Parkinsonismo inducido por fármacos: un enfoque estructurado e informado sobre los mecanismos para su identificación y tratamiento
El parkinsonismo inducido por fármacos (DIP) es una forma poco reconocida de parkinsonismo secundario que puede imitar la enfermedad de Parkinson idiopática, pero es en gran medida reversible. El DIP persiste no por ser poco común ni desconocido, sino porque se encuentra en la intersección de disciplinas como la neurología, la psiquiatría, la geriatría y la farmacología, donde la comunicación a menudo falla. Si bien el uso de antipsicóticos de primera generación ha disminuido, otros agentes, como el valproato, la ciclosporina, los inhibidores del transportador vesicular de monoamina 2 y los suplementos herbales a base de Rauwolfia serpentina, han surgido como contribuyentes notables.
Esta revisión narrativa integra perspectivas epidemiológicas, mecanicistas y educativas para construir un marco diagnóstico basado en mecanismos que sea clínicamente viable y pedagógicamente valioso.
En los estudios, el DIP representó aproximadamente el 60-70% de los casos de parkinsonismo secundario, afectando desproporcionadamente a adultos mayores y mujeres. La imagen funcional con tomografía computarizada por emisión monofotónica del transportador de dopamina generalmente muestra una captación estriatal preservada, lo que facilita la diferenciación del parkinsonismo neurodegenerativo. La recuperación suele ocurrir entre seis y doce meses después de suspender el fármaco causante, aunque una minoría puede experimentar síntomas persistentes. El enfoque de tres pasos propuesto enfatiza la revisión exhaustiva de la medicación y los suplementos, el reconocimiento de patrones clínicos característicos y la retirada oportuna con seguimiento para confirmar la reversibilidad. Este marco promueve prácticas de prescripción más seguras, refuerza la formación del personal clínico y mejora la detección de esta afección prevenible.





