clásicos. Sin embargo, el artículo argumenta que el sufrimiento y la incapacidad son suficientes para validar una enfermedad, incluso sin pruebas de laboratorio.

Aunque se establecen algunas comparaciones entre el diagnóstico de la Covid-19 persistente y el de algunos trastornos psiquiátricos, nada de lo expuesto debe interpretarse como que la Covid-19 persistente sea un "trastorno psiquiátrico". Sea cual sea su naturaleza exacta, es evidente que presenta numerosas manifestaciones físicas y biológicas y constituye una enfermedad muy "real".

El artículo propone que tanto en psiquiatría como en medicina general, el reconocimiento de una enfermedad debe centrarse en el sufrimiento y la incapacidad. La noción de “estado patológico” es más útil que la de “trastorno”, ya que valida la experiencia del paciente.

La psiquiatría debe defender su legitimidad frente a las críticas, mostrando que trata enfermedades reales aunque complejas. La COVID persistente sirve como espejo para entender que la medicina no siempre puede ofrecer certezas, pero sí compasión y cuidado.

Por Alfredo Calcedo 5 de septiembre de 2025
Estudio publicado en Nature que demuestra que el litio endógeno (Li) se regula dinámicamente en el cerebro y contribuye a la preservación cognitiva durante el envejecimiento . De los metales que se analizaron, el Li fue el único que se redujo significativamente en el cerebro en individuos con deterioro cognitivo leve (DCL), un precursor de la EA. La biodisponibilidad del Li se redujo aún más en la EA por el secuestro de amiloide. En este estudio con ratones a los que se elimina el litio de la dieta se observó que la reducción del Li cortical endógeno en aproximadamente un 50% aumentó notablemente la deposición de amiloide-β y la acumulación de fosfo-tau, y condujo a la activación microglial proinflamatoria, la pérdida de sinapsis, axones y mielina, y aceleró el declive cognitivo. La terapia de reemplazo con orotato de litio, una sal de Li con una unión reducida a amiloide, previene cambios patológicos y pérdida de memoria en modelos murinos con EA y ratones silvestres envejecidos. Estos hallazgos revelan los efectos fisiológicos del Li endógeno en el cerebro e indican que la alteración de la homeostasis del Li podría ser un evento temprano en la patogénesis de la EA. El reemplazo de Li con sales que evaden la acción del amiloide es un posible enfoque para la prevención y el tratamiento de la EA. Noticia comentada en El País
Por Alfredo Calcedo 5 de septiembre de 2025
Un nuevo estudio publicado en iScience demuestra que el cerebro humano emite señales luminosas extremadamente tenues que atraviesan el cráneo y que además parecen cambiar en función del estado mental . Los investigadores descubrieron que estas emisiones de luz ultradébiles podían registrarse en completa oscuridad y parecían cambiar en respuesta a tareas simples como cerrar los ojos o escuchar sonidos. Los hallazgos sugieren que esta tenue luz cerebral podría transportar información sobre la actividad cerebral, lo que posiblemente abre la puerta al desarrollo de una nueva forma de estudiar el cerebro (fotoencefalografía). Resumen del artículo: “El cerebro es un órgano altamente metabólico que emite emisiones de fotones ultradébiles (EPU), las cuales predicen el estrés oxidativo, el envejecimiento y la neurodegeneración. Las EPU se activan mediante neurotransmisores y estímulos biofísicos, pero también son generadas por células en reposo y pueden registrarse pasivamente mediante fotodetectores modernos en entornos oscuros. Las EPU desempeñan un papel en la comunicación intercelular, y las células neuronales podrían incluso tener propiedades de guía de ondas que apoyan los canales ópticos. Sin embargo, aún no se sabe con certeza si las emisiones de luz pasiva pueden utilizarse para inferir estados cerebrales, como lo hacen los campos eléctricos y magnéticos en la encefalografía. Presentamos evidencia de que las EPU cerebrales difieren de la luz de fondo en sus propiedades espectrales y entrópicas, responden dinámicamente a las tareas y la estimulación, y presentan una correlación moderada con los ritmos cerebrales. Analizamos estos hallazgos en el contexto de otros métodos de neuroimagen, el potencial de nuevos parámetros de medición, las limitaciones de las lecturas basadas en la luz y la posibilidad de desarrollar una plataforma para la lectura de estados cerebrales funcionales: la fotoencefalografía.” Comentado en Psypost
Por Alfredo Calcedo 5 de septiembre de 2025
Este estudio explora cómo las creencias que tienen los terapeutas sobre la memoria traumática pueden influir en el curso de la terapia y, potencialmente, contribuir a la formación de recuerdos falsos en los pacientes . El artículo parte de la premisa de que los recuerdos traumáticos no siempre se almacenan o recuperan de manera precisa, y que las ideas preconcebidas de los profesionales pueden afectar la forma en que se interpretan y reconstruyen esos recuerdos. Muchos terapeutas creen que los recuerdos traumáticos pueden ser reprimidos y luego recuperados con precisión, a pesar de que esta idea no está respaldada por la evidencia científica actual. Estas creencias pueden llevar a prácticas como el cuestionamiento repetido, la regresión, la imaginación o la hipnosis, que aumentan el riesgo de distorsión de la memoria. El estudio encontró que los terapeutas que sostienen creencias más fuertes sobre la recuperación precisa de recuerdos reprimidos tienden a usar técnicas más propensas a generar falsos recuerdos. Las creencias erróneas sobre la memoria pueden afectar negativamente el bienestar del paciente, especialmente si se generan recuerdos falsos de eventos traumáticos. Esto puede tener consecuencias legales, familiares y emocionales graves. Se recomienda una mayor formación basada en evidencia científica para los profesionales de la salud mental, con el fin de reducir el riesgo de errores terapéuticos.