Por Alfredo Calcedo
•
22 de julio de 2025
El artículo destaca la importancia de considerar las diferencias sexuales al tratar a mujeres con fármacos psicotrópico s. Históricamente, la medicina ha asumido que las únicas diferencias entre hombres y mujeres eran reproductivas, pero hoy se sabe que existen variaciones significativas en órganos como el hígado, riñones, corazón, cerebro y sistema digestivo, que afectan directamente la farmacocinética y farmacodinámica. Diferencias fisiológicas relevantes Las mujeres tienen menor acidez gástrica, lo que altera la absorción de ciertos medicamentos. El vaciado gástrico y colónico es más lento, aumentando el tiempo de absorción. Menor volumen sanguíneo y proteínas plasmáticas reducen la dilución y unión de fármacos. Mayor proporción de tejido adiposo favorece la acumulación de fármacos lipofílicos. Enzimas hepáticas como CYP1A2, CYP2C19, CYP3A4 y CYP2D6 están moduladas por estrógenos, afectando el metabolismo de los fármacos. Las variaciones hormonales durante el ciclo menstrual, embarazo y menopausia modifican la eficacia y tolerabilidad de los psicotrópicos. Tras la menopausia, disminuye la eficacia de ciertos antipsicóticos debido a cambios en la absorción y sensibilidad cerebral. Ejemplos de psicotrópicos afectados Olanzapina : absorción aumentada en mujeres premenopáusicas; requiere menor dosis para igual eficacia. Tras la menopausia, su eficacia disminuye. Quetiapina : Después de la menopausia, el metabolismo de la quetiapina se ralentiza y los niveles sanguíneos aumentan, lo que puede causar un rápido aumento de los efectos secundarios Imipramina : mayor absorción y niveles tóxicos en mujeres jóvenes; tras la menopausia, disminuye su biodisponibilidad. Fluoxetina : niveles más altos en mujeres por menor actividad de p-glicoproteína y CYP2C19. Zolpidem : exposición 30% mayor en mujeres; la FDA recomienda dosis reducida, aunque sin considerar el estado hormonal. Problemas en la práctica clínica Muchas mujeres reciben dosis iguales a los hombres, lo que puede llevar a sobredosificación o infradosificación. La exclusión histórica de mujeres en ensayos clínicos ha generado una brecha de conocimiento. Solo unos pocos fármacos tienen recomendaciones de dosis específicas por sexo. Recomendaciones del artículo No basta con reducir la dosis a la mitad: se requiere un enfoque personalizado según el estado hormonal. Se necesita investigación urgente sobre mecanismos específicos de cada fármaco. El monitoreo terapéutico de fármacos (cuando esté disponible) es esencial, especialmente durante embarazo y menopausia. Factores como edad, índice de masa corporal, porcentaje de grasa y genética deben considerarse en la dosificación.