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Curso clínico a largo plazo del TUS y el TDAH comórbidos

abr 04, 2024

Si bien los trastornos por uso de sustancias (TUS) a menudo coexisten con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), se sabe poco sobre el curso clínico a largo plazo de los pacientes con TUS y TDAH comórbidos.

 Algunos estudios sugieren que la comorbilidad de TUS con TDAH se asocia con una enfermedad más grave y compleja, incluyendo un inicio más temprano del uso de sustancias, mayor uso de múltiples sustancias, mayor comorbilidad psiquiátrica, cronicidad y peores resultados del tratamiento para las SUD

Este artículo describe el protocolo del Estudio Internacional de Cohorte Naturalística de TDAH y TUS (INCAS por sus siglas en inglés) y presenta las características iniciales de los participantes del estudio.

Se trata de un estudio prospectivo observacional, actualmente en curso, diseñado para examinar la evolución clínica de las personas con TDAH y TUS comórbidos, en diferentes entornos de tratamiento y países.

Se han incluido 578 participantes adultos con TUS y TDAH comórbidos que buscaban tratamiento en 12 sitios de estudio en 9 países diferentes. Al inicio del estudio, la muestra tenía una edad media de 36,7 años (11,0); el 47,5% eran pacientes hospitalizados y el 52,5% ambulatorios.

Resultados iniciales:

  • Sustancias de abuso prevalentes: Los TUS más comunes al inicio del estudio fueron el alcohol (54.2%), los estimulantes (43.6%), el cannabis (33.1%) y los opioides (14.5%).
  • Comorbilidades psiquiátricas: Otros trastornos mentales comórbidos estaban presentes en el 61,4% de la muestra: depresión mayor 31,5%, trastorno de estrés postraumático 12,1%, trastorno límite de la personalidad 10,2%.
  • Tratamiento previo: Los pacientes informaron tratamientos previos para el TUS en el 71,1% y para el TDAH en el 56,9%.
  • Objetivos del estudio: Investigar los predictores de resultados exitosos en diferentes modalidades de tratamiento y generar hipótesis para futuros ensayos controlados aleatorios.

Comentado en Psychiatric Times

Por Alfredo Calcedo 10 may, 2024
Metanálisis que investiga la relación entre el maltrato infantil y su impacto en la salud mental y el riesgo de suicidio a lo largo de la vida. Resultados: el maltrato infantil podría ser responsable del 21% de los trastornos depresivos y del 41% de las tentativas de suicidio en Australia. Se estima que más de 1,8 millones de casos de trastornos depresivos, de ansiedad y de uso de sustancias, podrían prevenirse si se erradicara el maltrato infantil. Esto indica que los esfuerzos para prevenir la exposición al maltrato infantil tienen el potencial de mejorar la salud mental a nivel poblacional. Es importante destacar que estos hallazgos se obtuvieron después de controlar variables de confusión genéticas y ambientales, lo que sugiere una asociación causal significativa entre el maltrato infantil y los trastornos de salud mental.
Por Alfredo Calcedo 10 may, 2024
Noticia publicada en El Español que informa de los riesgos del fármaco montelukast , utilizado en el tratamiento del asma en niños y adolescentes, por el riesgo de presentar reacciones neuropsiquiárticas, aunque poco frecuentes (las sufren menos del 1% de los pacientes), como pesadillas, insomnio, sonambulismo, ansiedad, comportamiento agresivo, depresión o irritabilidad. Como reacciones raras están la alteración de la atención y la memoria, o tener tics. Finalmente, como muy raras (ocurren en menos de 1 de cada 10.000 casos) estarían las alucinaciones, la desorientación, pensamientos y comportamientos suicidas, síntomas obsesivo-compulsivos o disfemia (tartamudez). Se ha llegado a relacionar el fármaco con trastornos tan extraños como el síndrome de Alicia en el País de las Maravillas, consistente en episodios breves de distorsión del tamaño, la forma o la distancia de objetos o el propio cuerpo. Aunque en Reino Unido han hecho una advertencia en niños y adolescentes, en España los avisos en el medicamento no especifican edades. En la gran mayoría de pacientes, montelukast "tendrá más beneficios que riesgos" pero los padres deben estar atentos, sobre todo si el niño es pequeño y aparecen cambios en el comportamiento, tendencia a la agresividad o alteraciones del sueño.
Por Alfredo Calcedo 10 may, 2024
La opinión general sobre la teoría de la depresión basada en la diátesis-estrés considera los factores estresantes y la vulnerabilidad genética como riesgos independientes.  Este estudio investiga el papel de los genes y los factores estresantes para ver si es válido clasificar la depresión como reactiva o endógena. Los investigadores tratan de responder a la siguiente pregunta: ¿El riesgo genético de depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia, TDAH, ansiedad y neuroticismo (un rasgo de personalidad) influye en la exposición de las personas a acontecimientos vitales estresantes? En este Estudio australiano sobre genética de la depresión, las personas con depresión respondieron encuestas sobre la exposición a acontecimientos vitales estresantes y analizaron el ADN de sus muestras de saliva para calcular su riesgo genético de sufrir un trastorno mental. Si los subtipos de depresión reactiva y endógena son válidos, es esperable que las personas con un componente genético más bajo en su depresión (el grupo reactivo) informarán de más eventos vitales estresantes, mientras que aquellos con un mayor componente genético (el grupo endógeno) informarán de menos eventos vitales estresantes. Sin embargo, después de estudiar a más de 14.000 personas con depresión se obtiene lo contrario: las personas con mayor riesgo genético de depresión, ansiedad, TDAH o esquizofrenia dicen haber estado expuestas a más factores estresantes. Conclusiones En primer lugar, se confirma que los genes y el entorno no son independientes. Los genes influyen en los entornos en los que terminamos y en lo que sucede después. Los genes también influyen en cómo reaccionamos ante esos eventos. En segundo lugar, los resultados del estudio no respaldan una distinción entre depresión reactiva y endógena. Los genes y el entorno tienen una interacción compleja. La mayoría de los casos de depresión son una mezcla de genética, biología y factores estresantes. En tercer lugar, las personas con depresión que parecen tener un componente genético más fuerte en su depresión informan que sus vidas están marcadas por factores estresantes más graves. En conjunto, los resultados sugieren que los esfuerzos para ayudar a las personas genéticamente vulnerables a afrontar el estrés podrían mejorar sus resultados y ayudar a romper el ciclo de depresión recurrente y eventos vitales estresantes acumulados. Comentado en The Conversation
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