Intervenciones psicosociales que pueden prolongar inadvertidamente la ansiedad entre los jóvenes
El artículo examina cómo ciertas intervenciones psicológicas dirigidas a jóvenes con ansiedad pueden, paradójicamente, prolongar o agravar su condición en lugar de aliviarla.
Los autores destacan que, aunque la terapia cognitivo-conductual (TCC) con enfoque en la exposición es un tratamiento bien establecido para la ansiedad en jóvenes, muchas intervenciones disponibles no se basan en esta sólida evidencia científica (importancia de la exposición). En algunos casos, las estrategias utilizadas pueden reforzar la evitación y limitar la capacidad del joven para desarrollar experiencias correctivas y de autoeficacia frente a sus miedos.
El artículo argumenta tres puntos clave:
- Acceso limitado a la TCC e inconsistencia en la aplicación de la TCC : Aunque su disponibilidad ha aumentado, sigue siendo difícil de acceder para muchos jóvenes. Además, existe una gran variabilidad en el énfasis/inclusión de varios componentes de la TCC. Por ejemplo, el componente más efectivo (la exposición) a menudo es infrautilizado y el componente menos efectivo (la relajación) frecuentemente es sobreutilizado.
- Intervenciones que refuerzan la evitación: Algunas estrategias promueven la evitación en lugar de la confrontación gradual de los miedos, lo que impide el aprendizaje correctivo necesario para reducir la ansiedad a largo plazo. Diversas estrategias de autocuidado/afrontamiento (p. ej., llevar un diario, meditar, escuchar música), respuestas familiares y apoyos escolares corren el riesgo de promover la evitación emocional o conductual en lugar del afrontamiento orientado a la exposición.
- En tercer lugar, existe una amplia variedad de opciones de intervención disponibles para jóvenes y familias que no están fundamentadas en marcos teóricos claros ni en evidencia científica sólida, lo que genera incertidumbre sobre su efectividad. Múltiples opciones de terapia presencial, programas de terapia basados en tecnología y libros de autoayuda carecen de base empírica. Los cuidadores, que carecen de conocimiento sobre la búsqueda de ayuda, se enfrentan a una multitud de opciones disponibles y tienen el potencial de elegir sin saberlo una de las opciones disponibles pero ineficaces
En un contexto donde la ansiedad juvenil es una preocupación creciente, los autores enfatizan la importancia de desarrollar sistemas que respalden intervenciones probadas y basadas en ciencia rigurosa. También instan a que futuras investigaciones y políticas consideren los posibles efectos adversos de ciertas intervenciones psicológicas.


