Los efectos nocebo son más fuertes y persistentes que los efectos placebo en individuos sanos

21 de julio de 2025

El estudio busca comparar directamente la magnitud y duración de los efectos placebo y nocebo en individuos sanos, utilizando un diseño intra-sujeto. También explora los factores psicológicos que podrían influir en la persistencia de estos efectos.

Los resultados indican que, si bien se observaron efectos placebo y nocebo significativos en los días 1 y 8 del estudio, el efecto nocebo fue consistentemente más intenso. Ambos efectos se vieron influenciados principalmente por la experiencia más reciente de reducción y aumento del dolor, pero también fueron susceptibles a factores psicológicos.

Factores psicológicos

  • Las experiencias recientes de dolor influyeron más que las instrucciones verbales.
  • Las personas más sensibles a sensaciones corporales mostraron menor efecto placebo.
  • Aquellos que consideraban competente al experimentador mostraron mayor efecto nocebo. Si bien la competencia del profesional, junto con la calidez percibida, generalmente mejora las expectativas positivas del tratamiento y el resultado del tratamiento, también podría hacer que las sugerencias negativas sean más convincentes y, por lo tanto, amplificar las respuestas nocebo a través del aumento de la ansiedad o la hipervigilancia. Este hallazgo subraya la naturaleza de doble filo de la competencia en las interacciones entre pacientes y médicos, donde una mayor credibilidad podría fortalecer inadvertidamente los efectos nocebo.

Implicaciones clínicas

  • Los efectos nocebo pueden afectar negativamente la adherencia a tratamientos.
  • Es crucial evitar inducir expectativas negativas en pacientes.
  • Se recomienda mejorar la comunicación médico-paciente para minimizar efectos nocebo:
  • Enmarcar positivamente la información.
  • Evitar enfatizar efectos secundarios innecesariamente.
  • Fomentar la confianza.

Los hallazgos subrayan la naturaleza duradera de los efectos placebo y nocebo en el dolor, con respuestas nocebo que demuestran una mayor intensidad de forma consistente, lo cual es consistente con una estrategia evolutivamente ventajosa frente al dolor de "más vale prevenir que curar".

Por Alfredo Calcedo 5 de septiembre de 2025
Estudio publicado en Nature que demuestra que el litio endógeno (Li) se regula dinámicamente en el cerebro y contribuye a la preservación cognitiva durante el envejecimiento . De los metales que se analizaron, el Li fue el único que se redujo significativamente en el cerebro en individuos con deterioro cognitivo leve (DCL), un precursor de la EA. La biodisponibilidad del Li se redujo aún más en la EA por el secuestro de amiloide. En este estudio con ratones a los que se elimina el litio de la dieta se observó que la reducción del Li cortical endógeno en aproximadamente un 50% aumentó notablemente la deposición de amiloide-β y la acumulación de fosfo-tau, y condujo a la activación microglial proinflamatoria, la pérdida de sinapsis, axones y mielina, y aceleró el declive cognitivo. La terapia de reemplazo con orotato de litio, una sal de Li con una unión reducida a amiloide, previene cambios patológicos y pérdida de memoria en modelos murinos con EA y ratones silvestres envejecidos. Estos hallazgos revelan los efectos fisiológicos del Li endógeno en el cerebro e indican que la alteración de la homeostasis del Li podría ser un evento temprano en la patogénesis de la EA. El reemplazo de Li con sales que evaden la acción del amiloide es un posible enfoque para la prevención y el tratamiento de la EA. Noticia comentada en El País
Por Alfredo Calcedo 5 de septiembre de 2025
Un nuevo estudio publicado en iScience demuestra que el cerebro humano emite señales luminosas extremadamente tenues que atraviesan el cráneo y que además parecen cambiar en función del estado mental . Los investigadores descubrieron que estas emisiones de luz ultradébiles podían registrarse en completa oscuridad y parecían cambiar en respuesta a tareas simples como cerrar los ojos o escuchar sonidos. Los hallazgos sugieren que esta tenue luz cerebral podría transportar información sobre la actividad cerebral, lo que posiblemente abre la puerta al desarrollo de una nueva forma de estudiar el cerebro (fotoencefalografía). Resumen del artículo: “El cerebro es un órgano altamente metabólico que emite emisiones de fotones ultradébiles (EPU), las cuales predicen el estrés oxidativo, el envejecimiento y la neurodegeneración. Las EPU se activan mediante neurotransmisores y estímulos biofísicos, pero también son generadas por células en reposo y pueden registrarse pasivamente mediante fotodetectores modernos en entornos oscuros. Las EPU desempeñan un papel en la comunicación intercelular, y las células neuronales podrían incluso tener propiedades de guía de ondas que apoyan los canales ópticos. Sin embargo, aún no se sabe con certeza si las emisiones de luz pasiva pueden utilizarse para inferir estados cerebrales, como lo hacen los campos eléctricos y magnéticos en la encefalografía. Presentamos evidencia de que las EPU cerebrales difieren de la luz de fondo en sus propiedades espectrales y entrópicas, responden dinámicamente a las tareas y la estimulación, y presentan una correlación moderada con los ritmos cerebrales. Analizamos estos hallazgos en el contexto de otros métodos de neuroimagen, el potencial de nuevos parámetros de medición, las limitaciones de las lecturas basadas en la luz y la posibilidad de desarrollar una plataforma para la lectura de estados cerebrales funcionales: la fotoencefalografía.” Comentado en Psypost
Por Alfredo Calcedo 5 de septiembre de 2025
Este estudio explora cómo las creencias que tienen los terapeutas sobre la memoria traumática pueden influir en el curso de la terapia y, potencialmente, contribuir a la formación de recuerdos falsos en los pacientes . El artículo parte de la premisa de que los recuerdos traumáticos no siempre se almacenan o recuperan de manera precisa, y que las ideas preconcebidas de los profesionales pueden afectar la forma en que se interpretan y reconstruyen esos recuerdos. Muchos terapeutas creen que los recuerdos traumáticos pueden ser reprimidos y luego recuperados con precisión, a pesar de que esta idea no está respaldada por la evidencia científica actual. Estas creencias pueden llevar a prácticas como el cuestionamiento repetido, la regresión, la imaginación o la hipnosis, que aumentan el riesgo de distorsión de la memoria. El estudio encontró que los terapeutas que sostienen creencias más fuertes sobre la recuperación precisa de recuerdos reprimidos tienden a usar técnicas más propensas a generar falsos recuerdos. Las creencias erróneas sobre la memoria pueden afectar negativamente el bienestar del paciente, especialmente si se generan recuerdos falsos de eventos traumáticos. Esto puede tener consecuencias legales, familiares y emocionales graves. Se recomienda una mayor formación basada en evidencia científica para los profesionales de la salud mental, con el fin de reducir el riesgo de errores terapéuticos.