Sikorav contra el mundo
Michael Sikorav, psiquiatra en práctica privada en Changé (Francia), padece un trastorno bipolar y escribe en Psychiatrie Internationale. Su enfoque clínico se basa en su experiencia personal y en la evidencia científica, lo que lo ha llevado a enfrentarse al sistema sanitario francés.
Como paciente, pasó años probando tratamientos estándar como litio, lamotrigina y aripiprazol, con escasos beneficios o efectos adversos. Quetiapina le ayudó en fases maníacas, pero le provocó sedación y aumento de peso, que controló con metformina. También encontró alivio con levotiroxina para la depresión. Tras completar su residencia (2015-2019) y trabajar en hospital psiquiátrico hasta 2022, abrió consulta privada ofreciendo lo que consideraba cuidados superiores: metformina para efectos metabólicos, hormona tiroidea en depresión y pramipexol en casos resistentes. Estas prácticas, habituales en EE. UU., son controvertidas en Francia.
Farmacéuticos rechazaron sus recetas, aunque aceptan combinaciones cuestionables como altas dosis de antipsicóticos antiguos. El rechazo fue generalizado y derivó en denuncias. Un paciente bipolar, privado de pramipexol, empeoró y realizó un intento grave de suicidio; solo hospitalizado recibió el fármaco. Sikorav presentó evidencia al Consejo Médico, que validó su razonamiento, pero autoridades y farmacéuticos se negaron a dialogar. Ante la falta de soluciones, hizo pública su historia y diagnóstico, atrayendo la atención de la CPAM (agencia francesa del medicamento), que lo calificó de “peligroso e inestable” por su bipolaridad y prescripción off-label, pese a no haber quejas de pacientes.
Fue sometido a dos evaluaciones: una clínica y otra psiquiátrica. La segunda, según él, fue humillante y distorsionada. Finalmente, fue autorizado a seguir ejerciendo, aunque el proceso fue agotador y coincidió con la enfermedad grave de su hijo recién nacido. El problema central es normativo: las prescripciones fuera de indicación deben marcarse, obligando al paciente a pagar. Sikorav omitió esta marca para evitar perjuicios, lo que ahora se considera infracción. Aunque el Consejo Médico avaló la pertinencia clínica, las autoridades exigen reembolsos, amenazando su continuidad profesional.
Critica la paradoja: el sistema financia usos off-label dudosos, pero cuestiona opciones respaldadas por evidencia. Señala falta de formación y burocracia sin alfabetización clínica. Sobre la psiquiatría francesa, denuncia el uso rutinario y prolongado de antipsicóticos sin indicación clara y la normalización del daño metabólico sin medidas preventivas.
Percibe hipocresía: las autoridades proclaman la salud mental como prioridad, pero lo atacaron por revelar su diagnóstico. Tras una entrevista en mayo de 2024, la CPAM lo vigiló y concluyó que estaba descompensado, incluso interpretando su humor como prueba de inestabilidad. Sikorav ve improbable una reforma rápida, aunque espera seguir trabajando. Si la presión aumenta, contempla emigrar, aunque preferiría quedarse y ver modernizada la psiquiatría francesa.





