Por Alfredo Calcedo
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19 de septiembre de 2025
Desde la legalización de las apuestas deportivas de un solo evento en Canadá en 2021, el país ha visto una explosión de publicidad relacionada con el juego, especialmente durante transmisiones deportivas. Esta normalización del juego, según los autores de este artículo, Shannon Charlebois y Shawn Kelly, representa una amenaza directa para la juventud canadiense . La legalización del juego en línea en Ontario en 2022 convirtió cualquier smartphone en una plataforma de apuestas. Aunque los menores legalmente no pueden participar en apuestas, la publicidad los incita a iniciarse en el juego y a intensificar su participación, dificultando además la recuperación de quienes ya enfrentan adicción. El juego problemático se asocia con suicidio, abuso de sustancias, criminalidad y otros daños sociales. En Noruega, el suicidio fue la principal causa de muerte entre personas con trastornos de juego entre 2008 y 2021. En el Reino Unido, los jóvenes con problemas de juego tienen hasta nueve veces más probabilidades de intentar suicidarse. Además, se ha vinculado el juego juvenil con delitos como robo, posesión de armas y agresiones. En 2024, Ontario prohibió los anuncios de apuestas con atletas y celebridades. Sin embargo, las empresas sortearon la norma usando figuras públicas para promover el “juego responsable”, una estrategia que, según una revisión de 166 estudios, no tiene eficacia demostrada. Por otro lado, los elevados ingresos obtenidos por el juego (Ontario recaudó más de 1.400 millones de dólares en impuestos en tres años) dificulta la implementación de restricciones efectivas. Los autores instan a eliminar toda publicidad de apuestas durante transmisiones accesibles a menores. Argumentan que las intervenciones provinciales aisladas no bastan y que se necesita legislación nacional para regular la publicidad de apuestas deportivas.