Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea, combinada con fisioterapia, ayuda a reducir el dolor y la fatiga de la fibromialgia

28 de noviembre de 2025

En el congreso anual de la American College of Rheumatology (ACR) 2025 en Chicago, se presentó un estudio pragmático aleatorizado cuyo objetivo fue evaluar si el uso de estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS) junto a fisioterapia ambulatoria reducía eficazmente el dolor inducido por el movimiento, el dolor en reposo y la fatiga en pacientes con fibromialgia. 

El protocolo permitió a los fisioterapeutas actuar con total libertad para diseñar el plan de tratamiento y debían explicar el funcionamiento del dispositivo de estimulación nerviosa eléctrica transcutánea. A los pacientes se les pidió que usaran el dispositivo (del tamaño de una tarjeta de crédito, aproximadamente) durante dos horas diarias mientras realizaban actividad física. El seguimiento se extendió 6 meses. 

Resultado: A partir del día 30 y hasta el día 180, se observaron reducciones significativas en fatiga y en dolor (incluido el reposo), especialmente en el grupo con TENS. En el grupo control, la mejora solo apareció tras incorporar TENS. El 72 % del grupo TENS+ fisioterapia reportó una mejoría significativa en el potencial evocado motor en comparación con el 51 % del grupo de fisioterapia sola.  

La reumatóloga Sonali Khandelwal destacó su valor por tratarse de una intervención no farmacológica, bien tolerada y efectiva contra dolor basal y fatiga. 

Por Alfredo Calcedo 28 de noviembre de 2025
Los agonistas del receptor GLP-1, diseñados para mejorar el control glucémico y reducir peso, están mostrando efectos relevantes sobre la salud sexual masculina y femenina. En hombres con obesidad o diabetes, diversos estudios señalan que estos fármacos incrementan la testosterona total y las gonadotropinas (LH y FSH), además de reducir peso y HbA1c. Este reequilibrio hormonal se traduce en mejoras en la función eréctil y el deseo sexual, especialmente en casos de hipogonadismo funcional. Incluso frente a otros tratamientos antidiabéticos, los GLP-1 destacan por elevar más las gonadotropinas y la globulina transportadora de hormonas sexuales (SHBG), traduciéndose en un mayor deseo sexual, mejor función eréctil y espermatogénesis. En pacientes con diabetes tipo 2 y disfunción eréctil, la combinación de metformina con liraglutida o dulaglutida mostró resultados superiores a la monoterapia, reflejados en puntuaciones más altas en el índice internacional de función eréctil. Sin embargo, la respuesta no es uniforme: algunos hombres experimentan beneficios claros, mientras que otros presentan efectos neutros o incluso negativos, lo que obliga a un enfoque individualizado. En mujeres, el panorama es más incierto. Aunque la investigación es escasa, empiezan a documentarse casos de anorgasmia y disminución del deseo sexual tras iniciar tratamiento con agonistas GLP-1 o combinados con GIP. Los mecanismos propuestos incluyen alteraciones neurohormonales y vasculares, así como la modulación de circuitos dopaminérgicos relacionados con el placer y la recompensa. Curiosamente, algunas pacientes describen la pérdida de apetito sexual como paralela a la supresión del hambre, lo que sugiere una conexión funcional entre ambos impulsos. No obstante, otras mujeres reportan mejoras en deseo y autoestima tras perder peso, lo que confirma la variabilidad individual. Pese a su impacto mediático, los expertos advierten que estos resultados deben interpretarse con cautela: la encuesta es auto-reportada, no distingue entre usos clínicos y estéticos, y refleja percepciones más que mecanismos fisiológicos reales. En otras palabras: refleja cómo las personas “viven” su experiencia con los GLP-1, no lo que el fármaco hace realmente en el cuerpo.
Por Alfredo Calcedo 28 de noviembre de 2025
El consumo de alcohol, tabaco y cannabis entre estudiantes españoles de 14 a 18 años ha alcanzado mínimos históricos , según la Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias ( ESTUDES) 2025 , presentada por el Ministerio de Sanidad. Este estudio, que se realiza desde 1994, refleja una tendencia descendente en el uso de estas sustancias. En 2025, el 51% de los jóvenes declaró haber consumido alcohol en el último mes, frente al 15% en el caso del tabaco y el 11,6% para el cannabis. Además, los episodios de consumo intensivo de alcohol (binge drinking) se reducen al 24,7%, la cifra más baja desde que se mide este indicador. La ministra de Sanidad, Mónica García, destacó que las nuevas generaciones están redefiniendo el ocio y la salud, mientras que la encuesta también muestra un aumento en la percepción de los riesgos asociados al consumo de drogas. Aunque el uso de cigarrillos electrónicos en los últimos 30 días ha experimentado un ligero incremento, los datos sobre consumo anual o alguna vez en la vida se mantienen estables respecto a la edición anterior (2023). En general, el informe confirma una disminución o estabilización en todas las sustancias psicoactivas analizadas.
Por Alfredo Calcedo 27 de noviembre de 2025
La depresión mayor es un trastorno muy común, pero también muy diverso, lo que dificulta entender sus causas. Este estudio se centró en una idea clave: la edad en que aparece la depresión puede revelar diferencias importantes en su origen genético. Para investigarlo, los científicos analizaron datos de biobancos nórdicos, que incluyen información genética y médica de miles de personas. Compararon dos grupos: quienes desarrollaron depresión antes (inicio temprano, eoMDD) y quienes la desarrollaron más tarde (inicio tardío, loMDD). Encontraron que el grupo de inicio temprano tiene más señales genéticas específicas: 12 regiones del genoma asociadas, frente a solo 2 en el grupo tardío. Aunque ambos tipos comparten cierta base genética, no son iguales. De hecho, la depresión temprana parece estar más relacionada con genes que influyen en el desarrollo del cerebro. Un hallazgo muy relevante es que las puntuaciones de riesgo genético (PRS) para la depresión temprana pueden predecir la probabilidad de intento de suicidio en los 10 años posteriores al diagnóstico. Las personas con mayor riesgo genético tenían un 26% de probabilidad, frente al 12% en las de menor riesgo. Esto significa que la genética podría ayudar a identificar a quienes necesitan más apoyo y prevención. En resumen, la edad de inicio no solo es un dato clínico: también refleja diferencias biológicas importantes. Estos resultados abren la puerta a una psiquiatría más personalizada, donde el tratamiento y la prevención se adapten al perfil genético de cada paciente. Comentado en News from Karolinska Institutet