¿Qué pacientes se benefician más del antipsicótico 'Cobenfy'?

17 de noviembre de 2025

Cobenfy (xanomelina + trospio) es un nuevo antipsicótico oral aprobado en septiembre de 2024 por la FDA para esquizofrenia. Su acción es novedosa, dirigida a receptores muscarínicos M1/M4, en lugar de los dopaminérgicos tradicionales.

En ensayos clínicos (EMERGENT) de 5 semanas, demostró eficacia significativa frente a placebo, sobre todo en síntomas negativos, sin inducir hiperprolactinemia, ganancia de peso ni síndrome extrapiramidal (EPS).

En este estudio, se realizó un análisis post hoc de historias clínicas tras la administración complementaria de Cobenfy en pacientes hospitalizados. En una cohorte inicial de 24 pacientes, aproximadamente el 40 % experimentó respuestas positivas.

Los síntomas negativos y el consumo de estimulantes fueron los principales predictores de una respuesta positiva, mientras que la presencia de retraso intelectual resultó ser un predictor negativo. Este patrón se replicó de forma independiente en 25 pacientes. En general, este trabajo respalda la noción de subgrupos de psicosis biológicamente distintos e invita a realizar más investigaciones sobre los sustratos biológicos subyacentes.

Comentado en Diario Medico

Por Alfredo Calcedo 17 de noviembre de 2025
Un estudio demuestra que l a temperatura cutánea medida con un reloj inteligente puede ser un biomarcador objetivo de los estados psicopatológicos . Los resultados muestran que la temperatura de la piel durante las horas diurnas es significativamente más alta en los pacientes que se encuentran en un episodio maníaco , en comparación con aquellos que están estables o en fase depresiva. Este aumento de temperatura desaparece cuando el episodio maníaco finaliza y la persona vuelve a la estabilidad. Esto sugiere que la temperatura cutánea, medida de forma no invasiva y continua durante la vida cotidiana, podría caracterizar objetivamente el estado psicopatológico en el trastorno bipolar.
Por Alfredo Calcedo 17 de noviembre de 2025
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, en sentencia 849/2025, de 16 de octubre ha confirmado que el mero robo de la contraseña del ordenador y el acceso al dispositivo es suficiente para incurrir en un delito de revelación de secretos. El mero acceso al dispositivo ya implica cumplir el tipo delictivo, sin necesidad de demostrar exactamente qué tipo de información o archivos cuchicheó el intruso Así, se ha confirmado la condena a dos años y seis meses de prisión, más seis años de inhabilitación profesional y multa, a un empleado del Ayuntamiento de Valencia de Alcántara por robar la contraseña de una compañera y acceder a un ordenador con información personal. Para los magistrados del Tribunal Supremo, como destacan en su sentencia, este detalle es irrelevante: el mero robo de la contraseña del ordenador y el acceso al dispositivo es suficiente para incurrir en un delito de revelación de secretos.
Por Alfredo Calcedo 14 de noviembre de 2025
Este estudio publicado en Nature Communications investigó si la pandemia de COVID-19 aceleró el envejecimiento del cerebro, incluso en personas que no se infectaron. Para ello, los investigadores analizaron imágenes cerebrales de casi mil personas antes y después de la pandemia, comparándolas con un grupo que tuvo dos estudios antes de la pandemia. ¿Qué encontraron? El cerebro de quienes vivieron la pandemia envejeció más rápido: como si hubieran sumado unos 5 meses extra de edad cerebral. Este cambio ocurrió aunque no hubieran tenido COVID-19, lo que indica que factores como el estrés, el aislamiento y los cambios en la vida diaria influyeron. El envejecimiento cerebral acelerado fue más pronunciado en varones y personas de entornos sociodemográficos más desfavorecidos y estas diferencias se presentaron independientemente de la infección por SARS-CoV-2. En quienes sí tuvieron covid19 (infección por SARS-CoV-2), además del envejecimiento acelerado, se observó más relación con problemas cognitivos. Implicaciones: La pandemia tuvo un impacto sustancial en la salud cerebral global, más allá de la infección directa. No solo afectó la salud física, también dejó huella en el cerebro. Se requiere atención a desigualdades sociales y estrategias para mitigar el impacto neurocognitivo, psicológico y social en futuras crisis. No está claro si esta aceleración es reversible, lo que plantea retos para la salud pública y la investigación sobre envejecimiento cerebral. Comentado en El Médico Interactivo.