Una prueba ocular para el diagnóstico precoz de la enfermedad de Alzheimer

4 de junio de 2025

La detección temprana de la enfermedad de Alzheimer, antes de que aparezcan los síntomas, es fundamental para el desarrollo de tratamientos eficaces.

Un estudio publicado en el Journal of Alzheimer´s Disease presenta un método innovador que puede detectar signos de la enfermedad de Alzheimer antes de que aparezcan los síntomas, utilizando una prueba ocular simple y no invasiva. La técnica, llamada espectroscopia dinámica de dispersión de luz, mide el movimiento microscópico de las proteínas en suspensión dentro de la estructura ocula y podría ofrecer una forma más rápida, barata y accesible de detectar la enfermedad en sus primeras etapas.

Comentado en Psypost

Por Alfredo Calcedo 4 de septiembre de 2025
Shane Tamura, un joven de 27 años residente en Las Vegas, abrió fuego en la tarde del lunes 28 de julio en un edificio de oficinas de Nueva York, matando a cuatro personas. El asesino, que murió tras dispararse a sí mismo, llevaba consigo una nota en la que culpaba a la NFL (la Liga Nacional de Fútbol Americano) por la enfermedad que, según él, padecía: encefalopatía traumática crónica (ETC). La encefalopatía traumática crónica (ETC), una enfermedad neurodegenerativa progresiva que se asocia con conmociones cerebrales y otros golpes repetitivos en la cabeza sufridos a lo largo del tiempo. En el escrito, el atacante pedía que se examinara su cerebro en busca de signos de ETC. Tamura culpaba en el texto a la encefalopatía traumática crónica de los problemas mentales que padecía, reflejados en un largo historial médico, y acusaba a la NFL de ocultar los peligros de este deporte, según informó la policía. El agresor había jugado al fútbol americano en su adolescencia, pero no llegó a la NFL, según informaron excompañeros de equipo a medios estadounidenses.
Por Alfredo Calcedo 4 de septiembre de 2025
Os dejo el resumen de esta editorial en Jama Neetwork sobre estilo de vida y cognición: “Prevenir el deterioro cognitivo y la aparición de demencia en etapas posteriores de la vida es uno de los desafíos médicos más apremiantes que enfrenta la sociedad. Las causas de la demencia se pueden categorizar ampliamente en trastornos neurodegenerativos, asociados con la acumulación de proteínas mal plegadas dentro del cerebro; enfermedad cerebrovascular de diversas etiologías; y, comúnmente, combinaciones de ambos. Además de los grandes esfuerzos para desarrollar y probar enfoques farmacológicos para retrasar la aparición de enfermedades neurodegenerativas específicas, y la enfermedad de Alzheimer en particular, se puede hacer mucho para reducir el riesgo de demencia a través de otros medios: la evidencia sugiere que hasta el 45% de la demencia por todas las causas puede prevenirse en todo el mundo a través de la modificación de 14 factores de riesgo (educación, lesión cerebral traumática, pérdida de audición, depresión, hipertensión, diabetes, obesidad, inactividad física, tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, colesterol alto de lipoproteínas de baja densidad, aislamiento social, exposición a la contaminación del aire y pérdida visual) que ejercen influencia en varias etapas a lo largo de la vida. Hay evidencia de que las medidas de salud pública pueden estar ya teniendo un impacto: en los últimos años se han observado descensos específicos por edad en la incidencia de la demencia en los Estados Unidos y otros países de altos ingresos y pueden estar relacionados en parte con una mejor educación y gestión del riesgo cardiovascular dentro de estas poblaciones en las décadas anteriores.” Este ensayo clínico aleatorizado encuentra que una intervención estructurada en el estilo de vida que incluye ejercicio físico regular de intensidad moderada a alta, adherencia a la dieta mediterránea, compromiso social, y monitoreo de la salud cardiovascular condujo a una mejoría estadísticamente significativa mayor en la cognición global durante 2 años en relación con una intervención autoguiada de menor intensidad.
Por Alfredo Calcedo 4 de septiembre de 2025
Noticia publicada en BBC News acerca de cómo el Reino Unido está intentando a través de la ley sobre seguridad online (Online Safety Act ) hacer que el uso de internet sea más seguro, especialmente para proteger a los menores en el entorno digital, equilibrando seguridad, privacidad y libertad. Desde el 25 de julio de 2025, en Reino Unido las plataformas digitales deben implementar medidas para proteger a los niños de contenidos dañinos como suicidio, autolesiones, trastornos alimentarios y pornografía. Se han implantado medidas obligatorias para las plataformas. Las empresas deben: Verificar la edad de los usuarios para evitar el acceso de menores a contenido inapropiado. Modificar algoritmos para filtrar contenido perjudicial en los feeds infantiles. Eliminar rápidamente material nocivo y ofrecer apoyo a los menores expuestos. Nombrar a una persona responsable de la seguridad infantil y revisar anualmente los riesgos. El incumplimiento puede conllevar multas de hasta £18 millones o el 10% de los ingresos globales, e incluso penas de cárcel para ejecutivos. Las plataformas también deben combatir y eliminar contenido ilegal: Abuso sexual infantil Violencia sexual extrema Promoción del suicidio o autolesión Venta de drogas o armas ilegales Terrorismo Conductas coercitivas Además, se han tipificado nuevos delitos como el “cyber-flashing” (envío de imágenes sexuales no solicitadas) y la difusión de pornografía “deepfake”. Uso de internet por menores Según Ofcom, niños de 8 a 17 años pasan entre 2 y 5 horas al día en línea. Casi todos los mayores de 12 años tienen móvil y consumen contenido en YouTube o TikTok. Aunque muchos creen que internet beneficia su salud mental, también reportan exposición frecuente a pornografía, violencia y contenido sobre suicidio o trastorno Controles parentales disponibles Redes como Instagram ofrecen cuentas “teen” con privacidad activada por defecto. Dos tercios de los padres usan controles para limitar lo que ven sus hijos. Ofcom y organizaciones como Internet Matters ofrecen guías para configurar controles en redes sociales, plataformas de vídeo y videojuegos. Teléfonos y consolas permiten bloquear contenido explícito, limitar compras y controlar el acceso a apps. s alimentarios. Sin embargo, uno de cada cinco niños logra desactivar estos controles, lo que plantea desafíos adicionales para la protección infantil.