Necesitamos tranquilizarnos respecto a los niños y los teléfonos inteligentes

1 de marzo de 2024

En las últimas semanas hemos publicado varias noticias donde autoridades e instituciones en EEUU culpan al acceso a las redes sociales de una serie de problemas en los niños y adolescentes, como la depresión, la obesidad, el abuso sexual, la violencia criminal y las conductas suicidas.

En este artículo publicado en Spiked, la periodista Joanna Williams argumenta que debemos relajarnos en lo que respecta a los niños y los teléfonos inteligentes. Argumenta que esta preocupación está llegando a niveles histéricos y debe detenerse. Si bien se nos dice constantemente que la infancia está en crisis, la solución propuesta parece ser siempre prohibir o restringir en gran medida el uso de los teléfonos inteligentes. Pero, ¿y si esto simplemente no fuera cierto?

Considera que la preocupación por los teléfonos inteligentes es solo una de las muchas crisis morales que han rodeado a los jóvenes a lo largo de la historia. Antes de los teléfonos, hubo pánico generalizado sobre los videojuegos y los CD de rap que supuestamente conducían a comportamientos violentos. Incluso antes, las preocupaciones se centraban en los programas de televisión. En el siglo XVIII, hubo un gran pánico sobre las novelas. Se creía que la ficción fomentaba la imitación e inculcaba ideas perjudiciales. El suicidio del personaje principal en la novela “Las penas del joven Werther” de Goethe (1774) supuestamente inspiró a los jóvenes a quitarse la vida en la vida real.

Es correcto que las escuelas mantengan los teléfonos fuera del aula para que los niños puedan concentrarse en aprender. Y los padres ciertamente deberían decirles a sus hijos que guarden sus teléfonos cuando lo consideren oportuno. Pero el uso del teléfono por parte de un niño debería ser un asunto de maestros y familias, no de ministros del gobierno ni de la ley.

En resumen, Williams nos insta a considerar la historia de las preocupaciones morales y a no caer en la histeria actual sobre los teléfonos inteligentes y la infancia. Quizás la solución no sea prohibir, sino educar y comprender mejor cómo los niños interactúan con la tecnología.

Por Alfredo Calcedo 19 de septiembre de 2025
Desde la legalización de las apuestas deportivas de un solo evento en Canadá en 2021, el país ha visto una explosión de publicidad relacionada con el juego, especialmente durante transmisiones deportivas. Esta normalización del juego, según los autores de este artículo, Shannon Charlebois y Shawn Kelly, representa una amenaza directa para la juventud canadiense . La legalización del juego en línea en Ontario en 2022 convirtió cualquier smartphone en una plataforma de apuestas. Aunque los menores legalmente no pueden participar en apuestas, la publicidad los incita a iniciarse en el juego y a intensificar su participación, dificultando además la recuperación de quienes ya enfrentan adicción. El juego problemático se asocia con suicidio, abuso de sustancias, criminalidad y otros daños sociales. En Noruega, el suicidio fue la principal causa de muerte entre personas con trastornos de juego entre 2008 y 2021. En el Reino Unido, los jóvenes con problemas de juego tienen hasta nueve veces más probabilidades de intentar suicidarse. Además, se ha vinculado el juego juvenil con delitos como robo, posesión de armas y agresiones. En 2024, Ontario prohibió los anuncios de apuestas con atletas y celebridades. Sin embargo, las empresas sortearon la norma usando figuras públicas para promover el “juego responsable”, una estrategia que, según una revisión de 166 estudios, no tiene eficacia demostrada. Por otro lado, los elevados ingresos obtenidos por el juego (Ontario recaudó más de 1.400 millones de dólares en impuestos en tres años) dificulta la implementación de restricciones efectivas. Los autores instan a eliminar toda publicidad de apuestas durante transmisiones accesibles a menores. Argumentan que las intervenciones provinciales aisladas no bastan y que se necesita legislación nacional para regular la publicidad de apuestas deportivas.
Por Alfredo Calcedo 19 de septiembre de 2025
Artículo publicado en la Revista de la Asociación Médica Canadiense (CMAJ) sobre la vulnerabilidad de las personas que toman psicofármacos durante épocas de calor extremo. Ideas más importantes: Las personas con enfermedades mentales tienen un mayor riesgo de morbilidad y muerte relacionadas con el calor. Los medicamentos psicotrópicos aumentan la vulnerabilidad al calor a través de varios mecanismos superpuestos Incluso exposiciones breves al calor extremo pueden causar efectos clínicamente nocivos en personas que toman medicamentos psicotrópicos. La polifarmacia, las comorbilidades de salud física y la vulnerabilidad social amplifican los riesgos asociados al calor. Los médicos deben brindar orientación clara y basada en evidencia sobre la protección contra el calor como parte de la atención de salud mental de rutina.
Por Alfredo Calcedo 19 de septiembre de 2025
La Agencia Europea y Española del Medicamento advierten sobre un creciente mercado ilegal de supuestos agonistas del receptor de péptido 1 similar al glucagón, como semaglutida, liraglutida y tirzepatida, ofrecidos principalmente a través de sitios web fraudulentos y redes sociales. Estos productos, que se presentan como tratamientos para la pérdida de peso y la diabetes, carecen de autorización y no cumplen los estándares de seguridad ni eficacia, lo que implica un riesgo elevado de toxicidad, fracaso terapéutico y reacciones graves. En España los medicamentos sujetos a prescripción médica, como los que contiene análogos de GLP-1, no pueden ser comercializados a través de internet Estos productos ilegales suponen un grave riesgo para la salud pública, es posible que no contengan el principio activo declarado y que contengan niveles nocivos de otras sustancias Las autoridades europeas y nacionales proporcionan información para la obtención de medicamentos por internet de forma segura, señales de que un producto puede ser ilegal y recomendaciones para pacientes y personas usuarias Noticia publicada en Medscape