Menopausia y sueño

11 de abril de 2025

La menopausia se define como el cese natural y permanente de la menstruación, señalando el fin del periodo fértil de la mujer. Se diagnostica (aunque no se trata de una enfermedad) transcurridos 12 meses sin menstruación, y suele ocurrir entre los 45 y 55 años, aunque hay excepciones. Durante esta transición, llamada “perimenopausia”, ocurren cambios fisiológicos que, eventualmente, podrían tener relación con una mayor dificultad para dormir bien. Según la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia aproximadamente la mitad de las mujeres sufren algún trastorno de sueño durante este proceso.

Los cambios en los niveles de hormonas y las alteraciones fisiológicas como los sofocos son factores que influyen en la calidad del sueño. Por otro lado, el envejecimiento, el aumento de peso o la aparición de enfermedades crónicas pueden conllevar cambios sobre el estado físico que, a su vez, afecten al sueño y a los hábitos diarios. Además, el propio envejecimiento fisiológico puede conllevar un deterioro del sistema circadiano por ejemplo, disminuyendo la secreción de la hormona melatonina, que es importante en la regulación del ciclo sueño-vigilia.

Esta etapa de la vida coincide en muchos casos con un momento de cambio psicológico y con factores psicosociales que facilitan una mayor posibilidad de padecer estados ansioso-depresivos. La propia percepción del paso de la vida, las obligaciones que en esta época pueden confluir (como el cuidado simultáneo de padres mayores y de hijos pequeños o adolescentes), unido a las preocupaciones del día a día comunes a cualquier momento de la edad adulta.

Todo ello contribuye a tener una mala calidad del sueño o un sueño insuficiente.

Por Alfredo Calcedo 17 de junio de 2025
Un estudio realizado en personas mayores en Australia reveló que la dieta influye en la relación entre los síntomas depresivos y los biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer. En hombres con baja adherencia a la dieta mediterránea, los niveles más altos de síntomas depresivos se asociaron con niveles más elevados de neurofilamentos ligeros. Esto no se observó en hombres que seguían estrictamente la dieta mediterránea. La investigación se publicó en Neurobiology of Aging . En resumen, la adherencia a la dieta mediterránea es potencialmente un moderador de la relación entre los síntomas depresivos y los biomarcadores sanguíneos relacionados con la neurodegeneración, siendo importante considerar los enfoques específicos según el sexo y el genotipo en esta relación. Comentado en Pyspost .
Por Alfredo Calcedo 17 de junio de 2025
Un nuevo estudio publicado en la Revista de Psicofarmacología sugiere que las personas que consumieron psicodélicos clásicos antes de experimentar un evento traumático extremo reportaron niveles más bajos de ansiedad y síntomas de estrés postraumático en las semanas posteriores. La investigación, realizada con sobrevivientes del ataque terrorista del 7 de octubre de 2023 en el festival de música Nova en Israel, proporciona datos poco comunes del mundo real sobre cómo los psicodélicos podrían afectar la forma en que el trauma se codifica en la memoria. Los hallazgos se suman a un creciente corpus de investigación sobre el potencial terapéutico de las sustancias psicodélicas para afecciones relacionadas con el trauma. Comentado en Psypost
Por Alfredo Calcedo 17 de junio de 2025
El objetivo de esta GPC es elaborar unas recomendaciones sobre la atención e intervención de niños y adolescentes con TOC. Su finalidad es dar apoyo al profesional en la toma de decisiones sobre el tratamiento, para ofrecer al paciente las opciones asistenciales más adecuadas y efectivas. Esta guía es sólo una referencia. La responsabilidad final sobre la decisión terapéutica es siempre del clínico responsable del tratamiento. Los principales usuarios de esta guía son los psiquiatras, psicólogos clínicos y enfermeros especialistas en salud mental, así como otros profesionales que atienden a niños y adolescentes con TOC.
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