Experiencia de una MIR en un centro penitenciario
María Escorihuela, médica de Familia, relata su experiencia como MIR durante una rotación voluntaria de un mes en el Centro Penitenciario de Zuera, en Zaragoza. Su interés por la sanidad penitenciaria nació durante su etapa como estudiante de Medicina, cuando fue voluntaria en una prisión. Aquella experiencia fue positiva y enriquecedora, lo que la motivó a solicitar una rotación formal como residente.
Sin embargo, su segunda experiencia fue muy distinta. Como médica, notó que la relación con los internos cambió drásticamente: ya no había la confianza del voluntariado, sino una interacción marcada por la desconfianza y la instrumentalización del rol sanitario. Los internos, conscientes del poder que los médicos tienen sobre decisiones importantes (como permisos o traslados), tendían a no ser sinceros en sus relatos clínicos.
A pesar de estas dificultades, Escorihuela destaca que se sintió más segura dentro de la cárcel que en un centro de salud, gracias a la constante presencia de funcionarios y sistemas de vigilancia. No obstante, las condiciones laborales eran muy duras: solo cuatro médicos para 1.200 internos, guardias localizadas con desplazamientos nocturnos a zonas alejadas, y escasos recursos para atender urgencias graves como autolesiones, intentos de suicidio o agresiones.
En cuanto a las patologías más frecuentes, menciona las traumatológicas (por la actividad física de los internos), enfermedades psiquiátricas, patologías duales relacionadas con el consumo de sustancias, y situaciones de sufrimiento emocional derivadas de la vida en prisión.
Escorihuela concluye que, aunque la sanidad penitenciaria es un ámbito que requiere profesionales muy preparados y vocacionales, ella no se veía trabajando allí a largo plazo. Critica que este sector esté desligado del Sistema Nacional de Salud al depender del Ministerio del Interior, lo que limita su integración en el sistema formativo MIR. Propone que las rotaciones en prisiones deberían ser más comunes para que los futuros médicos conozcan esta realidad y puedan considerarla como una opción profesional.


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