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“¿Debería considerarse el aburrimiento de los pacientes ingresados en unidades psiquiátricas como un daño iatrogénico?”

mar 07, 2024

Este artículo publicado en la Revista de Ética de la Asociación Médica Estadounidense explora las dimensiones éticas del aburrimiento que experimentan los pacientes durante su estancia en unidades psiquiátricas. Resumen:

  • Contexto: Los pacientes a menudo informan sentirse aburridos durante su hospitalización en psiquiatría. El aburrimiento puede exacerbar las vulnerabilidades y condiciones de los pacientes, lo que plantea preguntas éticas sobre el diseño de las unidades de pacientes internados que limitan la autonomía de los pacientes o su acceso a actividades e interacciones con otros.
  • Caso de estudio: La paciente NM es una adulta hospitalizada por depresión y pensamientos suicidas. Ella encuentra los días en el hospital largos y tediosos. Asiste a todos los grupos ofrecidos, a veces solo uno al día los fines de semana. Ve televisión, camina y expresa su necesidad de programación más estimulante para sanar. Durante la planificación de su alta, menciona a su psiquiatra, el Dr. Z, que se sentiría mucho mejor si pudiera ser más activa en casa.
  • Aburrimiento como daño: El aburrimiento puede afectar negativamente la salud mental y el bienestar de los pacientes. Se plantea la pregunta de si el aburrimiento debería considerarse un daño iatrogénico. El aburrimiento puede dificultar la recuperación y afectar la calidad de vida de los pacientes.
  • Beneficios y riesgos: Aunque el aburrimiento puede ser perjudicial, también hay beneficios en la hospitalización. Si la reducción del bienestar psicológico inducida por el aburrimiento supera los beneficios de la hospitalización, entonces el aburrimiento no sería un daño justificable.

En resumen, el artículo examina cómo el aburrimiento afecta a los pacientes en unidades psiquiátricas y considera si debería considerarse un daño iatrogénico en el proceso de planificación del alta.


Por Alfredo Calcedo 10 may, 2024
Metanálisis que investiga la relación entre el maltrato infantil y su impacto en la salud mental y el riesgo de suicidio a lo largo de la vida. Resultados: el maltrato infantil podría ser responsable del 21% de los trastornos depresivos y del 41% de las tentativas de suicidio en Australia. Se estima que más de 1,8 millones de casos de trastornos depresivos, de ansiedad y de uso de sustancias, podrían prevenirse si se erradicara el maltrato infantil. Esto indica que los esfuerzos para prevenir la exposición al maltrato infantil tienen el potencial de mejorar la salud mental a nivel poblacional. Es importante destacar que estos hallazgos se obtuvieron después de controlar variables de confusión genéticas y ambientales, lo que sugiere una asociación causal significativa entre el maltrato infantil y los trastornos de salud mental.
Por Alfredo Calcedo 10 may, 2024
Noticia publicada en El Español que informa de los riesgos del fármaco montelukast , utilizado en el tratamiento del asma en niños y adolescentes, por el riesgo de presentar reacciones neuropsiquiárticas, aunque poco frecuentes (las sufren menos del 1% de los pacientes), como pesadillas, insomnio, sonambulismo, ansiedad, comportamiento agresivo, depresión o irritabilidad. Como reacciones raras están la alteración de la atención y la memoria, o tener tics. Finalmente, como muy raras (ocurren en menos de 1 de cada 10.000 casos) estarían las alucinaciones, la desorientación, pensamientos y comportamientos suicidas, síntomas obsesivo-compulsivos o disfemia (tartamudez). Se ha llegado a relacionar el fármaco con trastornos tan extraños como el síndrome de Alicia en el País de las Maravillas, consistente en episodios breves de distorsión del tamaño, la forma o la distancia de objetos o el propio cuerpo. Aunque en Reino Unido han hecho una advertencia en niños y adolescentes, en España los avisos en el medicamento no especifican edades. En la gran mayoría de pacientes, montelukast "tendrá más beneficios que riesgos" pero los padres deben estar atentos, sobre todo si el niño es pequeño y aparecen cambios en el comportamiento, tendencia a la agresividad o alteraciones del sueño.
Por Alfredo Calcedo 10 may, 2024
La opinión general sobre la teoría de la depresión basada en la diátesis-estrés considera los factores estresantes y la vulnerabilidad genética como riesgos independientes.  Este estudio investiga el papel de los genes y los factores estresantes para ver si es válido clasificar la depresión como reactiva o endógena. Los investigadores tratan de responder a la siguiente pregunta: ¿El riesgo genético de depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia, TDAH, ansiedad y neuroticismo (un rasgo de personalidad) influye en la exposición de las personas a acontecimientos vitales estresantes? En este Estudio australiano sobre genética de la depresión, las personas con depresión respondieron encuestas sobre la exposición a acontecimientos vitales estresantes y analizaron el ADN de sus muestras de saliva para calcular su riesgo genético de sufrir un trastorno mental. Si los subtipos de depresión reactiva y endógena son válidos, es esperable que las personas con un componente genético más bajo en su depresión (el grupo reactivo) informarán de más eventos vitales estresantes, mientras que aquellos con un mayor componente genético (el grupo endógeno) informarán de menos eventos vitales estresantes. Sin embargo, después de estudiar a más de 14.000 personas con depresión se obtiene lo contrario: las personas con mayor riesgo genético de depresión, ansiedad, TDAH o esquizofrenia dicen haber estado expuestas a más factores estresantes. Conclusiones En primer lugar, se confirma que los genes y el entorno no son independientes. Los genes influyen en los entornos en los que terminamos y en lo que sucede después. Los genes también influyen en cómo reaccionamos ante esos eventos. En segundo lugar, los resultados del estudio no respaldan una distinción entre depresión reactiva y endógena. Los genes y el entorno tienen una interacción compleja. La mayoría de los casos de depresión son una mezcla de genética, biología y factores estresantes. En tercer lugar, las personas con depresión que parecen tener un componente genético más fuerte en su depresión informan que sus vidas están marcadas por factores estresantes más graves. En conjunto, los resultados sugieren que los esfuerzos para ayudar a las personas genéticamente vulnerables a afrontar el estrés podrían mejorar sus resultados y ayudar a romper el ciclo de depresión recurrente y eventos vitales estresantes acumulados. Comentado en The Conversation
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