Investigar los mecanismos cerebrales del odio

12 de septiembre de 2024

Artículo de opinión que propone investigar los mecanismos cerebrales que subyacen a la conducta de odio.

Hay desacuerdo sobre si el odio es una emoción o un actitud. Mientras que algunos definen el odio como una emoción profunda, duradera e intensa, otros lo consideran una actitud o disposición duradera de intensa aversión puntuada por emociones negativas como la ira. Ya sea emoción o disposición, hay desacuerdo adicional sobre si el odio conduce necesariamente a un impulso de eliminar social, psicológica o físicamente a su objetivo. Sin embargo, el odio que conduce a impulsos negativos hacia los demás es la fuente de gran parte de la tragedia humana.

La literatura sobre la deshumanización y su relación con el cerebro distingue dos formas principales de deshumanización: tratar a los demás como animales (devaluación a través de la infrahumanización) y tratar a los demás como objetos.

Las acciones basadas en el odio siguen teniendo graves consecuencias y requieren un enfoque más estudiado de los factores cognitivos, como el tipo y el origen de una deshumanización subyacente que alienta el daño hacia los demás. El odio puede surgir de un mecanismo normal aumentado para devaluar a los demás, posiblemente mediado por el cortex frontal inferior, en lugar de la alteración de la mentalización que se observa en las enfermedades que implican una disfunción predominantemente frontal. Claramente, este es un punto de partida propuesto, o una hipótesis, para abordar una comprensión del odio; es de esperar que esta hipótesis pueda estimular una mayor investigación de los mecanismos neuropsiquiátricos subyacentes al odio, con el objetivo final de guiar los esfuerzos para mitigar su expresión.

Por Alfredo Calcedo 20 de junio de 2025
Este estudio tuvo como objetivo proporcionar una revisión exhaustiva de los metaanálisis de ensayos controlados aleatorizados (ECA) sobre intervenciones psicológicas para el TEPT en adultos. Conclusiones: Se revisaron 55 metanálisis sobre intervenciones de TEPT para adultos. La calidad de los metaanálisis ha sido, en el mejor de los casos, moderada. La considerable superposición entre los metanálisis incluidos indica una alta tasa de redundancia potencial Existe evidencia que respalda la eficacia a largo plazo de la TF-CBT y la EMDR. Falta evidencia de efectos beneficiosos a largo plazo del tratamiento con otras intervenciones.
Por Alfredo Calcedo 20 de junio de 2025
Artículo escrito por el Dr. Goldberg y Dr. Stahl, conocidos expertos en psicofarmacología, centrado en las nuevas formas para mantener una enseñanza atractiva para los estudiantes . La educación médica ha evolucionado en las últimas décadas. La insatisfacción con las clases magistrales ha dado paso a iniciativas como el aprendizaje basado en casos o problemas y enfoques de enseñanza similares de "aula invertida", que, en esencia, convierten al alumno en un participante más activo que pasivo en la adquisición de nuevos conocimiento. Conclusiones del artículo: Los métodos de aprendizaje activo, como el aprendizaje basado en casos, mejoran significativamente la retención de conocimientos en comparación con las conferencias tradicionales. Una educación psicofarmacológica eficaz requiere involucrar a los estudiantes emocional e intelectualmente, utilizando narraciones y metáforas. La repetición y la participación activa son esenciales para la consolidación de la memoria y el dominio de conceptos complejos.
Por Alfredo Calcedo 20 de junio de 2025
Estudio observacional transversal de dictámenes de la Comisión Jurídica Asesora de la Comunidad de Madrid sobre reclamaciones de responsabilidad patrimonial en atención sanitaria extrahospitalaria (atención primaria y 112) entre 2013 y 2022. Conclusiones: las enfermedades cardiovasculares agudas y oncológicas son las que generaron más reclamaciones. El error o retraso diagnóstico fue el principal motivo alegado por suponer una pérdida de oportunidad. Se estimaron menos de la mitad de las reclamaciones (42,7%), con indemnizaciones sensiblemente inferiores a las solicitadas. La demora entre reclamación y dictamen superó los 2 años.
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