La eficacia de las intervenciones de duelo: una revisión sistemática general
Esta revisión general revela un panorama bastante preocupante. El problema no radica en que las intervenciones para el duelo demuestren ser ineficaces, sino en que la calidad de los estudios suele ser tan baja que no se pueden extraer conclusiones sobre su eficacia. Las deficiencias metodológicas de los estudios empíricos son constantemente criticadas por los revisores. Más específicamente, la falta de ensayos controlados aleatorizados (ECA) y evaluaciones de seguimiento impide extraer conclusiones fiables sobre la eficacia de las intervenciones. La preocupación también se extiende a la forma en que los revisores analizan e informan sus hallazgos. En particular, las revisiones a menudo no investigan ni analizan criterios de calidad importantes, como el riesgo de sesgo.
Además, persiste una brecha de conocimiento sobre la eficacia de las intervenciones para el duelo. Si bien se han examinado algunos moderadores relevantes, aún queda mucho por aprender sobre qué tipos de tratamiento son más o menos eficaces, para quiénes funciona el tratamiento y en qué situaciones estas variables son relevantes. Para obtener este conocimiento, los estudios empíricos deberían, por ejemplo, reducir la heterogeneidad en cuanto a las características de los participantes y de la intervención, aislando variables importantes, como el tipo de pérdida, para determinar los efectos del tratamiento en estas características particulares. Esto permitirá a los autores de metaanálisis explorar más a fondo los efectos de moderación, lo que permitirá comprender mejor cuándo y para quién funciona mejor una intervención.
De igual manera, nuestra comprensión de los mecanismos que explican la eficacia de las intervenciones sigue siendo limitada. Ninguna revisión se centra en ellos, pese a que entenderlos es vital para ofrecer cuidados de calidad. Investigadores como Currier han abogado por diseños “desmanteladores” que permitan comparar componentes específicos de las intervenciones, tanto aislados como combinados, y así descubrir qué hace realmente efectiva una estrategia. Además, se subraya la necesidad de que las intervenciones estén guiadas por teoría, lo que facilitaría explicaciones más precisas y el desarrollo conceptual.
En conclusión, aunque esta revisión ofrece indicios sobre la eficacia de las intervenciones en duelo, urge realizar estudios empíricos y revisiones sistemáticas bien diseñadas. que permitan llegar a conclusiones fiables sobre la eficacia de las intervenciones para las personas en duelo.





