Intervenciones psicosociales que pueden prolongar inadvertidamente la ansiedad entre los jóvenes

20 de mayo de 2025

El artículo examina cómo ciertas intervenciones psicológicas dirigidas a jóvenes con ansiedad pueden, paradójicamente, prolongar o agravar su condición en lugar de aliviarla.

Los autores destacan que, aunque la terapia cognitivo-conductual (TCC) con enfoque en la exposición es un tratamiento bien establecido para la ansiedad en jóvenes, muchas intervenciones disponibles no se basan en esta sólida evidencia científica (importancia de la exposición). En algunos casos, las estrategias utilizadas pueden reforzar la evitación y limitar la capacidad del joven para desarrollar experiencias correctivas y de autoeficacia frente a sus miedos.

El artículo argumenta tres puntos clave:

  1. Acceso limitado a la TCC e inconsistencia en la aplicación de la TCC : Aunque su disponibilidad ha aumentado, sigue siendo difícil de acceder para muchos jóvenes. Además, existe una gran variabilidad en el énfasis/inclusión de varios componentes de la TCC. Por ejemplo, el componente más efectivo (la exposición) a menudo es infrautilizado y el componente menos efectivo (la relajación) frecuentemente es sobreutilizado.
  2. Intervenciones que refuerzan la evitación: Algunas estrategias promueven la evitación en lugar de la confrontación gradual de los miedos, lo que impide el aprendizaje correctivo necesario para reducir la ansiedad a largo plazo. Diversas estrategias de autocuidado/afrontamiento (p. ej., llevar un diario, meditar, escuchar música), respuestas familiares y apoyos escolares corren el riesgo de promover la evitación emocional o conductual en lugar del afrontamiento orientado a la exposición.
  3. En tercer lugar, existe una amplia variedad de opciones de intervención disponibles para jóvenes y familias que no están fundamentadas en marcos teóricos claros ni en evidencia científica sólida, lo que genera incertidumbre sobre su efectividad. Múltiples opciones de terapia presencial, programas de terapia basados en tecnología y libros de autoayuda carecen de base empírica. Los cuidadores, que carecen de conocimiento sobre la búsqueda de ayuda, se enfrentan a una multitud de opciones disponibles y tienen el potencial de elegir sin saberlo una de las opciones disponibles pero ineficaces

En un contexto donde la ansiedad juvenil es una preocupación creciente, los autores enfatizan la importancia de desarrollar sistemas que respalden intervenciones probadas y basadas en ciencia rigurosa. También instan a que futuras investigaciones y políticas consideren los posibles efectos adversos de ciertas intervenciones psicológicas.



