Menopausia y sueño

11 de abril de 2025

La menopausia se define como el cese natural y permanente de la menstruación, señalando el fin del periodo fértil de la mujer. Se diagnostica (aunque no se trata de una enfermedad) transcurridos 12 meses sin menstruación, y suele ocurrir entre los 45 y 55 años, aunque hay excepciones. Durante esta transición, llamada “perimenopausia”, ocurren cambios fisiológicos que, eventualmente, podrían tener relación con una mayor dificultad para dormir bien. Según la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia aproximadamente la mitad de las mujeres sufren algún trastorno de sueño durante este proceso.

Los cambios en los niveles de hormonas y las alteraciones fisiológicas como los sofocos son factores que influyen en la calidad del sueño. Por otro lado, el envejecimiento, el aumento de peso o la aparición de enfermedades crónicas pueden conllevar cambios sobre el estado físico que, a su vez, afecten al sueño y a los hábitos diarios. Además, el propio envejecimiento fisiológico puede conllevar un deterioro del sistema circadiano por ejemplo, disminuyendo la secreción de la hormona melatonina, que es importante en la regulación del ciclo sueño-vigilia.

Esta etapa de la vida coincide en muchos casos con un momento de cambio psicológico y con factores psicosociales que facilitan una mayor posibilidad de padecer estados ansioso-depresivos. La propia percepción del paso de la vida, las obligaciones que en esta época pueden confluir (como el cuidado simultáneo de padres mayores y de hijos pequeños o adolescentes), unido a las preocupaciones del día a día comunes a cualquier momento de la edad adulta.

Todo ello contribuye a tener una mala calidad del sueño o un sueño insuficiente.

Por Alfredo Calcedo 31 de julio de 2025
Como años anteriores, durante el mes de agosto bajamos la persiana hasta septiembre que reiniciaremos la publicación de nuevas noticias de actualidad en psiquiatría. Os deseamos un feliz verano. ¡Un abrazo para todos los compañeros de la SEPL y demás lectores de nuestra newsletter! ¡Hasta septiembre!
Por Alfredo Calcedo 31 de julio de 2025
Una nueva investigación revela que el deseo sexual, tanto crónico como activado en el momento, tiene un impacto significativo en cómo las personas valoran la atracción física en sus parejas a largo plazo. Tradicionalmente, se ha considerado que las personas buscan parejas comprometidas, amables y emocionalmente disponibles. Sin embargo, la atracción física sigue siendo un criterio importante, incluso en relaciones duraderas. El estudio busca entender qué motiva emocionalmente a las personas a priorizar la belleza física, más allá de explicaciones evolutivas. Conclusiones: El deseo sexual modula dinámicamente las preferencias de pareja y cuando el deseo está presente, la atracción física se vuelve más relevante. Esto ocurre tanto en hombres como en mujeres, y no depende exclusivamente de la apertura al sexo casual. Las preferencias no son fijas: cambian según el contexto emocional y motivacional. El estudio desafía la visión tradicional de que las preferencias de pareja son estables. Sugiere que el deseo sexual puede ser un motor psicológico inmediato que influye en decisiones románticas. Los investigadores proponen explorar otros factores afectivos que podrían influir en la elección de pareja, como el deseo de formar una familia o la necesidad de conexión emocional.
Por Alfredo Calcedo 31 de julio de 2025
El Gobierno ha anunciado una reforma legal que prohíbe los ingresos involuntarios de personas con trastornos mentales , salvo en casos de urgencia vital que pongan en peligro la vida del paciente o de terceros. Esta medida busca garantizar los derechos humanos y la dignidad de las personas con discapacidad psicosocial. La psiquiatra Belén González, comisionada de Salud Mental del Ministerio de Sanidad, en una entrevista en la Vanguardia , denuncia que las personas con trastorno mental sufren vulneraciones graves de derechos, siendo ingresadas a la fuerza en hospitales psiquiátricos sin garantías ni alternativas. Señala que ni siquiera los delincuentes son privados de libertad sin un proceso judicial riguroso. Antes de considerar el internamiento involuntario, se deben explorar opciones como Atención domiciliaria, Casas de crisis y Pisos tutelados. En fin, que la realidad no cambie mi ideología.