Prevención y tratamiento de la demencia
12 de marzo de 2024
La demencia afecta al 10% de las personas mayores de 65 años y al 35% de las personas mayores de 90 años, con consecuencias cognitivas, conductuales y funcionales profundas.
Resultados de esta revisión publicada en JAMA Network:
- Las medidas preventivas se centran en factores de riesgo modificables, muchos de los cuales se han identificado.
- Hasta la fecha, no hay datos concluyentes de ensayos clínicos aleatorizados que confirmen que las intervenciones de cualquier tipo pueden prevenir la demencia. Sin embargo, abordar los factores de riesgo puede tener otros beneficios para la salud y debe considerarse.
- La enfermedad de Alzheimer se puede tratar con inhibidores de la colinesterasa, memantina e inmunomoduladores antiamiloide, siendo estos últimos modestamente efectivos para ralentizar el deterioro cognitivo y funcional en personas con deterioro cognitivo leve o demencia leve debido a la enfermedad de Alzheimer.
- Los inhibidores de la colinesterasa y la memantina pueden beneficiar a personas con otros tipos de demencia, como la demencia con cuerpos de Lewy, la demencia por enfermedad de Parkinson, la demencia vascular y la demencia debido a traumatismo cerebral.
- Los síntomas conductuales y psicológicos de la demencia se tratan mejor con enfoques no farmacológicos, incluida la identificación y mitigación de las causas subyacentes y enfoques conductuales individualizados.
- Los medicamentos psicotrópicos tienen evidencia mínima de eficacia para tratar estos síntomas y están asociados con un aumento de la mortalidad y riesgos clínicamente significativos de caídas y deterioro cognitivo.
- Varias estrategias emergentes de prevención y tratamiento prometen mejorar la atención de la demencia en el futuro.
Conclusiones: Aunque los enfoques actuales de prevención y tratamiento de la demencia han tenido un éxito escaso, las inversiones en investigación sobre la demencia sin duda proporcionarán nuevas respuestas para reducir la carga de la demencia en todo el mundo.

Un estudio realizado en personas mayores en Australia reveló que la dieta influye en la relación entre los síntomas depresivos y los biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer. En hombres con baja adherencia a la dieta mediterránea, los niveles más altos de síntomas depresivos se asociaron con niveles más elevados de neurofilamentos ligeros. Esto no se observó en hombres que seguían estrictamente la dieta mediterránea. La investigación se publicó en Neurobiology of Aging . En resumen, la adherencia a la dieta mediterránea es potencialmente un moderador de la relación entre los síntomas depresivos y los biomarcadores sanguíneos relacionados con la neurodegeneración, siendo importante considerar los enfoques específicos según el sexo y el genotipo en esta relación. Comentado en Pyspost .

Un nuevo estudio publicado en la Revista de Psicofarmacología sugiere que las personas que consumieron psicodélicos clásicos antes de experimentar un evento traumático extremo reportaron niveles más bajos de ansiedad y síntomas de estrés postraumático en las semanas posteriores. La investigación, realizada con sobrevivientes del ataque terrorista del 7 de octubre de 2023 en el festival de música Nova en Israel, proporciona datos poco comunes del mundo real sobre cómo los psicodélicos podrían afectar la forma en que el trauma se codifica en la memoria. Los hallazgos se suman a un creciente corpus de investigación sobre el potencial terapéutico de las sustancias psicodélicas para afecciones relacionadas con el trauma. Comentado en Psypost

El objetivo de esta GPC es elaborar unas recomendaciones sobre la atención e intervención de niños y adolescentes con TOC. Su finalidad es dar apoyo al profesional en la toma de decisiones sobre el tratamiento, para ofrecer al paciente las opciones asistenciales más adecuadas y efectivas. Esta guía es sólo una referencia. La responsabilidad final sobre la decisión terapéutica es siempre del clínico responsable del tratamiento. Los principales usuarios de esta guía son los psiquiatras, psicólogos clínicos y enfermeros especialistas en salud mental, así como otros profesionales que atienden a niños y adolescentes con TOC.