Por Alfredo Calcedo 4 de julio de 2025
Artículo de opinión que aborda las profundas implicaciones clínicas, éticas y culturales de la legalización de la muerte asistida (MAID o eutanasia) para personas con sufrimiento psicológico, especialmente en países como Países Bajos, Suiza y Canadá. Por ejemplo, en 2024, los Países Bajos registraron un récord de 219 muertes por eutanasia por sufrimiento psicológico, un aumento del 60% respecto al año anterior. La psiquiatra Hannah Spier, autora del artículo, expresa una preocupación creciente por cómo esta tendencia está transformando la práctica de la psiquiatría y el valor que la sociedad otorga a la vida humana. Denuncia un cambio en los valores médicos, de priorizar la curación y la esperanza, se ha pasado a exaltar la autonomía, la dignidad y la elección personal como valores supremos. Esto ha llevado a que el suicidio, antes considerado un síntoma de enfermedad mental, ahora pueda ser validado como una decisión racional. Como consecuencia clínica, se plantea una contradicción: si el sufrimiento psicológico es tan válido como el físico, ¿cómo se puede negar la eutanasia a quien padece depresión crónica? Esto obliga a los psiquiatras a decidir si un paciente suicida está enfermo o simplemente es “realista”. Por otro lado, es más que cuestionable la capacidad del sistema psiquiátrico para determinar con certeza quién está en su sano juicio para tomar esta decisión irreversible. Señala también el posible impacto en los profesionales y allegados. Se relatan casos de personas emocionalmente afectadas por acompañar a seres queridos en procesos de suicidio asistido, incluso sin tener antecedentes psiquiátricos. El sufrimiento de quienes rodean al paciente suele ser silenciado por el lenguaje clínico y legal que rodea al “derecho a morir con dignidad”. La autora advierte que la mera existencia de la eutanasia como opción puede ejercer presión sobre personas vulnerables, especialmente ancianos o discapacitados, que podrían sentirse como una carga. Se denuncia una cultura utilitarista que valora la vida solo si es productiva, autónoma y libre de sufrimiento. El artículo concluye con una crítica a la cultura contemporánea que trivializa la muerte como una opción más, y a un sistema que espera que los psiquiatras prevengan el suicidio mientras se legaliza su facilitación. La autora defiende la necesidad de preservar el valor intrínseco de la vida humana y de resistir la presión cultural que convierte la desesperación en una elección válida.
Por Alfredo Calcedo 4 de julio de 2025
El artículo explora cómo los trastornos del sueño y las enfermedades psiquiátricas están profundamente entrelazados , influyéndose mutuamente de forma compleja. Esta relación bidireccional complica tanto el diagnóstico como el tratamiento, y exige un enfoque clínico integrado. Insomnio: Es el trastorno más común y se asocia fuertemente con ansiedad y depresión. El insomnio crónico triplica el riesgo de desarrollar trastornos del estado de ánimo. La terapia cognitivo-conductual para el insomnio (CBT-I) es el tratamiento de primera línea y ha demostrado prevenir recaídas depresivas. Narcolepsia y trastornos del ritmo circadiano: A menudo se confunden con trastornos psiquiátricos como el trastorno bipolar o la esquizofrenia. Requieren una evaluación cuidadosa para evitar diagnósticos erróneos y tratamientos inadecuados. Parasomnias y síndrome de piernas inquietas: Son frecuentes en pacientes psiquiátricos y pueden agravar síntomas como la ansiedad o la irritabilidad. Su tratamiento específico puede mejorar tanto el sueño como la salud mental general. Apnea obstructiva del sueño (AOS): Se vincula con depresión, deterioro cognitivo y fatiga diurna. El tratamiento con CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias) puede mejorar significativamente el estado de ánimo y la función cognitiva. Desafíos diagnósticos Muchos síntomas del sueño se solapan con los de trastornos psiquiátricos, lo que puede llevar a confusión clínica. La falta de formación específica en medicina del sueño entre psiquiatras contribuye a diagnósticos incompletos o erróneos. Enfoques terapéuticos integrados Se recomienda una atención colaborativa entre psiquiatras, neurólogos y especialistas en medicina del sueño. El tratamiento efectivo de los trastornos del sueño puede mejorar la respuesta a psicofármacos y reducir la recurrencia de síntomas psiquiátricos. Los trastornos del sueño no deben considerarse síntomas secundarios, sino condiciones clínicas que merecen atención propia. Su abordaje adecuado puede transformar el pronóstico de muchos pacientes con enfermedades mentales.
Por Alfredo Calcedo 4 de julio de 2025
Estudio que investiga cómo los rasgos de la tríada oscura (narcisismo, maquiavelismo y psicopatía) se relacionan con la depresión y la flexibilidad de afrontamiento, utilizando el Modelo de los Cinco Grandes (FFM) y análisis de redes para identificar rasgos adaptativos y desadaptativos. Los rasgos de la tríada oscura son el maquiavelismo, el narcisismo y la psicopatía. Estos rasgos suelen estar vinculados a la manipulación, la autoimportancia y la falta de empatía, respectivamente. Los hallazgos sugieren que algunos rasgos de personalidad tradicionalmente considerados socialmente aversivos podrían, en realidad, cumplir funciones psicológicas protectoras y adaptativas en algunos contextos, dependiendo de cómo influyan en las estrategias de afrontamiento. Por ejemplo, las personas con alta capacidad de acción maquiavélica pueden ser asertivas, seguras de sí mismas y orientadas a objetivos. En cambio, rasgos como el antagonismo narcisista (sensación de derecho, la falta de empatía y la arrogancia) y el neuroticismo, comunes a múltiples dimensiones de la tríada oscura, suelen considerarse desadaptativos debido a su relación con el malestar emocional y las conductas conflictivas. Comentado en Psypost
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