Un análisis retrospectivo de las tasas de simulación en una consulta de psiquiatría forense
La simulación se define como la falsificación o exageración intencional de los síntomas para obtener un beneficio secundario. La prevalencia de la simulación varía ampliamente entre los diferentes contextos médico-legales, lo que enfatiza la necesidad de identificar factores predictivos adicionales al considerar el diagnóstico. Este estudio midió las tasas de simulación en una muestra de 1300 sujetos de una práctica de psiquiatría forense ubicada en Lexington, Kentucky. Entre los que fallaron en al menos tres escalas de validez de síntomas o desempeño, las probabilidades de simulación fueron aproximadamente el doble en sujetos sin educación universitaria, aquellos derivados por el abogado contrario y aquellos que cumplían los criterios para una enfermedad mental en tres o más categorías diagnósticas del DSM-5. Aquellos evaluados para compensación laboral y lesión en la cabeza fueron más propensos a simular que otros tipos de casos. Se observó una mayor tasa de simulación en hombres que en mujeres, sin diferencias significativas según la raza. Estos resultados indican que la educación, el género, los antecedentes psiquiátricos, el tipo de caso y el tipo de derivación pueden ser factores importantes a considerar al evaluar la simulación.
En ciertos casos, los resultados de este estudio pueden ayudar a los evaluadores a desarrollar un mayor índice de sospecha de simulación. También es importante considerar que el conocimiento de estos factores puede inducir sesgo. Los evaluadores deben procurar mantener la neutralidad durante las evaluaciones para garantizar que se pueda obtener una historia clínica completa. Además, los datos de las pruebas deben interpretarse a ciegas e integrarse cuidadosamente con la información obtenida de la entrevista clínica y los registros médicos. Las prácticas éticas adicionales deben incluir el consentimiento informado de los evaluados sobre la consideración de la falsificación de síntomas durante su evaluación. Términos como "sobrereporte o subreporte" y "exageración de síntomas" deben considerarse en lugar de "simulación" para reconocer las limitaciones de la asignación de simulación, minimizar el riesgo de litigio para el evaluador y evitar someter al evaluado a consecuencias injustas.


